Chirimoya: propiedades, beneficios y contraindicaciones

Esta fruta tropical está repleta de nutrientes que protegen nuestro organismo

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Chirimoyas (Shutterstock)
Chirimoyas (Shutterstock)

Originaria de las zonas andinas de Sudamérica, la chirimoya es una fruta tropical conocida por su pulpa cremosa y de sabor dulce. Su cultivo se ha expandido a otras regiones del mundo hasta llegar a España, donde se produce principalmente en la costa tropical de Granada y Málaga.

Según los datos proporcionados por la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la chirimoya se destaca por su alto valor nutricional y por los múltiples beneficios que aporta al organismo. Desde el punto de vista nutricional, esta fruta tropical contiene una amplia variedad de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que contribuyen al mantenimiento de diferentes funciones corporales.

Uno de sus principales aportes es la vitamina C, un antioxidante natural que protege las células del daño oxidativo, fortalece el sistema inmunológico y favorece la producción de colágeno, esencial para la piel, los huesos y los vasos sanguíneos. Además, contiene vitaminas del grupo B, como la niacina (B3), la tiamina (B1) y la riboflavina (B2), que son clave para el metabolismo energético y el buen funcionamiento del sistema nervioso.

En cuanto a los minerales, la chirimoya es especialmente rica en potasio, un electrolito esencial que ayuda a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo, regula la presión arterial y participa en la contracción muscular. También aporta magnesio, que interviene en más de 300 reacciones bioquímicas del organismo, y cantidades moderadas de calcio y fósforo, que son fundamentales para la salud ósea. Otro componente importante es su contenido en fibra, que mejora la salud digestiva, promueve la saciedad y puede ayudar a regular los niveles de colesterol en sangre. Además, contiene fitonutrientes como flavonoides, taninos y alcaloides que poseen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e incluso antimicrobianas.

Gracias a esta riqueza nutricional, el consumo habitual de chirimoya puede generar numerosos beneficios para la salud. Uno de los principales es la protección cardiovascular, ya que su alto contenido en potasio ayuda a regular la presión arterial, y su fibra contribuye a disminuir los niveles de colesterol LDL, conocido popularmente como “colesterol malo”. Asimismo, favorece el tránsito intestinal y puede aliviar problemas de estreñimiento gracias a su efecto regulador sobre el sistema digestivo. Su contenido en vitamina C y otros antioxidantes refuerza las defensas del organismo, ayudando a prevenir resfriados y otras infecciones.

Además, estos antioxidantes combaten los radicales libres responsables del envejecimiento celular, por lo que también se asocia al consumo de chirimoya con una mejora en la salud de la piel y el cabello. Por otro lado, su textura cremosa y su dulzor natural la convierten en un alimento que puede ser útil en dietas para el control del peso, ya que produce saciedad y tiene un índice glucémico medio.

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Contraindicaciones de las chirimoyas

Sin embargo, a pesar de sus múltiples beneficios, la chirimoya no está exenta de contraindicaciones o precauciones que se deben tener en cuenta, como ocurre con todas las frutas. En primer lugar, se debe considerar su contenido en azúcares naturales, que aunque son saludables en personas sanas, podrían no ser recomendables en cantidades elevadas para personas con diabetes o que sigan dietas con restricción de carbohidratos.

Asimismo, debido a su riqueza en potasio, las personas con enfermedades renales crónicas o que estén bajo tratamiento con medicamentos que modifican los niveles de este mineral, como los diuréticos ahorradores de potasio o los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), deben consultar a un médico antes de consumirla frecuentemente.