Karlos Arguiñano desvela qué ocurre después con los platos que prepara en su programa: “Hay sonido de sables”

En un vídeo de archivo compartido por Atresmedia, el mítico cocinero de la televisión explica dónde va a parar la comida que prepara cada día en el programa

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El cocinero Karlos Arguiñano (Facebook)
El cocinero Karlos Arguiñano (Facebook)

Si pensamos en cocina y en televisión, rápidamente se nos vendrá a la cabeza el nombre de Karlos Arguiñano. El guipuzcoano se ha convertido en uno de los chefs más carismáticos y divertidos de todo el panorama gastronómico español. Gracias a su larguísima trayectoria, las recetas fáciles y sabrosas que prepara en su programa y su característico sentido del humor, Arguiñano continúa triunfando en su programa Cocina abierta de Karlos Arguiñano que, con más de 35 años en antena, sigue siendo uno de los programas más vistos de su franja.

Karlos Arguiñano debutó en la televisión en el año 1989, en la televisión vasca. Sin embargo, pronto dio el salto a la televisión nacional con El menú de cada día, en La 1 de RTVE. Tras pasar por otras cadenas como Telecinco e incluso la televisión argentina, el cocinero fichó por Atresmedia en julio de 2010, con el programa Karlos Arguiñano en tu cocina. Actualmente, el programa del cocinero vasco se llama Cocina abierta de Karlos Arguiñano, e incluye como colaborador a su hijo Joseba. Arguiñano celebró el pasado 2022 sus 7.000 apariciones en antena, y su programa se sigue emitiendo en la franja de mañana de Antena 3.

Eva Arguiñano junto a su
Eva Arguiñano junto a su hermano, Karlos Arguiñano, y su sobrino, Joseba Arguiñano (Cocina Abierta)

En definitiva, el carisma y la experiencia de Karlos Arguiñano han hecho del guipuzcoano un referente, no solo en la cocina, sino también en la televisión. Su programa, a pesar de haber cambiado su nombre y de haberse emitido en distintas cadenas, siempre se ha basado en ofrecer al público soluciones sencillas de preparar y “con fundamento” para las comidas del día a día. La manera en la que Arguiñano enseña paso a paso la elaboración de los platos, sus inconfundibles chistes y anécdotas y su forma de comunicar, con características frases como “Fácil, fácil... Rico, rico”, son la base de su éxito y el de su programa.

Cada día, además de contar en ocasiones con la colaboración de su hijo Joseba, experto en repostería y panadería, Karlos Arguiñano suele mostrar en su programa opciones fáciles y sabrosas para un primer plato, un segundo plato y, a veces, un postre. La variedad y la sencillez de sus recetas, y el apetitoso resultado de los platos, atraen a millones de espectadores cada mañana. Aun así, muchos se continúan preguntando qué ocurre con los platos una vez se acaba de grabar el programa.

Al fin y al cabo, uno de los propósitos de Karlos Arguiñano es cocinar como si estuviera en su casa, “para toda la familia”. Por ello, cuando acaba de grabar un programa, no es poca la cantidad de comida que queda sobre la mesa. En un vídeo de archivo de Atresmedia, compartido por la productora a través de su cuenta de Instagram, se ha podido saber lo que se hace con esta comida una vez se apagan las cámaras: “A partir de la una y media hay sonido de sables, de las cuchillas y los tenedores“.

Karlos Arguiñano cocinando en uno
Karlos Arguiñano cocinando en uno de sus programas de 'Cocina abierta de Karlos Arguiñano'

En dicho vídeo, aparece la famosa presentadora Cristina Pardo, preguntándole a Arguiñano sobre la “leyenda urbana” de que los trabajadores del programa terminan comiéndose los platos que prepara el vasco delante de las cámaras: “Ya sabéis que no se tira nada chavales. Aquí se come todo, todo y rico, rico", confirmaba Arguiñano en uno de sus programas, cuyo fragmento es utilizado para hacer el vídeo.

En otro de estos fragmentos de archivo, Arguiñano respondía de nuevo en otro de sus programas, relatando cómo su equipo espera con ansia el fin de la grabación: “Pues, ¿qué os parece que hacemos? ¿Habéis ido alguna vez a un Aquarium? ¿No les habéis visto a los peces cómo hacen? Pues aquí están todos así“. De todas formas, Karlos Arguiñano explicaba que ”el mayor dolor" de todo el equipo del programa es que, hasta que no acaba la grabación y las cámaras se apagan, no pueden probar nada: “Estamos 15 o 16 aquí en el equipo y haces tu la cazuela esta y están todos oliendo y están deseando”.