
La percepción global de la cocina italiana como una tradición milenaria, cuidadosamente preservada por generaciones, ha sido puesta en duda por el historiador Alberto Grandi, quien asegura que muchos de los platos más emblemáticos de Italia tienen orígenes recientes y, en algunos casos, influencias extranjeras.
Según informó BBC Mundo, Grandi sostiene que la cocina italiana, tal como se conoce hoy, es una construcción moderna que no supera las pocas décadas de antigüedad.
De acuerdo con el historiador, quien es profesor de historia económica en la Universidad de Parma, varios de los alimentos y recetas que se consideran pilares de la identidad cultural italiana no tienen raíces tan profundas como se cree.
En una entrevista publicada en 2023 por el Financial Times, Grandi afirmó que la famosa pasta alla carbonara, por ejemplo, fue creada en Italia después de la Segunda Guerra Mundial, utilizando ingredientes proporcionados por el ejército estadounidense, como tocino y yemas de huevo en polvo. Esta declaración contradice la creencia popular de que la receta tiene un origen puramente italiano y ha generado una fuerte reacción en el país.
Un libro y un podcast
El trabajo de Grandi no es nuevo en el ámbito académico ni en el debate público. En 2018, publicó el libro titulado Denominazione di Origine Inventata (Denominación de origen inventada: las mentiras del marketing sobre productos típicos italianos), en el que ya comenzaba a cuestionar la autenticidad de muchos productos y recetas italianas. Posteriormente, lanzó un podcast llamado DOI, donde continuó explorando estas ideas y desafiando las narrativas tradicionales sobre la gastronomía del país.

Sin embargo, fue la entrevista con el Financial Times la que colocó sus teorías en el centro de la polémica. Las afirmaciones de Grandi han provocado un intenso debate en Italia, un país donde la comida no solo es un elemento cultural, sino también un símbolo de identidad nacional.
El tiramisú, ahora considerado el postre italiano por excelencia, probablemente se inventó después de que los Beatles se separaron, según el escritor.
La cocina como construcción cultural
Grandi argumenta que la percepción de la cocina italiana como una tradición inmutable y ancestral es, en gran medida, el resultado de estrategias de marketing y de una construcción cultural relativamente reciente. Según explicó, muchos de los alimentos que hoy se consideran esenciales en la dieta italiana, como ciertos quesos y embutidos, no tienen vínculos históricos tan profundos como se suele creer.
El historiador también señala que la globalización y la influencia de otros países, especialmente Estados Unidos, han desempeñado un papel crucial en la configuración de lo que hoy se entiende como cocina italiana. Grandi sostiene que algunos de los platos más populares de Italia fueron adaptados o incluso creados para satisfacer los gustos de los mercados internacionales, particularmente el estadounidense
Las declaraciones de Grandi han generado una mezcla de indignación y reflexión en Italia. Para muchos, la idea de que platos como la pasta a la carbonara o productos como ciertos quesos no sean tan antiguos como se pensaba representa un ataque a la identidad cultural del país. La cocina italiana es vista no solo como una fuente de orgullo nacional, sino también como un patrimonio cultural que conecta a los italianos con su historia y sus raíces.
El impacto de las declaraciones de Grandi no se limita a Italia. La cocina italiana es una de las más populares y reconocidas a nivel mundial, y sus platos son consumidos y celebrados en prácticamente todos los rincones del planeta. Por esta razón, las afirmaciones del historiador han generado interés y controversia más allá de las fronteras italianas, invitando a una reflexión más amplia sobre cómo se perciben y se valoran las tradiciones culinarias en diferentes culturas.