
Aunque desde el siglo VIII se cultiva en China y Japón, no fue hasta finales del XIX cuando esta baya de color anaranjado se introdujo en Europa. El caqui (o persimon) no solo es una experiencia para el paladar por la dulzura de su sabor, sino que también ofrece una serie de beneficios para la salud. Además, al ser una fruta rica en agua, también ayuda a hidratar.
La vitamina C, conocida por su papel crucial en el sistema inmunológico, se encuentra en cantidades significativas en el caqui, según los informes de la Fundación Española de Nutrición (FEN). Esta vitamina es esencial para la síntesis de colágeno, una proteína fundamental para la salud de la piel, huesos y tejidos conectivos. Además, actúa como antioxidante, ayudando a combatir el daño causado por los radicales libres en el cuerpo, lo cual puede contribuir a la prevención de enfermedades crónicas y al envejecimiento prematuro.
Por otro lado, esta fruta es rica en provitamina A, específicamente en forma de b-criptoxantina. Esta sustancia es un carotenoide que el cuerpo convierte en vitamina A, un nutriente crucial para la salud ocular, ya que contribuye a la función de la retina y ayuda a mantener una visión adecuada en condiciones de poca luz. Además, juega un papel importante en la salud de la piel y las mucosas, fortaleciendo las barreras naturales del cuerpo contra infecciones.

Los taninos son compuestos polifenólicos que se encuentran en diversas plantas, incluido el caqui, indica la FEN. Estos compuestos son conocidos por sus propiedades astringentes y antioxidantes. En el caqui, los taninos no solo proporcionan su característico sabor ligeramente amargo, sino que también ofrecen beneficios para la salud digestiva. Los taninos pueden ayudar a reducir la inflamación y a proteger la mucosa gastrointestinal, promoviendo así una mejor salud digestiva general.
Además de estos componentes clave, esta fruta es una excelente fuente de fibra dietética, que, como los taninos, también es esencial para la salud digestiva. La fibra ayuda a regular el tránsito intestinal y puede contribuir a la prevención del estreñimiento y otros trastornos digestivos. También colabora en la estabilización de los niveles de glucosa en sangre, lo cual es beneficioso para las personas que padecen diabetes o están en riesgo de desarrollarla.
En términos de beneficios específicos para la salud, el consumo regular de caqui puede estar asociado con la reducción del riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Esto se debe en parte gracias a su contenido antioxidante y antiinflamatorio, que pueden ayudar a proteger las células del daño oxidativo y a reducir la inflamación en el cuerpo.
Desde un punto de vista nutricional, el caqui es un fruto relativamente bajo en calorías (73 kcal por cada 100 gramos) pero rico en nutrientes esenciales. Por ello, es una opción saludable para quienes buscan controlar su peso sin comprometer la ingesta de vitaminas y minerales esenciales. Además, su dulzura natural lo convierte en una alternativa sabrosa a los postres y tentempiés menos saludables, promoviendo así una alimentación equilibrada.