Los trabajadores que sufren una enfermedad o un accidente tienen derecho a un permiso laboral y a una compensación económica mientras estén incapacitados para desempeñar su trabajo. El importe de esta prestación varía en función del tiempo de ausencia y se calcula como un porcentaje del salario habitual. Durante los tres primeros días de baja, no se recibe remuneración. Entre el cuarto y el decimoquinto día, el trabajador percibe el 60% de su sueldo, a cargo de la empresa. Desde el día dieciséis hasta el veinte, el 60% del salario es abonado por la Seguridad Social. A partir del día veintiuno, la prestación aumenta al 75% del sueldo, manteniéndose a cargo de la Seguridad Social.
A menudo, algunos empresarios castigan esta ausencia justificada del empleado al trabajo con el despido, una práctica que genera debate en el ámbito del derecho laboral. Aunque una enfermedad o accidente no pueden ser, por sí solos, motivo de despido, existen circunstancias en las que la empresa puede justificar la finalización del contrato.
¿En qué casos es legal despedir a un empleado en esta situación? Abogados laboralistas señalan cuatro causas en las que un despido durante la baja médica puede considerarse válido.
¿Cuándo te pueden despedir estando de baja?
Lo primero que hay que tener en cuenta, como demuestra la doctrina del Tribunal Supremo es que un despido en esta situación puede ser declarado nulo si se demuestra que la enfermedad fue el principal motivo para la decisión tomada por la empresa. Se trata de un principio basado en la protección de los derechos de los trabajadores con problemas de salud, evitando la discriminación por razones médicas.
Y es que, el Estatuto de los Trabajadores en España establece diversas garantías para quienes se encuentran de baja médica. Unas medidas que buscan prevenir despidos sin justificación y garantizar que los empleados puedan centrarse en su recuperación sin el riesgo de perder su puesto de trabajo.
Sin embargo, como explican desde el bufete de abogados de Fidelitis, hay determinadas circunstancias en las que un empresario puede rescindir un contrato de manera completamente legal, aun cuando el trabajador está de baja:
- Despido objetivo: La empresa puede despedir a un trabajador por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción. Esto ocurre cuando la empresa enfrenta pérdidas, automatiza procesos, reestructura su plantilla o reduce personal por cambios en la demanda. Por ejemplo, si una empresa manufacturera quiere automatizar una línea de producción y tiene que reducir la presencia de operarios manuales.
- Despido disciplinario: Si el trabajador comete una falta grave, como ausencias injustificadas, desobediencia, agresiones o fraude, la empresa puede finalizar su contrato. También puede aplicarse si el empleado realiza actividades incompatibles con su recuperación.
- Despido por incapacidad o ineptitud sobrevenida: Si un trabajador desarrolla una condición que le impide cumplir con sus funciones y no puede ser reasignado a otro puesto, la empresa puede justificar su despido. Sin embargo, la reforma del Estatuto de los Trabajadores permite que el afectado decida si desea continuar en su empleo.
- Despido por cierre de empresa: Si la empresa cesa su actividad, todos los contratos laborales quedan extinguidos, afectando a los empleados sin importar su situación médica.