Para qué sirve el zinc: beneficios y efectos secundarios

Este mineral desempeña múltiples funciones vitales en nuestro organismo

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Zinc. (Adobe Stock)
Zinc. (Adobe Stock)

El zinc es un mineral esencial que desempeña múltiples funciones vitales en nuestro organismo. Aunque se trata de un oligoelemento (es decir, que solo se necesita en pequeñas cantidades), su importancia para la salud es indiscutible. Es el segundo mineral más importante en el cuerpo, después del hierro, y se encuentra en todas las células.

Qué es el zinc y por qué es importante

El zinc, tal y como detalla la Clínica Universidad de Navarra, es un nutriente que necesitamos para tener una salud óptima. El cuerpo los necesita para llevar a cabo numerosas funciones, entre ellas la síntesis de proteínas y ADN, la cicatrización de heridas, el funcionamiento del sistema inmunológico y la protección de las células contra el daño oxidativo. Este micronutriente es indispensable para el crecimiento y el desarrollo, y su carencia puede provocar una serie de problemas de salud. Además, es fundamental para mantener la piel, el cabello y las uñas saludables, así como para el buen funcionamiento de los sentidos del gusto y el olfato.

A pesar de que sea indispensable, nuestro organismo no lo produce de forma natural, por lo que debemos obtenerlo a través de la dieta o suplementos. Las personas con dietas pobres en proteínas animales o con ciertas afecciones de salud, como la diabetes o enfermedades hepáticas, pueden tener un mayor riesgo de deficiencia de este nutriente.

Funciones principales del zinc en el organismo

El zinc cumple varias funciones esenciales en el cuerpo humano, entre ellas:

Refuerzo del sistema inmunológico

Es crucial para el funcionamiento del sistema inmunitario. Ayuda al cuerpo a defenderse de infecciones, promoviendo una respuesta adecuada contra virus y bacterias. Además, facilita la producción de células inmunitarias como los linfocitos T, que son esenciales para la defensa contra patógenos.

Cicatrización de las heridas

Este mineral desempeña un papel crucial en la reparación de los tejidos dañados. Favorece la síntesis de colágeno, una proteína vital para la regeneración celular, y acelera la curación de heridas y quemaduras.

Crecimiento y desarrollo

Es vital durante el embarazo, la infancia y la adolescencia, ya que favorece el crecimiento físico y el desarrollo del sistema nervioso. Las deficiencias de zinc durante estas etapas pueden provocar retrasos en el crecimiento y afectar la función cerebral.

Función cerebral

Además de ser fundamental para el crecimiento y desarrollo, el zinc también desempeña un papel en el funcionamiento cognitivo. Participa en la regulación de neurotransmisores, lo que influye en la memoria y el estado de ánimo.

Salud ocular

Ayuda a prevenir enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), que afecta la visión central en adultos mayores.

Mejora la función sensorial

Es necesario para el buen funcionamiento de los sentidos del gusto y el olfato.

Esta es la fruta más nutritiva del mundo: ayuda al sistema nervioso y tiene propiedades anticancerígenas.

En qué alimentos se encuentra el zinc

Las mejores fuentes de zinc provienen principalmente de productos animales, aunque también existen algunas opciones vegetales.

  • Fuentes animales: las carnes rojas, como la carne de res, cerdo y cordero, son algunas de las mejores fuentes de zinc. El pollo, especialmente la carne oscura, y los mariscos como las ostras también son ricos en este nutriente. Los lácteos, como el queso y la leche, también proporcionan una cantidad significativa de este mineral.
  • Fuentes vegetales: aunque esté presente en algunas fuentes vegetales, como las legumbres (lentejas, garbanzos y frijoles), frutos secos (almendras y nueces) y cereales integrales (avena y arroz integral), el cuerpo humano no puede absorber el zinc de las plantas con la misma eficacia que de los productos animales. Por lo tanto, las personas vegetarianas o veganas pueden necesitar considerar suplementos de zinc.
  • Suplementos de zinc: para aquellas personas con deficiencias o que no pueden obtener suficiente zinc de su dieta, los suplementos pueden ser una opción.

Efectos secundarios y deficiencia de zinc

La deficiencia de zinc es relativamente común, especialmente en poblaciones con dietas deficientes o problemas de absorción. Algunos de los síntomas de su deficiencia incluyen infecciones frecuentes, pérdida de apetito, pérdida de cabello, problemas en la piel, retraso en el crecimiento, y trastornos del sentido del gusto y del olfato. En los hombres, la deficiencia de zinc puede estar relacionada con el hipogonadismo y problemas de fertilidad.

Por otro lado, su consumo excesivo tampoco es favorable y puede causar náuseas, vómitos y diarrea. En dosis muy altas, puede interferir con la absorción de otros minerales esenciales, como el cobre y el hierro.