
Las fechas para presentar la declaración de la renta se acercan y, como todos los años, los autónomos tendrán que pagar cuánto deben pagar en función de sus ingresos. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se aplica a los beneficios obtenidos y su pago es obligatorio para todos los trabajadores por cuenta propia.
En 2025, los tramos de IRPF siguen un sistema progresivo, lo que significa que cuanto mayores sean los ingresos, mayor será el porcentaje a abonar a Hacienda.
¿Cómo funciona el IRPF para autónomos?
El IRPF es un impuesto directo que grava los rendimientos económicos de los autónomos. Se calcula en función de sus ingresos y permite aplicar deducciones según su situación personal y familiar. Existen dos formas principales de pagar este impuesto:
- A través de retenciones en factura: al emitir facturas a clientes, se incluye una retención del IRPF, que luego el cliente paga directamente a Hacienda.
- Pagos trimestrales: algunos autónomos deben presentar declaraciones trimestrales para adelantar parte del IRPF, regularizándose al final del año en la declaración de la Renta.
Según explica BBVA, la Agencia Tributaria revisa los ingresos y las retenciones efectuadas a lo largo del año. Si el autónomo ha pagado menos de lo que le corresponde, deberá abonar la diferencia, pero si ha pagado de más, recibirá una devolución.
Tramos de IRPF en 2025
En el sistema de tramos de IRPF en España no se paga un único porcentaje sobre el total de los ingresos, sino que cada parte de los ingresos tributa a un tipo impositivo distinto. Para 2025, los tramos son los siguientes:
- De 0 a 12.450 euros: 19%
- De 12.451 a 20.200 euros: 24%
- De 20.201 a 35.200 euros: 30%
- De 35.201 a 60.000 euros: 37%
- De 60.001 a 300.000 euros: 45%
- Más de 300.000 euros: 47%
Diferentes formas de declarar el IRPF
Los autónomos pueden tributar su IRPF a través de tres métodos distintos, en función de su actividad y facturación:
- Estimación directa simplificada: se aplica a aquellos que facturan menos de 600.000 euros al año y permite restar los gastos deducibles de los ingresos brutos para calcular la base imponible.
- Estimación directa normal: similar a la simplificada, pero permite aplicar beneficios fiscales adicionales, como la reducción del 20% para nuevos autónomos.
- Estimación objetiva o módulos: se basa en unos parámetros fijos establecidos por Hacienda, como el tamaño del local o el consumo eléctrico, y simplifica la contabilidad.
¿Quiénes están obligados a presentar la declaración?
Desde 2024, todos los autónomos deben presentar la declaración de la renta, independientemente de sus ingresos. Hasta 2023, aquellos que ganaban menos de 1.000 euros al año estaban exentos, pero con la nueva normativa de cotización por ingresos reales, la presentación es obligatoria para todos los inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
¿Cómo reducir el pago del IRPF?
Existen varias formas de optimizar la carga fiscal de un autónomo:
- Aplicar todas las deducciones posibles: gastos como el alquiler del local, suministros, seguros o material de trabajo pueden reducir la base imponible.
- Ajustar la emisión de facturas: dentro de los límites legales, es posible retrasar la emisión de facturas al siguiente trimestre para diferir el pago de impuestos.
- Contratar planes de pensiones: las aportaciones a planes de pensiones pueden desgravar en la declaración de la Renta, reduciendo la cantidad a pagar.