Por qué cada vez más médicos recomiendan tomar suplementos de vitamina D

La vitamina D es esencial para la absorción del calcio, el principal componente de los huesos, lo que contribuye a su fortaleza y desarrollo. Sin niveles adecuados de esta vitamina, el organismo no puede procesar correctamente el calcio, lo que aumenta el riesgo de enfermedades óseas como la osteoporosis.

Además, tal y como indica el portal especializado en medicina Mayo Clinic, esta vitamina también participa en múltiples funciones celulares, con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras. Con todo ello, cada vez hay más gente a la que el médico le recomienda consumir suplementos de esta vitamina. Pero en España esto es algo que choca, ya que al ser un país con sol, hasta hace pocos años este tratamiento no era nada habitual.

En este sentido, es fundamental mantener la vitamina D en sangre en niveles superiores a 20 nanogramos por mililitro (ng/ml). En países con una alta exposición solar, como España, es más fácil llegar a estos niveles. Sin embargo, no todas las personas logran sintetizar suficiente vitamina D a través de la exposición al sol o la alimentación.

En las últimas décadas, los avances en ciencia y medicina han puesto un mayor énfasis en la monitorización de estos niveles, lo que ha llevado a un incremento en las prescripciones médicas para su suplementación.

Tal y como se indica en Mayo Clinic, la ingesta diaria recomendada de vitamina D varía según la edad. 400 unidades internacionales (UI) para niños de hasta 12 meses, 600 UI para personas de 1 a 70 años y 800 UI para mayores de 70.

Sin embargo, el abuso de suplementos no es recomendable. Un exceso de vitamina D puede aumentar la concentración de calcio en el organismo, lo que podría derivar en depósitos en órganos como los riñones, el corazón, los pulmones o la sangre. Alcanzar niveles tóxicos no es frecuente y no ocurre por una exposición prolongada al sol, sino por un consumo excesivo de suplementos.

La deficiencia de vitamina D provoca dolor muscular, debilidad y molestias óseas en todas las edades. En lactantes, puede causar raquitismo, con cráneo blando y retraso en el desarrollo motor. En niños, afecta el crecimiento óseo, generando deformaciones en la columna y las piernas. En adolescentes, puede provocar dolor al caminar y alteraciones en la pelvis. En adultos, debilita los huesos, aumentando el riesgo de fracturas, especialmente en la columna, la pelvis y las piernas. En casos graves, la falta de vitamina D durante el embarazo puede derivar en espasmos y convulsiones en el recién nacido.

Así pues, más allá de los suplementos, hay otras formas de aumentar los niveles de vitamina d en sangre. Para aumentar los niveles de vitamina D sin suplementos, es fundamental la exposición al sol, ya que la piel la sintetiza al recibir radiación ultravioleta. Se recomienda tomar el sol al menos 15-30 minutos al día en brazos y piernas. También se puede obtener a través de la alimentación, consumiendo pescados grasos como salmón, sardinas y atún, huevos, hígado y lácteos fortificados.