Las fusiones bancarias en España en los últimos 20 años han perjudicado a los clientes: los depósitos dan menos rentabilidad y los créditos son más caros

Antes de la crisis económica, cuando existían 20 entidades bancarias, la diferencia entre los tipos de interés de los créditos y los depósitos era menor. En cambio, en el periodo entre 2020 y 2024, con solo ocho bancos, esta diferencia se ha incrementado de forma notable

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Las fusiones bancarias de los
Las fusiones bancarias de los últimos 20 años perjudican a los consumidores. (Montaje de Infobae con un gráfico de Statista)

A menor competencia, peores condiciones para los clientes. Si hay menos bancos y menos ofertas y la demanda es la misma, pues los precios suben. Es la regla básica de la Economía y algo que se aprecia en el sector bancario en España, que con las fusiones que se han producido en los últimos 20 años -desde 2003 a 2024- ha reducido la competencia y los principales perjudicados son los clientes, que enfrentan condiciones financieras más desfavorables.

Esta es la conclusión a la que han llegan los investigadores Luis Medrano-Adan (dek Centro Universitario de la Defensa de Zaragoza) y Vicente Salas (de la Universidad de Zaragoza) en un estudio en el que analizan cómo es la traslación de los tipos de interés oficiales a los tipos de depósitos y créditos. Y la idea es clara: la reducción de entidades, que han pasado de 20 entidades a ocho ha provocado que los depósitos ofrezcan menos rentabilidad y que los créditos sean más caros.

Hipotecas y créditos más baratos y depósitos y letras menos rentables: la cara y la cruz de la bajada de los tipos de interés.

En concreto, estos expertos han estudiado el traspaso de los tipos de interés del mercado interbancario (euríbor) a los tipos de interés bancarios sobre los depósitos y préstamos concedidos a empresas no financieras en España. La investigación revela que, antes de la consolidación bancaria, el traspaso de los tipos de interés era completo. Sin embargo, tras la reducción del número de bancos, “este proceso se volvió incompleto", lo que ha generado una mayor diferencia entre los intereses aplicados a los créditos y los ofrecidos en los depósitos.

Por ponernos en contexto, España es el segundo país de la Unión Europea en el que más aumenta el porcentaje de activos bancarios en sus cinco principales entidades: de un 43% en 2008 a un 70% en 2022, un cambio de 26 puntos porcentuales solo superado por Grecia y Chipre, según datos del Banco Central Europeo. Los tres más grandes son Banco Santander, BBVA y Caixabank, que en total gestionan hasta 29 entidades que antes de la crisis operaban en solitario. De e los últimos años destaca la integración de Banco Popular en el Santander, de Bankia en Caixabank y una que está en proceso: la opa hostil de BBVA a Sabadell.

Menos competencia, más margen para los bancos

El informe destaca que la reducción del número de entidades bancarias ha permitido a los bancos aumentar los tipos de interés en los créditos mientras reducen los rendimientos de los depósitos. En el periodo previo a la consolidación (2003-2008), cuando existían 20 entidades bancarias, la diferencia entre los tipos de interés de los créditos y los depósitos era menor. En cambio, en los últimos cinco años, con solo ocho bancos, esta diferencia se ha incrementado de forma notable.

“En el periodo 2020-2024, el diferencial entre los tipos de interés de los préstamos y los depósitos aumentó significativamente en comparación con 2003-2008, reflejando un mayor poder de mercado de los bancos en un entorno de menor competencia”, apunta el estudio.

Antes de la crisis financiera de 2008, los bancos trasladaban rápidamente los cambios en el euríbor a los tipos de interés de los préstamos y los depósitos

Según los datos del estudio, antes de la crisis financiera de 2008, los bancos trasladaban rápidamente los cambios en el euríbor a los tipos de interés de los préstamos y los depósitos. No obstante, en la etapa posterior a la consolidación, el traspaso de los tipos de interés se ha ralentizado, especialmente en los depósitos, cuyos tipos han crecido mucho menos en comparación con los créditos.

El impacto del euríbor en préstamos y depósitos

El estudio también analiza la evolución del euríbor y su relación con la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). En los periodos de subidas del euríbor (2005-2008 y 2022-2024), se observa un comportamiento distinto en los bancos según el nivel de concentración del mercado. Antes de 2008, los cambios en el euríbor se trasladaban de manera inmediata y completa tanto a los tipos de interés de los créditos como a los depósitos. Sin embargo, en el periodo más reciente, los préstamos han aumentado su coste de forma rápida, mientras que los depósitos han mantenido tipos bajos, lo que incrementa el margen de beneficios de los bancos.

Imagen de archivo de dinero.
Imagen de archivo de dinero. (ShutterStock).

Por ejemplo, el informe estima que para un euríbor del 4%, el tipo de interés de los préstamos a empresas no financieras en 2020-2024 es un 6,66% más alto que en el periodo 2003-2008. En cambio, los tipos de interés de los depósitos a plazo son un 16,67% más bajos, y los de los depósitos a la vista han caído hasta un 70%.

Aumento del poder de mercado de los bancos

El informe subraya que la concentración bancaria ha fortalecido el poder de mercado de los bancos, permitiéndoles fijar precios menos favorables para los clientes. El índice de Lerner, que mide el poder de mercado de una empresa, ha aumentado en el sector bancario tras la consolidación, lo que indica una mayor capacidad de los bancos para imponer condiciones menos competitivas.

Asimismo, la investigación demuestra que la reducción del número de bancos ha llevado a una mayor sensibilidad de los beneficios bancarios a las decisiones de política monetaria del BCE. En un entorno con menos competencia, los bancos pueden aprovechar las subidas de tipos para incrementar sus márgenes, perjudicando a empresas y particulares que dependen del crédito.

Un pensionista saca dinero en
Un pensionista saca dinero en el cajero de su entidad bancaria. (Shutterstock)

Los investigadores concluyen que la consolidación del sector bancario en España ha reducido la competencia, generando un entorno menos favorable para los clientes. Con menos bancos en el mercado, las entidades han aumentado los tipos de interés en los préstamos y han reducido la rentabilidad de los depósitos, lo que se traduce en mayores costes para los prestatarios y menores incentivos para los ahorradores.

Este panorama plantea un desafío para los reguladores, que deberán evaluar si la reducción de la competencia en el sector bancario está afectando el funcionamiento del mercado y la transmisibilidad de la política monetaria en España.