Cómo limpiar los champiñones: “Cuando lo metes bajo el grifo, se queda baboso”

Este cocinero da sus trucos para lavar los champiñones sin que absorban agua extra

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Este cocinero explica su método
Este cocinero explica su método para lavar los champiñones. (TikTok/@carnesyfuegoss)

Los champiñones son un alimento versátil y rico en nutrientes que puede aportar una amplia variedad de vitaminas, minerales y fibra a la dieta diaria con un aporte calórico muy bajo. Desde salteados hasta salsas o cremas, este hongo destaca por ser económico y fácil de cocinar y, en los últimos años, se ha vuelto un buen sustitutivo a la carne en algunas dietas vegetarianas y veganas.

Pese a que cocinarlos es sencillo, hay que tener cuidado antes de consumirlos. Al ser un tipo de hongos, es común que los champiñones que se encuentran en el supermercado presenten restos de tierra y suciedad tras el cultivo. Por eso, es importante lavarlos bien antes de pasarlos por la sartén o el horno. Y aquí la tarea puede dificultarse.

Entre los cocineros, hay un debate extenso sobre la forma adecuada de lavarlos, con algunos que defienden incluso que no hay que pasarlos por agua. Entre ellos se encuentra Miguel, un cocinero que desde sus redes sociales proporciona su establecimiento de comida casera para llevar, Carnes y Fuegos. En un reciente vídeo de TikTok, donde se le conoce como @carnesyfuegoss, Miguel explica su técnica para consumir champiñones sin lavarlos con agua.

“Si lavas el champiñón, se te inunda la sartén de agua”

Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un champiñón blanco. (Pixabay)

Según explica Miguel, “el champiñón está compuesto de un 80% de agua y, si lo metemos bajo el grifo, va a absorber inmediatamente un montón más de agua”. Esto puede estropear su textura y sabor a la hora de cocinarlo. “Por muy fuerte que pongas la temperatura, va a soltar muchísima más agua de la que ya contiene el producto”, asegura. El cocinero añade que, al mojarlo, “se queda como baboso” porque “va soltando” agua y “ya no es el mismo tacto” que tenía el producto inicialmente.

Por eso, en vez de lavarlo, él prefiere pelar los champiñones. “Si los pelamos, quedan completamente blancos”, dice, algo que “por estética” puede preferirse. Para ello, Miguel pone el champiñón boca abajo y arranca la piel exterior desde el pie hasta el final de la cabeza. Por último, corta el final del tallo. “Este champiñón ya lo tenemos completamente limpio, no hace falta meterlo bajo el gripo, porque pierden un montón de propiedades al cocinarlo”, explica. Así, “conservamos el sabor original” e impedimos que suelte agua en la sartén, lo que cambiará el resultado de un salteado, agrega.

En cambio, si se quiere mantener el color marrón exterior de algunas variedades de champiñones, Miguel prefiere lavarlos con un paño húmedo antes que pasarlos por debajo del grifo. De este modo, se le quita la tierra y suciedad exterior y se evita que el hongo absorba tanta agua. Utiliza la misma técnica para las setas.

Aunque es cierto que sumergir los hongos bajo el grifo puede hacer que varíe su sabor y su textura, los hay que prefieren arriesgarse a ello antes que comer tierra. Por eso, si prefieres lavarlos con agua, será importante secarlos bien después con un paño o con papel de cocina, para absorber toda la humedad sobrante.