Las tres frutas que limpian tu hígado y debes incluir en la dieta

El hígado es el responsable de más de quinientas funciones vitales en el organismo

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Las tres frutas que limpian
Las tres frutas que limpian tu hígado y debes incluir en la dieta. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los hábitos alimenticios juegan un papel decisivo en el mantenimiento de la salud hepática, y la incorporación regular de ciertos frutos como el limón, el pomelo y el aguacate puede marcar una diferencia significativa. Según diversas fuentes, estos alimentos no solo aportan nutrientes esenciales, sino que también contribuyen a fortalecer la función depurativa y regeneradora del hígado debido a la acción de sus compuestos bioactivos, además de apoyar los mecanismos naturales del organismo encargados de eliminar toxinas y proteger este órgano, esencial para el equilibrio y el buen funcionamiento general del cuerpo.

Integrar estos alimentos en la dieta diaria, junto a hábitos saludables como una correcta hidratación y la reducción en el consumo de alcohol, resulta una estrategia eficaz para preservar el hígado en óptimas condiciones, según un análisis publicado por Mess in Ordine.

El hígado cumple más de quinientas funciones vitales, entre las que se encuentran la desintoxicación de la sangre, el metabolismo de nutrientes y la producción de bilis. Un funcionamiento adecuado es indispensable para el equilibrio general del organismo.

El limón y su acción antioxidante

El limón destaca por su contenido en vitamina C, flavonoides y ácido cítrico. Estos elementos promueven la producción de bilis, facilitan la digestión de grasas y agilizan la eliminación de toxinas. Los antioxidantes del limón neutralizan los radicales libres, responsables del envejecimiento celular y los procesos inflamatorios.

Tanto la pulpa como la piel contienen flavonoides que protegen las células hepáticas y favorecen la regeneración del tejido. El limón puede añadirse fácilmente a comidas o bebidas. Una práctica común consiste en beber un vaso de agua tibia con unas gotas de limón al iniciar el día, buscando estimular la función desintoxicante del hígado y favorecer la hidratación.

El pomelo y sus propiedades hepáticas

El pomelo, otro cítrico de alto valor, proporciona vitamina C y naringenina, un flavonoide con propiedades antioxidantes que aumenta los niveles de enzimas responsables de transformar y eliminar toxinas. La naringenina contribuye a reducir la acumulación de grasas en el hígado, lo que disminuye el riesgo de esteatosis e inflamaciones hepáticas.

Rico en agua, el pomelo es un alimento hidratante y, debido a su contenido en fibra, favorece la regularidad intestinal. Puede comerse fresco, en gajos, o incluirse en ensaladas de frutas y jugos, lo que permite alternarlo con limón para potenciar el efecto depurativo.

Aguacate: la opción no cítrica para el hígado

El aguacate, aunque no es un cítrico, es uno de los frutos más beneficiosos para el hígado. Su aporte de vitaminas del grupo B, vitamina E y grasas monoinsaturadas protege las membranas celulares hepáticas. Asimismo, el consumo habitual de aguacate potencia la producción de glutatión, un antioxidante endógeno esencial generado por el hígado, fundamental para neutralizar sustancias tóxicas y proteger las células frente al estrés oxidativo.

El aguacate también contribuye a equilibrar los niveles de colesterol y su fibra se une a las toxinas en el intestino, facilitando su eliminación antes de que lleguen al hígado.

Episodio: ¿Qué es el hígado graso?

Otros alimentos y hábitos complementarios

Más allá de estos tres frutos, los frutos rojos (arándanos, moras, frambuesas y grosellas) ofrecen beneficios adicionales por su contenido en antocianinas y polifenoles, que protegen las células hepáticas frente a la oxidación.

Una dieta rica en fibra ayuda a expulsar sustancias tóxicas a través del intestino, limita la absorción y reduce la carga sobre el hígado. Además, se recomienda mantener una ingesta diaria de al menos dos litros de agua, restringir el consumo de alcohol, realizar actividad física de forma regular y respetar los ciclos de sueño, para potenciar los efectos positivos de estos alimentos.

La sinergia entre los compuestos bioactivos del limón, pomelo y aguacate impulsa la función depurativa del hígado y promueve su regeneración, lo que reduce el riesgo de daños crónicos, inflamaciones y acumulación de lípidos. Adoptar estos hábitos y sumar estos frutos al menú diario fortalece los procesos de desintoxicación hepática y mantiene altos los niveles de energía.