
El café forma parte de la rutina diaria de miles de personas en el mundo. Su consumo se ha relacionado con la prevención de enfermedades como la diabetes tipo 2 y la reducción del riesgo de afecciones cardiovasculares. El café es fuente de antioxidantes que ayudan a reducir la inflamación, mejorar la función de los vasos sanguíneos y prevenir la oxidación del colesterol LDL. Sin embargo, un consumo excesivo de esta sustancia puede dificultar el sueño y ser perjudicial en algunos casos, especialmente para personas con hipertensión.
Para otras personas, el café puede ser una sustancia desagradable por su sabor amargo y su aroma penetrante. Por eso, la doctora Isabel Viñas ha querido compartir algunas alternativas igual de estimulantes y que, de manera general, son “mejor toleradas” para muchos.
Según cuenta esta endocrinóloga y nutricionista en su cuenta de TikTok (@isabelvinabas), estas opciones variadas pueden aportar “esa energía y esa vitalidad” tan característica de la cafeína “sin esas palpitaciones” que provoca su consumo en algunas personas.
El té

La primera alternativa que ofrece Viñas es el té. En concreto, la doctora recomienda “té verde, té blanco, té negro y el té matcha”. Este tipo de bebidas contienen teína, una sustancia similar a la cafeína que actúa como estimulante. Al té en general se le atribuyen beneficios similares al café, como prevenir la aterosclerosis (endurecimiento y estrechamiento de las arterias), disminuir los niveles de colesterol y azúcar en sangre, reducir el riesgo de infarto, controlar la hipertensión e incluso protección frente al cáncer, la osteoporosis o el envejecimiento, según la Fundación Española del Corazón.
En concreto, el té verde destaca por su alto contenido en compuestos bioactivos como catequinas, cafeína, L-teanina, vitaminas y minerales. Supone un apoyo para el metabolismo y la pérdida de peso, a la par que se le atribuyen propiedades calmantes. Por su parte, el té blanco es una bebida rica en antioxidantes y con propiedades antiinflamatorias. Su consumo se ha asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y el refuerzo del sistema inmunológico.
El consumo de té negro se ha relacionado además con un riesgo significativamente menor de desarrollar estas condiciones metabólicas, como la diabetes, mientras que el té matcha puede estimular la concentración, ayuda a prevenir el daño celular y mejora el sueño, entre otros beneficios.
El mate

La doctora Viñas resalta también el consumo de mate como una buena alternativa al café. “El mate no solo es una fuente de antioxidantes, sino que además tiene cafeína y otros estimulantes como la teobromina, que en conjunto hacen que nos dé esa energía y esa vitalidad”, comenta en su vídeo.
Esta composición logra estimular el sistema nervioso, pero también ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL o ‘colesterol malo’ y los niveles de azúcar en sangre, regula la presión arterial y potencia el sistema inmunológico. Además, tiene una alta concentración de polifenoles, que son antioxidantes naturales. Puede suponer asimismo un apoyo a la pérdida de peso, si bien su consumo en exceso puede causar acidez, un mayor riesgo de úlcera gástrica o problemas para dormir.