Hace años ya que el brunch se puso de moda en España. Cada vez más personas se han ido sumando a la tendencia, una que consiste básicamente en combinar el almuerzo y el desayuno, y que se suele disfrutar, por regla general, entre las 11:00 y las 13:00 horas. En las mesas de aquellos que lo disfrutan van pasando huevos revueltos, croissants, tortitas, yogures con avena, batidos, bagels, bacon, galletas, fruta cortada... Todo ello maridado con un café con leche o, para los más atrevidos, una buena mimosa.
Hay decenas, por no decir cientos, de cafeterías y restaurantes en Madrid que se han sumado a la ola y que sirven su propia oferta de brunch. Pero no todas son iguales. Ni mucho menos todas ellas tienen detrás a un chef galardonado con dos estrellas Michelin. Este es el caso del almuerzo que cada domingo se disfruta en el restaurante Papagena, uno de los locales más lujosos y con mejores vistas de toda la capital.
Su ubicación, en la sexta planta del Teatro Real, permite a este restaurante unas vistas privilegiadas hacia el Palacio Real y la Plaza de Oriente, enmarcadas en sus ventanas como si de un cuadro se tratara. El origen del nombre de este restaurante hay que buscarlo en la propia historia de la ópera. Papageno es uno de los personajes principales de La flauta mágica, de Wolfgang Amadeus Mozart, todo un clásico del teatro.
A la batuta de la cocina de este restaurante, que bebe de la música y el arte, se encuentra el chef catalán Ramón Freixa, reconocido con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol, encargado de diseñar la oferta culinaria del lugar. Él es la mente detrás de su carta de comidas y de cenas, pero también de su menú degustación de brunch, un banquete dulce y salado que tiene un precio de 66 euros por comensal.
El menú de brunch con dos estrellas Michelin
El despliegue de platos que componen este brunch se divide en un menú de ‘cuatro actos’. La función empieza con ‘A Disfrutar’, un surtido de bocados que incluye, entre otras cosas, un cóctel semisólido de yogur y guayaba, croissants con láminas de oro, porras rellenas de jamón y una mille crepe, es decir, una tarta de crepes, rellena de salmón.
El segundo acto de este menú, pensado para compartir entre los presentes, contiene una selección de fruta y también de quesos y embutidos. A tenor de suplementos, se pueden probar también sus tostadas de pan de semillas con jamón Ibérico y tomate, croquetas de jamón o coca de anchoa y mantequilla ahumada.
El brunch continúa con una selección de platos que hacen honor a los imprescindibles de este moderno almuerzo. Así, en el menú aparecen opciones entre las que elegir una, como los huevos benedictinos con jamón o salmón, pancakes con bacon y sirope de arce, un bagel de aguacate, burrata y mango y un gofre acompañado por pollo.
Como broche final, el último apartado del menú, ‘Un dulce final’, incluye cinco bocados dulces llenos de originalidad, con recetas como los ‘labios de chocolate’, los chupitos de infusión de hinojo y naranja o el diamante de vainilla y avellana.