Receta de albóndigas de lentejas con salsa de tomate, un plato vegetariano con el sabor más tradicional

Las albóndigas son un plato tradicional en muchas cocinas del mundo, pero sobre todo son un básico en el recetario de las casas españolas. Estas pequeñas bolas de carne, acompañadas habitualmente de una salsa casera y de una guarnición de patatas fritas o arroz, son sin duda un básico que se repite y versiona de miles de maneras en nuestras cocinas.

Aunque lo más habitual es que las albóndigas estén conformadas por ingredientes de carne como ternera, cerdo o pollo, en realidad pueden estar hechas de muchas maneras. Las hay de pescado, de merluza o bacalao, por ejemplo, y también de ingredientes de origen vegetal, lo cual convierte a esta receta en una opción perfecta para quienes busquen una alternativa vegetariana.

Hoy prepararemos unas albóndigas sin carne, en este caso conformadas a base de lentejas y otros ingredientes añadidos como el pan rallado, el ajo y las especias. Para lograr una textura similar a la de la carne, machacaremos ligeramente nuestras lentejas cocidas para obtener una pasta, que daremos forma para después freír con aceite y acompañar de una deliciosa salsa casera a base de tomate.

Esta receta aprovecha las propiedades de las lentejas, una legumbre rica en proteínas vegetales y fibra, convirtiéndola en la base perfecta para una alternativa vegetariana de las tradicionales albóndigas de carne. Además, la salsa de tomate casera añade un toque fresco y sabroso que acompaña perfectamente a estas albóndigas, dejándonos como resultado un plato de esos de ‘toma pan y moja’.

Prepararemos estas albóndigas vegetarianas cocinando las lentejas hasta que estén blandas y luego triturándolas, mezclándolas con pan rallado, cebolla, ajo, especias como el comino o el pimentón, y un toque de huevo o sustituto de huevo para lograr la consistencia adecuada. Después, formaremos las albóndigas y las freiremos ligeramente antes de sumergirlas en la salsa de tomate casera, cocinándolas a fuego lento para que absorban todo el sabor.

• Tiempo de preparación: 1 hora.
• Tiempo de cocción: 45 minutos.

• 1 taza de lentejas cocidas (aproximadamente 200 g)
• 1/2 taza de pan rallado
• 1/2 cebolla picada finamente
• 2 dientes de ajo picados
• 1 huevo (o sustituto de huevo para una versión vegana)
• 1 cucharadita de comino molido
• 1 cucharadita de pimentón dulce
• Aceite de oliva para freír
• Sal y pimienta al gusto

• 4 tomates maduros, pelados y picados
• 1/2 cebolla picada
• 2 dientes de ajo picados
• 1 cucharadita de azúcar (opcional, para equilibrar la acidez)
• 1 hoja de laurel
• Aceite de oliva, sal y pimienta al gusto

1. Cocina las lentejas en agua con un poco de sal hasta que estén blandas (aproximadamente 25-30 minutos).
2. Escurre las lentejas y colócalas en un bol grande. Tritura con un tenedor o un procesador de alimentos hasta obtener una mezcla gruesa.
3. Añade el pan rallado, la cebolla, el ajo, el huevo (o sustituto de huevo), el comino, el pimentón, la sal y la pimienta. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
4. Forma pequeñas albóndigas con las manos.
5. Calienta aceite de oliva en una sartén y fríe las albóndigas a fuego medio hasta que estén doradas por fuera. Retíralas y resérvalas.
6. Para la salsa de tomate, calienta aceite en una sartén y sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén blandos.
7. Añade los tomates picados y cocina a fuego medio durante unos 15-20 minutos, hasta que los tomates se deshagan y la salsa se espese. Añade la hoja de laurel, sal y pimienta al gusto. Si la salsa está muy ácida, añade una pizca de azúcar.
8. Incorpora las albóndigas a la salsa y cocina a fuego lento durante otros 20 minutos para que absorban el sabor de la salsa.

Con esta cantidad de ingredientes, la receta rinde aproximadamente 4 porciones.

Cada porción de albóndigas vegetarianas con salsa de tomate contiene aproximadamente:

• Calorías: 250
• Grasas: 8 g
• Grasas saturadas: 1 g
• Carbohidratos: 35 g
• Azúcares: 8 g
• Proteínas: 12 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

Este plato se puede conservar en la nevera por hasta 3 días, siempre y cuando se mantenga bien cubierto para evitar que absorba otros olores.