Qué es la distimia, el tipo de depresión más difícil de diagnosticar: síntomas y tratamiento

La Confederación de Salud Mental España señala que el 42,1% de los españoles ha experimentado una depresión en algún momento de su vida

Guardar
Mujer con depresión. (Adobe Stock)
Mujer con depresión. (Adobe Stock)

El trastorno depresivo afecta al 4,1% de la población en España y su prevalencia aumenta con la edad, según el estudio sobre salud mental del Ministerio de Sanidad. Además, la Confederación de Salud Mental España señala que el 42,1% de los españoles ha experimentado una depresión en algún momento de su vida.

Abordar la situación lo antes posible, ayuda a que la recuperación sea mucho más rápida. Sin embargo, en muchos casos se busca ayuda profesional cuando el paciente llega a puntos extremos. Además, hay tipos concretos de depresión que no son fáciles de identificar, un ejemplo es la distimia.

07/06/2024 Depresión en jóvenes, imagen
07/06/2024 Depresión en jóvenes, imagen de archivo. SALUD CSIC

Qué es la distimia

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) define la distimia como un trastorno del estado de ánimo que influye en la percepción que una persona tiene de sí misma y de su entorno. Sus primeros síntomas suelen aparecer antes de los 21 años, aunque también puede manifestarse en la adultez.

Conocida como trastorno depresivo persistente, la distimia se caracteriza por una depresión leve, pero prolongada en el tiempo, lo que en algunos casos puede llevar a confundirla con una personalidad depresiva. Sin embargo, a diferencia de esta última, el trastorno distímico presenta episodios de mejoría y permite identificar un punto de inicio, ya que la persona no siempre ha mostrado ese estado emocional.

Cómo saber si una persona tiene distimia

La distimia o trastorno depresivo persistente se caracteriza por un estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, presente más días de los que está ausente, durante al menos dos años en adultos y un año en niños y adolescentes, donde puede manifestarse con irritabilidad.

Durante este periodo de tiempo, y según se indica en el DSM V, deben presentarse al menos dos de los siguientes síntomas: alteraciones en el apetito (poco o en exceso), insomnio o hipersomnia, fatiga, baja autoestima, dificultad para concentrarse o tomar decisiones, y sentimientos de desesperanza. Además, la persona no puede haber estado sin estos síntomas por más de dos meses seguidos.

En algunos casos, los criterios de un trastorno de depresión mayor pueden cumplirse de manera continua durante estos dos años. No debe haber antecedentes de episodios maníacos o hipomaníacos ni cumplirse los criterios para el trastorno ciclotímico. Asimismo, la distimia no puede explicarse por esquizofrenia, trastornos delirantes u otros trastornos psicóticos.

Los síntomas tampoco deben ser consecuencia del consumo de sustancias o de una afección médica, como el hipotiroidismo. Su impacto puede ser significativo en la vida social, laboral y personal de la persona afectada.

Si en algún momento se cumplen todos los criterios para la depresión mayor, se diagnostica este trastorno. En caso contrario, se considera otro tipo de trastorno depresivo especificado o no especificado.

La estrecha relación entre vivienda y salud mental: un estudio revela que el 40% de la población ha sufrido ansiedad y un 23% depresión.

Causas de la distimia

El portal especializado en medicina, Mayo Clinic, señala que la causa exacta de la distimia sigue siendo desconocida, ya que puede deberse a múltiples factores. Entre ellos, destacan las diferencias biológicas, con posibles modificaciones en la estructura del cerebro, y alteraciones en la química cerebral, donde los neurotransmisores podrían desempeñar un papel clave en el desarrollo de la depresión.

También se ha observado una posible predisposición genética, puesto que algunos estudios sugieren que el trastorno es más frecuente en personas con antecedentes familiares de depresión. Además, factores externos como experiencias traumáticas, la pérdida de un ser querido, problemas económicos o niveles elevados de estrés pueden contribuir a su aparición.

El tratamiento de la distimia puede combinar psicoterapia, especialmente la terapia cognitivo-conductual, con antidepresivos, aunque no serán necesarios en todos los casos.

Por otro lado, es importante recordar que es necesario pedir ayuda desde el momento en el que el malestar se sienta inabarcable e interfiera en el día a día, sin importar si existe o no un diagnóstico concreto.

Guardar