
El ajo y la cebolla son ingredientes clave que siempre enriquecen cualquier receta, desde platos de verduras hasta guisos de carne o incluso un simple revuelto. Su versatilidad y capacidad para transformar todo tipo de platos en una experiencia sabrosa los convierten en elementos indispensables en la cocina. Sin embargo, aunque su preparación es simple, es fundamental seguir ciertos cuidados básicos para obtener los mejores resultados.
Primero, es esencial elegir ingredientes frescos, ya que esto asegura un sabor más intenso y agradable. Al cortar la cebolla, se recomienda hacerlo de manera uniforme para que se cocine de manera homogénea. En el caso del ajo, es importante no triturarlo en exceso, puesto que su sabor puede volverse demasiado fuerte si se machaca demasiado. Además, a la hora de cocinarlo también hay que tener claro cuál es el orden adecuado.

Qué hay que cocinar primero, el ajo o la cebolla
El ajo y la cebolla son dos ingredientes esenciales en la cocina que, cuando se combinan correctamente, aportan una profunda complejidad de sabor a las recetas. Sin embargo, usar la cantidad incorrecta de cualquiera de los dos puede dar lugar a un sabor desagradable que acabe destruyendo el alto. Además, no solo es crucial la cantidad, sino también el orden en que se cocinan, ya que ambos ingredientes tienen tiempos de cocción distintos que afectan su sabor y textura.
Para conseguir un equilibrio perfecto, es fundamental comenzar con la cebolla. Al cocinarla primero, se permite que libere su agua y adquiera una textura tierna. Es importante esperar a que la cebolla empiece a dorarse, ya que este proceso resalta su dulzura natural y mejora su sabor. Solo entonces, una vez que la cebolla ha alcanzado ese punto, se debe añadir el ajo.
Si se añade el ajo demasiado pronto, existe el riesgo de que se queme. El ajo, por su naturaleza, tiene un punto de cocción mucho más bajo que la cebolla. Si se expone al calor durante demasiado tiempo, puede volverse amargo, perder sus propiedades aromáticas y adquirir un sabor que desentona con el resto del plato. Al agregarlo al final, cuando la cebolla ya ha alcanzado la textura ideal, se maximiza el sabor sin comprometer las características del ajo.
Este sencillo, pero crucial orden en la cocción garantiza que ambos ingredientes se encuentren en su punto óptimo, proporcionando una base sabrosa y equilibrada para cualquier plato.
Lo que nunca debes hacer al cocinar el ajo y la cebolla
Al cocinar ajo y cebolla, hay errores comunes que pueden afectar negativamente el sabor de tus platos. Uno de ellos es no controlar la temperatura. Cocinar a fuego demasiado alto puede quemar rápidamente la cebolla y el ajo, alterando su sabor y dejando un gusto amargo. También es importante evitar picar la cebolla demasiado pequeña, ya que se deshará al cocinarla y perderá su textura. No usar utensilios adecuados, como una sartén antiadherente, también puede generar que los ingredientes se peguen y se cocinen de manera desigual. Además, nunca debes dejarlos sin supervisión durante el proceso, ya que pueden pasar de dorarse a quemarse en segundos.