Las oposiciones están cada vez más demandadas. Miles de españoles se presentan a los exámenes con el objetivo de conseguir una plaza en el ámbito público, que les garantiza un empleo fijo y un buen salario en muchos casos. Esto ha complicado los procesos, pues la competencia es enorme y muchos candidatos cuentan con una gran formación.
Por el contrario, el sector privado supone un riesgo para muchos jóvenes que concluyen sus estudios. La precariedad laboral, los salarios bajos o los contratos no garantizados son algunos de los aspectos que hacen del ámbito privado una opción compleja. El salario mínimo ha subido en los últimos años, pero el número de trabajadores que lo perciben ha crecido y los precios generales son más altos.
Un abogado ha explicado detalladamente estas diferencias que provocan que muchos jóvenes opten por opositar por delante del sector privado. Se trata de un vídeo de @derechovirtual, que cuenta con más de 190.000 seguidores en TikTok.
Ventajas del empleo público
La primera característica más ventajosa de los trabajos del Estado es la tranquilidad que supone lograr un puesto fijo. Al conseguir acceder a una plaza mediante una oposición, se te garantiza un empleo en el ámbito público de por vida, teniendo en cuenta las excepciones que pueden provocar pérdidas del puesto.
Por ello, muchos jóvenes prefieren alargar su etapa estudiantil unos años y prepararse una oposición. La mayoría decide realizar una carrera universitaria antes, pues suma puntos de cara a solicitar una plaza. No obstante, la demanda es gigantesca y un porcentaje pequeño de las personas que se presentan consiguen acceder.
Este abogado explica que no solo se debe a este primer motivo, sino que diferencia económica es cada vez mayor. Si bien es cierto que se pueden alcanzar ingresos enormes en ambos sectores, es más fácil lograr un salario estándar que permita una vida tranquila mediante el empleo público.
La comparación con el sector privado
El vídeo de Derecho Virtual se dirige a la Generación Z, afirmando que “vas a ganar un 43% más en lo público que en lo privado”. Este dato está sujeto a una media, pues existen las excepciones que superan o no alcanzan estas cifras. Esta diferencia se debe a un empeoramiento general de los trabajos privados.
Utiliza como ejemplo el ámbito legal, comparando la situación de un abogado hace décadas y en la actualidad. Según este vídeo, en el año 2000, un estudiante de derecho terminaba la universidad y podía encontrar trabajo en un bufete con un salario de 2000 a 3000 euros. Hoy en día, el equivalente estaría cobrando el salario mínimo.
También compara la situación de los abogados del Estado con los que trabajan para empresas independientes. Muestra una nómina de una mujer menos de 25 años que trabaja para la abogacía pública y cobra más de 40.000 euros anuales. Esta cantidad corresponde a la media que alcanzan los abogados del sector privado en toda su trayectoria.
Vuelve a utilizar su gremio para explicar que un abogado del Estado puede llegar “fácilmente” a los 100.000 euros anuales. Estas diferencias también se replican en estas profesiones, haciendo muy llamativas las ofertas de plazas públicas.
