La quinoa se ha consolidado como un alimento base en las cocinas de todo el mundo. Su alto contenido en proteínas, minerales esenciales y vitaminas, ha hecho que muchas personas decidan incluirla diariamente en su dieta.
De acuerdo con la Fundación Española de Nutrición (FEN), la quinoa contiene entre un 13 % y un 16 % de proteínas, lo que la convierte en una fuente proteica destacada frente a otros cereales. Además, aporta un perfil completo de aminoácidos esenciales, aquellos que el organismo no puede sintetizar, lo que la hace especialmente importante en dietas veganas y vegetarianas.
Pero esto no es todo. En el ámbito mineral, la quinoa es una fuente de magnesio, cobre, hierro, zinc, potasio y manganeso, nutrientes fundamentales para la función muscular, el sistema inmunológico y la producción de energía. También es rica en vitaminas del grupo B, clave en el metabolismo energético, y en vitamina E, un antioxidante que contribuye a la protección celular frente al estrés oxidativo. Para aprovechar al máximo sus propiedades nutricionales, hay que tratar la quinoa de forma adecuada. Por ello, es importante seguir ciertas recomendaciones a la hora de cocinarla.
Cómo cocinar la quinoa
Aunque cocinar quinoa parece sencillo, es común cometer errores que pueden hacer que quede pastosa o amarga. Sigue estos pasos para conseguir una textura esponjosa y deliciosa:
- Lava bien la quinoa. Esto es fundamental. Antes de cocinarla, tienes que enjuagar la quinoa bajo agua fría. Esto elimina la saponina, un compuesto natural que le da un sabor amargo y terroso. Usa un colador de malla fina y frota suavemente los granos con las manos durante unos segundos.
- Utiliza la cantidad de agua correcta. Para una quinoa perfecta, usa la proporción 1 taza de quinoa por 2 tazas de agua o caldo. Esto asegura que los granos absorban la cantidad justa de líquido y queden sueltos y bien cocidos.
- Cocínala a fuego lento. Lleva el agua con la quinoa a ebullición en una cacerola. Luego, reduce el fuego al mínimo, tapa la olla y deja cocinar durante 15 minutos sin destapar. Una vez que el líquido se haya absorbido, apaga el fuego y deja reposar 5 minutos más.
- Suelta los granos con un tenedor. Después del reposo, usa un tenedor para remover la quinoa y separar los granos. Esto evitará que se apelmace y le dará una textura más esponjosa.
Cómo mejorar el sabor de la quinoa
Aunque la quinoa es un alimento nutritivo, su sabor puede resultar poco atractivo si no se cocina adecuadamente. De esta forma, existen algunas técnicas que pueden ayudar a mejorar su gusto. Por ejemplo, puedes tostar la quinoa antes de hervirla. Para ello, basta con calentarla en una sartén sin aceite durante dos o tres minutos antes de añadir el agua. Este proceso intensifica su aroma y le aporta un ligero toque a nuez.
Otra opción es sustituir el agua por caldo de verduras, pollo o incluso leche de coco durante la cocción. Esto hace que los granos absorban más sabor y adquieran una textura más rica. El uso de especias y hierbas también es una alternativa para potenciar su gusto. Laurel, ajo, cúrcuma o comino son algunos de los condimentos que pueden incorporarse para darle un matiz más aromático y variado a cada preparación.