
Las semillas de amapola, pequeñas, pero llenas de nutrientes, se han utilizado en diversas culturas tanto en la gastronomía como en la medicina tradicional. Aunque su tamaño es diminuto, su valor nutricional y sus propiedades para la salud las convierten en un aliado imprescindible para muchas personas.
Sin embargo, como sucede con muchos alimentos, es importante conocer tanto sus beneficios, como sus contraindicaciones para asegurar un consumo adecuado.

Propiedades nutricionales de las semillas de amapola
Las semillas de amapola son altamente energéticas y su contenido en grasas es mayoritariamente poliinsaturado, con una mayor concentración de omega-6, un buen aporte de omega-9 y una menor cantidad de omega-3.
Su aporte proteico es considerable, similar al de las semillas de girasol. Esta proteína es de alta calidad, ya que contiene todos los aminoácidos esenciales sin ninguno limitante. Aunque es baja en carbohidratos, su contenido en fibra es elevado.
En cuanto a vitaminas, las semillas de amapola aportan del grupo B, destacando la B1 y el ácido fólico, aunque en menor cantidad que otras semillas. También contienen pequeñas cantidades de vitamina C y de vitamina E.
En términos de minerales, destacan por su alto contenido en calcio, con 1400 mg por cada 100 gramos, superior al sésamo (900 mg/100 g) y la leche (120 mg/100 g). Además, son ricas en fósforo, hierro, potasio, magnesio, manganeso, cobre, zinc y selenio.
Es recomendable consumir semillas de amapola provenientes de cultivos ecológicos para evitar la exposición a contaminantes u organismos modificados genéticamente.
Posibles beneficios para la salud
Las semillas de amapola son una excelente fuente de minerales como el calcio, el hierro, el magnesio y el zinc. Además, contienen ácidos grasos esenciales, especialmente grasas insaturadas, que son beneficiosas para el sistema cardiovascular. De esta forma, algunos estudios señalan que el consumo regular de semillas de amapola contribuye a mantener un equilibrio adecuado de estos nutrientes en el cuerpo, promoviendo así la salud ósea y cardiovascular.
Además, también son una fuente significativa de antioxidantes, como el tocopherol, conocido como vitamina E. Este compuesto es reconocido por su capacidad para neutralizar los efectos de los radicales libres, los cuales están implicados en el envejecimiento celular y el desarrollo de enfermedades crónicas
El alto contenido en fibra de las semillas de amapola las convierte en un recurso valioso para la salud digestiva. La fibra no solo facilita el tránsito intestinal, sino que también puede ayudar a prevenir problemas comunes como el estreñimiento. Su capacidad para regular el sistema digestivo tiene un impacto positivo en el control de los niveles de azúcar en sangre.
En la medicina tradicional, las semillas de amapola han sido utilizadas como remedio natural para mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad. Aunque contienen trazas de opiáceos como la morfina, estas se encuentran en cantidades tan pequeñas que no provocan efectos nocivos.
Contraindicaciones
Aunque las semillas de amapola ofrecen múltiples beneficios para la salud, su consumo debe realizarse con moderación debido a ciertas contraindicaciones que es importante tener en cuenta. Las semillas de amapola contienen trazas de opiáceos, como la morfina, lo que puede generar interacciones con ciertos medicamentos, especialmente aquellos destinados a tratar afecciones relacionadas con el sistema nervioso o el dolor.
Por otra parte, durante el embarazo o la lactancia, el consumo de semillas de amapola en grandes cantidades no está recomendado debido a la presencia de pequeñas cantidades de opiáceos, los cuales podrían afectar al bebé. Aunque no existen estudios concluyentes que respalden esta preocupación, se aconseja precaución y consultar a un profesional de la salud antes de incluirlas en la dieta durante estas etapas.
Finalmente, aunque no es habitual, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas a las semillas de amapola. Estos síntomas pueden incluir urticaria o dificultad para respirar. Si se presentan reacciones adversas, es fundamental suspender su consumo de inmediato y buscar atención médica.