Receta de croquetas de pollo, el paso a paso más sencillo para un resultado cremoso y con mucho sabor

Crujientes por fuera y cremosas por dentro, estas croquetas son una excelente forma de aprovechar restos de pollo asado o cocido

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Croquetas caseras (Adobe Stock)
Croquetas caseras (Adobe Stock)

Las croquetas son uno de los aperitivos más queridos de la gastronomía española. Son un auténtico imprescindible tanto en las cartas de bares y restaurantes como en el recetario casero de nuestros hogares. Existen muchas maneras de preparar este clásico, variando los ingredientes que dan sabor a la bechamel. Pueden ser carnes o embutidos, como jamón serrano; pescados como sepia o bacalao; setas como boletus; o incluso de sobras, siendo las del cocido el mayor ejemplo de ello.

Una de las formas más populares y deliciosas de preparar esta receta es elaborando unas tradicionales croquetas de pollo. Crujientes por fuera y cremosas por dentro, son una excelente forma de aprovechar restos de pollo asado o cocido, aunque también podemos utilizar cualquier pieza de pollo que tengamos en el frigorífico.

Receta de croquetas de pollo

La clave de unas croquetas perfectas está en la bechamel, que debe quedar cremosa pero con la consistencia adecuada para moldearlas. El secreto de su sabor está en la mezcla equilibrada de pollo, leche y un buen sofrito.

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Tiempo de preparación

  • Preparación de la masa: 20 minutos
  • Reposo: 2 horas (mínimo)
  • Formado y empanado: 20 minutos
  • Freír: 5-10 minutos
  • Tiempo total: Aproximadamente 3 horas

Ingredientes

  • 500 g de pollo cocido y desmenuzado
  • 200 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cucharadas de mantequilla o margarina
  • 3 cucharadas de harina de trigo
  • 1 litro de leche entera
  • 1 pastilla de caldo de pollo (opcional)
  • 1 pizca de nuez moscada
  • Sal y pimienta al gusto
  • 2 huevos
  • 250 g de pan rallado
  • Aceite de girasol para freír

Cómo hacer croquetas de pollo, paso a paso

  1. Preparar la base: En una sartén grande o cacerola, calentar el aceite junto con la mantequilla a fuego medio.
  2. Hacer la bechamel: Añadir la harina y remover constantemente con una cuchara de madera o varillas hasta que tome un tono dorado (aproximadamente 2-3 minutos).
  3. Incorporar la leche: Agregar la leche caliente poco a poco, removiendo sin parar para evitar grumos. Cocinar hasta obtener una bechamel espesa y homogénea.
  4. Sazonar: Desmenuzar la pastilla de caldo (si se usa), añadir nuez moscada, sal y pimienta al gusto.
  5. Añadir el pollo: Incorporar el pollo desmenuzado y mezclar bien con la bechamel. Cocinar a fuego bajo durante unos minutos hasta que la masa se despegue de las paredes de la sartén.
  6. Reposo de la masa: Verter la mezcla en un recipiente, cubrir con film transparente tocando la superficie para evitar que se forme costra, y dejar enfriar en la nevera durante al menos 2 horas.
  7. Formar las croquetas: Con las manos ligeramente enharinadas o con ayuda de dos cucharas, dar forma a las croquetas (pueden ser cilíndricas o redondas).
  8. Empanado: Pasar cada croqueta por huevo batido y después por pan rallado, asegurando una cobertura uniforme.
  9. Freír: Calentar abundante aceite en una sartén a unos 180 °C. Freír las croquetas en pequeñas tandas hasta que estén doradas y crujientes.
  10. Escurrir y servir: Retirar y colocar sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Servir calientes.

¿Cuántas raciones se obtienen de esta receta?

Con estas cantidades, se obtienen aproximadamente 30-40 croquetas, dependiendo del tamaño que se les dé.

¿Cuál es el valor nutricional de cada porción?

Cada croqueta (aproximadamente 30 g) aporta:

  • Calorías: 80 kcal
  • Grasas: 5 g
  • Grasas saturadas: 1 g
  • Carbohidratos: 7 g
  • Azúcares: 1 g
  • Proteínas: 3 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?

  • En la nevera: Hasta 3 días en un recipiente hermético.
  • En el congelador: Se pueden congelar sin freír y duran hasta 3 meses. Para usarlas, solo hay que freírlas directamente sin descongelar.