
No solo son útiles para reducir el dolor y la inflamación. El ibuprofeno y el naproxeno han demostrado ser capaces de inhibir el sabor dulce y la detección de glucosa, lo que implica un mecanismo adicional de reducción del riesgo de enfermedades metabólicas. Así lo asegura un reciente estudio realizado por investigadores del Centro de Sentidos Químicos Monell y la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey (EEUU).
Según publican en la British Journal of Pharmacology, este medicamento puede tener efectos positivos en el metabolismo de la glucosa al inhibir los receptores del sabor dulce (TAS1R2-TAS1R3). Estudios previos han demostrado que el receptor humano del sabor dulce transmite la percepción del dulce en la boca y puede ayudar a regular el metabolismo de la glucosa en todo el cuerpo. Al mismo tiempo, los medicamentos antiinflamatorios ibuprofeno y naproxeno son estructuralmente similares a los inhibidores del receptor del sabor dulce y se han asociado con beneficios metabólicos.
“Lo que descubrimos es que el ibuprofeno y el naproxeno inhiben la activación del receptor del sabor dulce en personas, así como en células humanas”, afirmó el autor principal y miembro de Monell, el doctor Paul AS Breslin, quien determina que “si el ibuprofeno y el naproxeno inhiben el sabor dulce al inhibir la respuesta de los receptores gustativos TAS1R2-TAS1R3 a los azúcares, esto podría afectar el metabolismo de la glucosa”.
En los estudios celulares del equipo, el ibuprofeno redujo la señalización molecular de la sacarosa y la sucralosa en células renales humanas diseñadas para expresar el receptor del sabor dulce. Además, para reflejar la fisiología interna de la boca, ciertas concentraciones bajas de ibuprofeno, aproximadamente iguales a los niveles plasmáticos humanos tras una dosis típica tomada en casa, inhibieron el sabor dulce y la detección oral de glucosa en concentraciones similares a los niveles de glucemia posprandial.
En los experimentos con humanos del equipo, por ejemplo, cuando un participante se enjuaga la boca con ibuprofeno, se reduce la percepción del dulzor de diversos azúcares y edulcorantes. La evidencia de otros estudios también ha demostrado que el ibuprofeno y la reducción del riesgo de enfermedades crónicas están estrechamente relacionados.
La situación más evidente, señala Breslin, es la diabetes tipo 2: si se tiene un nivel elevado de azúcar en sangre y se toma mucho ibuprofeno, este disminuye. La segunda es una disminución del riesgo de enfermedades que afectan el metabolismo de la glucosa en tejidos específicos, como el Alzheimer y algunos tipos de cáncer.
“Nuestro estudio conecta las dos funciones de los receptores TAS1R: la de reguladores de la ingesta de azúcar y la de moduladores posteriores del metabolismo de la glucosa”, afirma Breslin, también profesor de Ciencias de la Nutrición en la Universidad de Rutgers. En este artículo, se ha demostrado que el ibuprofeno no solo modula la inflamación, pues también es un inhibidor de TAS1R2-TAS1R3, un receptor presente en la mayoría de los tejidos y órganos reguladores del metabolismo.
“Nuestro trabajo está conectando los puntos. Intentamos decir que, al pensar en estas enfermedades inflamatorias y metabólicas, como el Alzheimer y la diabetes, si manipulamos los receptores gustativos presentes en todo el cuerpo, esto podría ser importante para reducir la glucosa y así disminuir el riesgo de enfermedades”, concluye el investigador.
*Con información de Europa Press