
El bilingüismo está de moda desde hace décadas. De la consabida importancia de saber inglés, algo en lo que todos los padres y abuelos insisten a los más pequeños, se le ha unido con los años un creciente número de estudiantes de chino, francés, alemán o japonés, por citar algunas de las lenguas más solicitadas en las academias.
Sin embargo, las ventajas sociales o económicas que dominar un segundo idioma puede conllevar no son el único punto a favor del bilingüismo. Y es que, desde hace años, la comunidad científica ha ido demostrando cómo conocer otra lengua y ponerla en práctica habitualmente tiene, además, varios beneficios para la salud.
España tiene ventaja frente al resto
“¿Habla usted castellano?“. Esta es la primera frase del titular de una noticia publicada en el medio francés especializado Science & Vie, donde se han recogido varios de los últimos descubrimientos relacionados con los beneficios para la salud del bilingüismo, empezando por una reciente publicación de un estudio elaborado por expertos de la Universidad McGill (Canadá), los cuales han descubierto que quienes tienen esta habilidad experimentan beneficios claves a la hora de retrasar enfermedades neurodegenerativas.
“Los análisis de redes de todo el cerebro revelan una mayor eficiencia global en individuos bilingües que en monolingües”, señalan en su investigación, publicada en la revista communications biology. No solo eso, sino que “la edad a la que se adquirió la segunda lengua se correlacionó con esta mayor eficiencia, lo que sugiere que la exposición temprana a una segunda lengua tiene efectos positivos duraderos".
En otras palabras: las personas que nacen en entornos bilingües y desarrollan esta habilidad en los primeros años de vida, obtienen estas ventajas. “Algunos países están en mejor situación que otros”, señalan, por su parte, en la revista Science & Vie. La revista cita algunos territorios en los que se da ese bilingüismo, aunque este no se dé en la totalidad de su territorio: Canadá, Sudáfrica, Suiza y España. “Allí, desde muy pequeños, los niños nacidos en estos países y residentes en ellos obtendrán una educación multilingüe a través de la escuela, pero también en casa”.
Los efectos probados
Los resultados obtenidos por los investigadores de la Universidad McGill encajan a la perfección con otras investigaciones, que señalan los efectos de ese mejor funcionamiento cerebral. En 2007, un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de York tasaba en un retraso de hasta cuatro años en la aparición de síntomas de demencia para los hablantes bilingües.
Los resultados de esta investigación fueron aún más allá en 2019, cuando expertos de la Universitat Oberta de Cataluña señalaron que, en investigaciones previas, el bilingüismo no había parecido ser tan ventajoso, “lo que sugiere que podría depender del tipo y grado de bilingüismo”. De este modo, recopilaron medidas clínicas en pacientes con diferentes enfermedades neurodegenerativas y concluyeron que “el bilingüismo activo era un predictor significativo del retraso en la edad de inicio para todas las medidas clínicas en pacientes con deterioro cognitivo leve”.
No parece que para cuestiones más graves el bilingüismo resulte tan decisivo, pero sí parecen más que probados los beneficios de hablar una segunda lengua de cara a ralentizar el deterioro cerebral que se produce con la edad. Un descubrimiento que ayuda a entender tanto el funcionamiento de las enfermedades relacionadas con la demencia -el alzhéimer entre ellas- y el propio ciclo orgánico de nuestro cerebro.