Qué es la dieta hiposódica, la alimentación baja en sal que controla la tensión arterial

Este plan de alimentación pretende reducir el consumo de sodio para prevenir enfermedades cardiovasculares

Guardar
Una mujer mayor cocinando (AdobeStock)
Una mujer mayor cocinando (AdobeStock)

Por motivos de salud, algunas personas necesitan reducir la ingesta de sodio en su alimentación. Este mineral es un mineral esencial para el funcionamiento del organismo, ya que participa en la regulación de los líquidos corporales, la transmisión de impulsos nerviosos y la contracción muscular. Sin embargo, su consumo excesivo a través de la sal común se ha asociado con problemas de salud como la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal y retención de líquidos.

El consumo de alimentos ultraprocesados, los embutidos y demás comidas rápidas incrementan la cantidad de sodio que ingerimos diariamente. Por esta razón, la dieta hiposódica se recomienda con frecuencia para aquellos que buscan mejorar su salud y prevenir enfermedades relacionadas con el exceso de sodio, explica la Sociedad Andaluza de Nutrición Clínica y Dietética.

Este tipo de alimentación es especialmente beneficioso para, por ejemplo, personas con la tensión alta. La hipertensión arterial es una condición en la que la presión sanguínea se mantiene elevada de manera crónica. Uno de los principales factores que contribuyen a este problema es el consumo excesivo de sodio, ya que este mineral favorece la retención de líquidos y aumenta el volumen sanguíneo, lo que incrementa la presión sobre las paredes de las arterias. Reducir el sodio en la dieta puede ayudar a disminuir la presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares.

Los pacientes con enfermedades cardíacas, como insuficiencia cardíaca congestiva, deben seguir una dieta hiposódica para evitar la acumulación de líquidos en el cuerpo. Cuando el corazón no puede bombear sangre de manera eficiente, el exceso de sodio provoca retención de líquidos, lo que puede llevar a edema en las extremidades, dificultad para respirar y un mayor esfuerzo del corazón.

Los riñones también pueden verse afectados por un consumo excesivo de sodio, pues son los órganos encargados de filtrar tanto este mineral como otros desechos de la sangre. Cuando los riñones no funcionan correctamente, como en el caso de la insuficiencia renal, el exceso de sodio se acumula en el cuerpo y puede provocar hinchazón, presión arterial elevada y problemas cardiovasculares.

Para evitar complicaciones, los pacientes con enfermedad renal crónica suelen recibir indicaciones médicas para limitar su consumo de sodio. Junto con una adecuada hidratación y una dieta equilibrada, esta medida puede mejorar el funcionamiento renal y reducir la progresión de la enfermedad.

Cinco Tips Para Reducir El Consumo De Sal - Romi Pereiro - Nutrición

Alimentos recomendados en una dieta baja en sal

Para seguir una dieta hiposódica de manera efectiva, es importante conocer qué alimentos son adecuados y cuáles deben evitarse. La Sociedad Andaluza de Nutrición Clínica y Dietética indica que las frutas y verduras son naturalmente bajas en sodio y ricas en potasio, un mineral que ayuda a contrarrestar los efectos negativos del sodio en el cuerpo. Los plátanos, las naranjas, las fresas, las zanahorias, las espinacas, los pepinos y los tomates se recomiendan especialmente.

Los cereales integrales como la avena, la quinoa, el arroz integral y el pan sin sal añadida son opciones saludables para quienes buscan reducir el sodio en su dieta. Además, las legumbres como las lentejas, los garbanzos y las habichuelas son excelentes fuentes de proteínas y fibra sin aportar cantidades significativas de sodio.

Las carnes magras como el pollo, el pavo y el pescado fresco son preferibles en una dieta hiposódica, ya que contienen menos sodio en comparación con embutidos y carnes procesadas.

En el caso del pescado, en especial variedades como el salmón y la trucha, este es una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que benefician la salud cardiovascular. Sin embargo, se debe evitar el pescado en lata con alto contenido de sodio y optar por versiones sin sal añadida.

El queso y otros productos lácteos pueden contener cantidades considerables de sodio, por lo que es recomendable optar por versiones reducidas en sodio o sin sal. La leche descremada y el yogur natural sin azúcar son buenas opciones dentro de una dieta baja en sodio.

Guardar