
El huevo conforma una parte fundamental de nuestra dieta diaria. En 2023, los españoles consumieron 405 millones de kilogramos de huevos, es decir, 8,61 kilos por cabeza o, lo que es lo mismo, unos 137 huevos por persona. Se trata de un alimento con un gran valor nutritivo y un aporte calórico reducido, además de una fuente de proteínas de máxima calidad, grasas saludables, vitaminas y minerales esenciales.
Con ellos, hacemos tortillas francesas, tortillas de patata y revueltos, y también los disfrutamos por sí solos, fritos, cocidos o pochados. Ahora, este imprescindible producto está aumentando su precio a marchas forzosas, tanto fuera como dentro de las fronteras españolas. De hecho, en el último mes, algunos tipos disponibles en supermercados españoles han subido su coste hasta un 25%, según los datos más recientes de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Las razones, según explicaban productores de huevos españoles, tienen que ver con la existencia de una “cierta tensión” en el mercado en los últimos tiempos, debido a un desajuste entre la oferta y una creciente demanda a la que debe hacer frente el sector. Otros factores que han influido a esta subida tienen que ver con los cambios en los procesos normativos para su producción y también con la gripe aviar, que, aunque no ha llegado a España, sí ha supuesto grandes pérdidas en otros mercados.
Cómo sacar el máximo partido a los huevos en tus recetas
En este contexto, ahorrar en el uso de este ingrediente se convierte en un factor clave para nuestra economía doméstica. Pero esto no significa renunciar a recetas que tengan el huevo como protagonista, ni mucho menos. Existen algunas formas de maximizar la presencia del huevo en nuestros platos sin necesidad de incorporar más unidades y los lácteos son la clave para conseguirlo.
Ya sea para preparar una tortilla francesa o un revuelto, añadir lácteos a la mezcla nos ayudará a aumentar el volumen de la receta. La nata es uno de los productos que nos darán buen resultado, no solo porque se mezclará con el huevo aportándole volumen sino además porque conseguirá una textura mucho más esponjosa.
Es una técnica que se utiliza, por ejemplo, a la hora de preparar la famosa tortilla soufflé francesa. Para prepararla, tendríamos que batir las yemas de huevo con unas cucharadas de nata líquida hasta que se forme espuma, lo que ayudará a estabilizar las claras y mejora la emulsión de nuestra tortilla.
Algo similar hace el gran chef Dabiz Muñoz cuando prepara una tortilla francesa. Según explicó durante su visita al programa de Antena 3 El Hormiguero, su “truco de chef” es echar unas cucharadas de nata al huevo bien batido, lo que aporta esponjosidad al resultado final.
La nata no es el único ingrediente que sirve para estos fines. Otro gran aliado podría ser el queso cottage, un tipo de queso fresco suave, conocido por su textura grumosa y sabor ligero, que además de volumen nos aportará un maravilloso extra de proteína. Este ingrediente servirá tanto para revueltos como para tortillas, teniendo que mezclarse bien el queso con los huevos antes de cocinarlos.