
Las frutas son alimentos esenciales para que nuestro organismo funcione de manera correcta, ya que proporcionan vitaminas, minerales, fibra y agua. El Ministerio de Sanidad recomienda consumir al menos cinco raciones diarias, junto con las verduras, priorizando la variedad. Aunque suelen tomarse como postre, también son una alternativa saludable entre comidas.
Una merienda ideal podría ser un bowl de yogur con arándanos y frutos secos o un smoothie con estas mismas bayas azules. Sin embargo, al parecer, estamos cometiendo un error imperdonable al mezclar esta fruta con lácteos, tal y como indica un estudio.
Por qué no se deben mezclar los arándanos con el yogur
Los arándanos gracias a su contenido en vitaminas, minerales y antioxidantes, ofrecen importantes beneficios para la salud. Según la revista Healthline, uno de los más destacados es su capacidad para reducir los daños en el ADN, lo que podría ayudar a proteger contra el envejecimiento y el cáncer. Sus propiedades antioxidantes también contribuyen a combatir los radicales libres, moléculas que pueden dañar las células y acelerar el envejecimiento. Además, su riqueza en vitamina K favorece la salud del corazón y los huesos, además de desempeñar un papel clave en la coagulación sanguínea.
Pero, al parecer, no estaríamos aprovechando al máximo sus cualidades nutricionales al combinarlos con lácteos. Un estudio liderado por Mauro Serafini revela que esta mezcla perjudica las capacidades antioxidantes y los beneficios de los arándanos.
Las propiedades antioxidantes de los compuestos fenólicos (sustancias que tienen propiedades antioxidantes y pueden impactar en la prevención del daño oxidativo) pueden perder parte de su efecto en el cuerpo porque se unen a las proteínas. Serafini y su equipo analizaron cómo el organismo aprovecha estos antioxidantes y su presencia en la sangre después de comer arándanos.
Cómo se realizó el estudio
El estudio se realizó con 11 voluntarios sanos que tuvieron que consumir las bayas azules en dos ocasiones diferentes: la primera con 200 ml de agua y la segunda con 200 ml de leche entera. Se tomaron muestras de sangre de los participantes de la ingesta antes y una, dos y cinco horas después.
Los resultados reflejaron que al consumir sólo arándanos, aumentó la capacidad antioxidante en sangre y se produjo una mayor concentración de los ácidos cafeico y ferúloco en plasma. Por el contrario, cuando esta fruta se tomó con leche, la capacidad antioxidante en sangre no presentó ningún cambio y hubo una menor absorción total del ácido cafeico.

Lo que los investigadores pudieron ver es que la ingesta de arándanos con leche disminuye sus propiedades antioxidantes en el organismo y reduce la absorción del ácido cafeico, lo que sugiere que la leche y los lácteos podrían interferir en los beneficios de estos frutos.
En el caso de que no se quiera renunciar a la combinación de yogur y arándanos para merendar o a un smoothie fresquito, lo mejor es optar por yogures y bebidas vegetales que aportaran un sabor parecido y no interferirán en el poder en la salud que tienen estas pequeñas bayas azules.