Firma del II Convenio Colectivo de Fútbol Profesional Femenino entre Liga F, FUTPRO, Comisiones Obreras y Futbolistas ON. (@Kike_Marin_ en X)Parece mentira que, en la liga femenina española, jueguen las mejores futbolistas del mundo: Aitana Bonmatí, Alexia Putellas, Irene Paredes, Patri Guijarro, Olga Carmona, etc. Además, se da la casualidad de que muchas de ellas militan en la Selección Española de fútbol, para el disfrute de los aficionados al deporte rey de nuestro país. Parece mentira que sigan jugando en nuestro fútbol, dadas sus desajustadas condiciones laborales. Sus circunstancias de trabajo no solo pierden la comparación con sus compañeros masculinos de profesión -con quienes la equidad parece ser algo propio de una utopía-, sino que están por muy por debajo de lo que se presupone para un ámbito tan potente como el futbolístico.
Es inconcebible que, para una sociedad supuestamente tan avanzada como la española, las futbolistas de la Liga F (primera división española) vean actualizados sus aspectos sociales, económicas y deportivas de convenio en convenio, cada poco tiempo.
La firma del II Convenio Colectivo de Fútbol Profesional Femenino se rubricó hace unos días, acordado entre Liga F y tres sindicatos del banco social -Comisiones Obreras (CCOO), FUTPRO y Futbolistas ON-. Sin embargo, los sindicatos Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y UGT se descolgaron del acuerdo por considerar que “no representa una mejora cualitativa”, según afirman en sendas notas de prensa.
Uno de los principales reclamos de las jugadoras era el relativo a los salarios. Este último acuerdo ha consolidado y aprobado los puntos de mejora exigidos en la huelga de septiembre del 2023: un aumento escalonado en el salario mínimo de las futbolistas. En este sentido, durante la presente temporada, las deportistas pasarán a cobrar 22.500 euros, una suma que aumentará hasta los 23.500 euros en la temporada 25/26. Esto quiere decir que, en 2026, año final de la vigencia del convenio, las mujeres futbolistas de la Liga F percibirán 1.331 euros mensuales en 14 pagas, relativamente cerca de los 1.184 euros del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
No obstante, con la nueva negociación, se crea una prima de antigüedad de 800 euros por cada temporada completa que una futbolista permanezca en su club, a partir del tercer año.
Para proteger a las mujeres frente a un potencial caso de acoso -laboral, sexual, físico o de cualquier índole-, el texto recoge el desarrollo de un nuevo protocolo de acoso, el cual cuenta con las siguientes medidas: asistencia psicológica, comité de investigación del expediente ajeno al club de la futbolista y plazos de resolución más breves.
Es innegable que el asunto de la maternidad es uno de los principales puntos a mejorar y uno de los principales quebraderos de cabeza para las partes negociadoras del convenio. Así, en el reciente convenio, se establece que la Liga F crear escuelas infantiles durante los entrenamientos y partidos hasta los tres años del hijo/a de la futbolista, al igual que salas de lactancia.
La última jornada de la Liga F evidencia la necesidad de instaurar el VAR en el fútbol femenino: hasta tres goles en fuera de juego. Además, las futbolistas embarazadas tendrán la posibilidad de aceptar la renovación automática de un año, propuesta obligatoriamente por su equipo. Asimismo, las propias entidades deportivas tendrán que contar con la presencia de personal especializado para garantizar el bienestar físico y mental de sus jugadoras durante el embarazo y posparto.