Jesús Serrano, fisioterapeuta de Cristina Pedroche: “Tener un juanete es como tener los cimientos de una casa resquebrajados”

Chus es uno de los máximos referentes en divulgación de la salud del pie y defensor de la implementación del calzado ‘barefoot’

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Un pie enfermo puede provocar
Un pie enfermo puede provocar patologías a distancia, como problemas de rodilla o artrosis (Imagen cedida)

¿Cuántas plantas enferman porque la maceta en la que se les ha puesto es demasiado pequeña? Con esta metáfora, Jesús Serrano (a quien todos llaman Chus) baja la dirección de la lupa y la dirige hasta los pies. En ocasiones, los grandes olvidados del cuerpo o los menospreciados, pese a ser “los cimientos de nuestra casa” y quienes soportan y construyen los miles de pasos que damos cada día.

Su trabajo como fisioterapeuta y su dedicación por la divulgación, que también la ejerce en sus redes sociales, le ha llevado a la publicación de su primer libro: La salud a tus pies (HarperCollins, 2024). En esta obra, Chus aborda desde su formación profesional y su experiencia personal la importancia de cuidar y entrenar nuestros pies para evitar enfermedades y llevar una vida sin dolor.

Cristina Pedroche es una de las muchas personas a quienes “se le ha caído el velo de los ojos” en cuanto a la filosofía del calzado respetuoso. Para Chus, la colaboradora de televisión es una excepcional paciente porque “cumple siempre con todos sus ejercicios y entrenamientos de pies”.

“Conozco a Cristina desde hace muchos años. Ella me ha ayudado mucho a divulgar esta maravillosa historia de que el pie se entrena y de que el calzado tiene que tener forma de pie. Su hija Laia tiene los pies más sanos del mundo porque el poco calzado que le ha puesto su madre es respetuoso”, asegura el fisioterapeuta en una entrevista con Infobae España.

Pregunta: ¿Cree que tendemos a ningunear las enfermedades relacionadas con los pies? Los juanetes, por ejemplo.

Respuesta: Sí, desde luego. La gente piensa que los juanetes son un tema puramente estético, pero son una disfunción. Empiezan en el dedo gordo, pero provocan patología a distancia. Es como tener los cimientos de una casa resquebrajados: esa casa va a sufrir grietas y movimiento de estructura que va a afectar al tejado. Por eso un juanete no puede pasar desapercibido, hay que ponerle remedio antes de que generen patologías.

P: ¿Cuáles serían esas patologías?

R: En muchas mujeres jóvenes vemos que tienen condromalacia rotuliana, que es un desgaste del cartílago de la rótula de la rodilla. Cuando se les manda sin más a hacer cuádriceps, se queda insuficiente porque siguen corriendo con zapatillas estrechas, con mucha amortiguación y un dedo gordo que no estabiliza internamente el pie. Condromalacia rotuliana, artrosis de cadera, tendinitis en el tobillo... todo eso lo provoca el juanete.

P: ¿Cómo se llega a desarrollar un juanete?

R: La genética del pie ancho sumado a una estructura corporal laxa es comprar papeletas para que tengas juanetes. Esa misma persona que nazca en una tribu de África en la que caminan descalzos va a tener un pie fuerte, musculado y va a evitar el juanete, porque no va a tener el pie encerrado en un zapato que haga que se atrofie.

P: Entonces, ¿es “antinatural” llevar zapatos?

R: Es un tema cultural. El ser humano es inteligente y ante el frío y los cortes con las piedras empezó a usar pieles y zapatos con forma de pie. Pero la evolución (o la involución) de la moda decide que los zapatos son más bonitos estrechos y con tacón. Es la soberbia del ser humano, que se cree más listo que nadie, la que decide poner puntas estrechas y tacón a los zapatos, haciendo enfermar el pie. Hay que utilizar un zapato que tenga la misma forma y tamaño del pie y que respete la biomecánica. Eso se llama calzado barefoot o calzado respetuoso. En sitios calentitos y donde no te pinches (la playa, el césped, en casa, en el gimnasio...) hay que ir descalzo.

P: ¿Usted va siempre descalzo?

R: Casi siempre. En la clínica estoy descalzo todos los días y cuando tengo que ir en zapatos uso siempre calzado respetuoso.

P: ¿Qué beneficios aporta para la salud llevar un calzado barefoot?

R: En general, la gente está a gusto cuando está descalzo en casa, en la playa, la piscina... El beneficio ya es directo y es comodidad porque es como ir descalzo. Es cierto que hay cosas a las que hay que acostumbrarse, porque notas las piedras del suelo, el relieve de la acera, la dureza del asfalto... Y de primeras eso puede chocar porque la gente siempre camina con amortiguación. Donde más beneficio encontramos es en gente que tiene patologías de los dedos comprimidos o un juanete doliente. Si además le añadimos ejercicios en los que abrimos el dedo gordo para separarlo bien y aliviar la articulación, la gente ya no vuelve atrás.

P: ¿Cómo podemos entrenar nuestros pies?

R: Muchos fisios estamos todo el día entrenando tobillos, rodillas, caderas, espaldas... y los pies los dejamos en manos del podólogo para que los encierre dentro de un zapato convencional y una plantilla. Los pies tienen músculos, ligamentos y articulaciones, exactamente igual que una rodilla. Si entrenamos una rodilla se puede entrenar un pie. Empezamos a entrenarlo tumbado, sentado o de pie agarrado a algo si está muy enfermo. Tratamos gomitas, usamos pelotas, plataformas inestables, alfombrillas sensoriales que pinchan un poco, hacemos ejercicios de equilibrio a la pata coja... Al final es sacarle el máximo partido a todos los músculos del pie para mantenerlo sano.

El doctor López Rosetti nos cuenta porqué se nos hinchan los pies.

P: Ha mencionado las plantillas que utilizan los podólogos. ¿Cuál es su opinión sobre ellas?

R: A mí no me gusta ninguna plantilla que no respete la anatomía del pie. Y tampoco me gusta una plantilla rígida porque el pie no es rígido, es flexible, elástico. Me gustan las que están hechas para calzado con forma de pie y son blanditas, flexibles y temporales mientras se cura el pie. Es cierto que hay pacientes con problemas neurológicos o con amputaciones que a lo mejor necesitan una plantilla más o menos dura de por vida, pero son casos que afectan al 0,1% de la población. El resto necesita devolverle la funcionalidad al pie.

P: ¿Pueden las plantillas de uso diario ser perjudiciales para la salud del pie?

R: Todo lo que aísle al pie del suelo es un riesgo porque estás perdiendo sensibilidad y funcionalidad. Una mala plantilla puede atrofiar el pie porque tienen falta de estímulo. Queremos pies de indígena, que están todo el día sintiendo el entorno descalzo. Yo suelo recomendar estar mucho tiempo descalzo en la naturaleza, que es un entorno enriquecedor para trepar, reptar, correr, saltar... así como entrenar en terreno irregular, en la playa, la piscina, coger cangrejos en las rocas descalzos... todo para que el pie trabaje.

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