El mejor truco para cocinar las patatas en el horno y que queden tiernas y crujientes a la vez

Conseguir la textura adecuada de las patatas puede convertirse en todo un reto

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Patatas asadas en las brasas
Patatas asadas en las brasas (Adobe Stock)

Comer unas patatas asadas es todo un manjar y es que son la mejor guarnición para cualquier planto. Sin embargo, conseguir la misma textura que logran en los restaurantes es complicado. Cuando queremos que tengan esa toque crujiente o se nos acaban quemando o se nos quedan algo crudas por dentro. No obstante, obtener el resultado de un chef de renombre no es tan complicado si se sigue la técnica culinaria que seis cocineros compartieron a Simply Recipes. El secreto está en la precocción.

Cómo asar las patatas

Para conseguir unas patatas asadas tiernas y crujientes a la vez, uno de los expertos, Will McNeil, recomienda no saltarse nunca el paso de la precocción. Como detalla, la mejor manera de hacerlo es hirviendo estos tubérculos en una olla. Alex Pinero aconseja incluso agregar una cucharada de bicarbonato de sodio al agua de cocción.

Una vez terminado este paso, habrá que pasar al segundo: sazonar las patatas con un poco de aceite, sal, pimienta y especias al gusto. Para formar esa característica “corteza dorada y crujiente” el calor del horno también juega un papel clave. Los expertos aseguran que la mejor temperatura oscila entre los 180 °C y los 230 °C. “No sobrecargues el plato, de lo contrario, el calor no circulará correctamente y las patatas se cocinarán al vapor el lugar de asarse”, afirma Peter Som.

Otro punto importante a la hora de cocinar las patatas

El tipo de aceite que se emplea es fundamental. Tal y como le detalló a Joanne Gallagher, cocinera y cofundadora de Inspired Taste, al medio británico Express, es indispensable para lograr la textura anhelada y un sabor inigualable. Como se asan las patatas a una temperatura bastante alta, para la chef el de aguacate es el mejor porque, según explica, tiene uno de los puntos de humo más altos, lo que evita que se queme durante la cocción, garantizando un acabado crujiente sin alterar el sabor natural del tubérculo. Además, su textura suave y su ligero toque mantecoso complementan perfectamente el plato.

En el caso de que no se tenga este aceite a mano, la profesional de los fogones ofrece alternativas como el vegetal, el de girasol o el de oliva ligero, ya que, también cuentan con altos puntos de humo.

La guía gastronómica 'Taste Atlas' ha recopilado siete recetas de tortilla que versionan la clásica tortilla de patatas y que identifican diferentes zonas del país.

Errores que cometemos al cocinar las patatas

El resultado de unas patatas mal cocinadas puede deberse a errores comunes durante su preparación. Algunos de los más frecuentes son:

  • No lavarlas antes de cocinarlas: el almidón presente en la superficie impide que queden crujientes al asarse o freírse.
  • Utilizar una variedad inadecuada: las patatas harinosas son más apropiadas para purés o asados, mientras que las cerosas funcionan mejor en guisos y ensaladas.
  • Cortarlas en trozos de distinto tamaño: la cocción será desigual: algunos quedarán crudos y otros demasiado hechos.
  • No precalentar el horno o el aceite: esto dificulta que adquieran una textura crujiente.
  • Sobrecargar la bandeja o la sartén: si están muy juntas, se cocerán en lugar de dorarse.
  • Cocinarlas a una temperatura inadecuada.
  • No girarlas durante la cocción.
  • Saltarse el reposo: servirlas de inmediato puede afectar negativamente a su textura.