Los alimentos que ayudan a combatir el acné, según los dermatólogos

A pesar de que el acné es una afección cutánea muy frecuente, sigue siendo para muchas personas un motivo de complejo físico, especialmente durante la adolescencia. Este trastorno de la piel ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células muertas, causando puntos negros, puntos blancos o granos.

Aunque existen tratamientos eficaces para el acné, este puede ser persistente y reaparecer periódicamente. Aunque no existe una dieta específica que elimine el acné por completo, ciertos alimentos pueden ayudar a reducir la inflamación, regular la producción de sebo y mejorar la salud de la piel en general, asegura el equipo de dermatólogos de A-DERMA.

Las frutas y verduras son fundamentales en una dieta saludable, y su impacto en la piel es notable. Son ricas en vitaminas, antioxidantes y fibra, lo que las convierte en aliadas perfectas para combatir la inflamación y mejorar la cicatrización del acné.

Incluir una variedad de colores en la alimentación diaria garantiza el aporte de distintos nutrientes beneficiosos para la piel. En el caso de las verduras verdes, como espinacas, brócoli, col, apio, puerro, pepino y calabacín, estas contienen clorofila, un potente antioxidante con propiedades desintoxicantes.

Por otro lado, las verduras y frutas rojas, como tomates, pimientos y frutos rojos, aportan licopeno y flavonoides, que ayudan a reducir la inflamación y protegen la piel del daño oxidativo. Las verduras moradas, como berenjena y remolacha, contienen antocianinas, antioxidantes que favorecen la circulación sanguínea y ayudan a la regeneración celular.

Las de color naranja, como las zanahorias, son ricas en betacarotenos, que el organismo convierte en vitamina A, un nutriente esencial para la regeneración de la piel y la reducción de la producción excesiva de sebo. Consumir una variedad de estos alimentos fortalece la barrera cutánea, reduce la inflamación y mejora la apariencia de la piel propensa al acné.

No todas las grasas son perjudiciales. De hecho, los ácidos grasos omega-3 son esenciales para la salud de la piel y pueden desempeñar un papel importante en la reducción del acné, puesto que tienen propiedades antiinflamatorias que ayudan a disminuir la irritación y el enrojecimiento asociados con los brotes de acné.

Para obtener una buena cantidad de omega-3, se recomienda incluir en la dieta pescados grasos como sardinas, caballa, arenque, trucha y fletán, al menos dos veces por semana. También es beneficioso consumir aceites saludables, como el aceite de oliva virgen extra para cocinar y aceites prensados en frío, como el de linaza, colza o camelina, para aliñar ensaladas y verduras.

Otras fuentes de omega-3 incluyen las semillas de lino, que pueden espolvorearse sobre los platos, y los huevos de gallinas alimentadas con linaza. El consumo regular de estos alimentos puede ayudar a reducir la inflamación en la piel y favorecer la cicatrización de las lesiones provocadas por el acné.

El zinc es otro nutriente esencial que no puede faltar en una dieta enfocada en mejorar la salud de la piel, asegura la clínica. Este mineral juega un papel crucial en la regulación de la producción de sebo y posee propiedades antiinflamatorias, lo que lo convierte en un gran aliado para combatir el acné.

Algunos alimentos ricos en zinc que se pueden incluir en la alimentación son los mariscos, como las ostras, las almejas y otros crustáceos, que son una de las mejores fuentes naturales de este mineral. Para quienes no consumen marisco, también hay opciones como carnes (ternera, hígado y muslo de pollo), legumbres (garbanzos y lentejas) y cereales integrales (avena, quinoa y arroz integral).

Las especias no solo aportan sabor a los alimentos, sino que también poseen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden beneficiar la piel. Algunas de las más recomendadas para combatir el acné incluyen la cúrcuma, que contiene curcumina, un potente antiinflamatorio que puede reducir el enrojecimiento y la inflamación del acné.

Otras especias como el pimentón y el comino ayudan a mejorar la digestión y tienen propiedades antioxidantes. La canela favorece la circulación sanguínea y tiene propiedades antibacterianas, mientras que el jengibre contribuye a reducir la inflamación y mejora la función inmunológica..