Antonio Banderas es, sin lugar a dudas, uno de los malagueños que más y mejor ha exportado el nombre de Málaga fuera de nuestras fronteras; su cultura, su tradición, su historia y también su gastronomía. Más allá de su trabajo sobre los escenarios, el actor está invirtiendo en la ciudad de la Costa del Sol, a través de negocios gastronómicos y artísticos que pretenden impulsar su desarrollo.
Su inversión comenzó en el que es su terreno, el de la actuación. El histórico teatro malagueño Alameda había tenido que cerrar sus puertas en 2018 y él lo volvió a abrir apenas un año después, en noviembre de 2019, para poner a disposición de sus vecinos un espacio en el que poder disfrutar del arte y el teatro. Su reapertura, rebautizado como Teatro del Soho, inició una aventura empresarial en toda regla para el actor.
Dejando a un lado el mundo del séptimo arte, Banderas ha puesto su granito de arena en la gastronomía de la ciudad con varias aperturas a través del Grupo Tercer Acto. A partir de este concepto, el grupo se lanzó a abrir una serie de restaurantes con el teatro como inspiración, ubicados en su mayoría junto al propio Teatro Soho Caixabank. Sus nombres giran en torno al mundo de la escena y cada uno de ellos cuenta con su propia propuesta gastronómica.
Tras el éxito de estos negocios, el grupo ha seguido expandiendo su labor empresarial con otros restaurantes, algunos de apertura reciente y otros auténticos mitos de la escena gastronómica malagueña. En total, el grupo cuenta con seis restaurantes repartidos por la ciudad, cada uno de ellos con una personalidad y propuesta gastronómica propias.
Tercer Acto
Con el mismo nombre que el propio grupo, es el bar que Banderas abrió para que los asistentes a su teatro pudieran comer después de las funciones. Ubicado dentro del propio teatro, este gastrobar sirve platos de la cocina mediterránea fusionados con gastronomía japonesa, así como una gran oferta de coctelería de autor. En sus mesas se puede probar su tartar de atún rojo, el tiradito, su rodaballo, el canelón de rabo de toro o alguna de las piezas de su variada selección de sushi.
Doña Inés
Situado en el hotel Room Mate Valeria (plaza Poeta Alfonso Canales, 5), este local nos ofrece conocer la historia de amor entre doña Inés y don Juan Tenorio a través de la gastronomía. En Doña Inés, de nuevo se vuelve a apostar por la fusión con lo que llaman un romance gastronómico. Dentro de este local hay platos de la cocina tradicional, entre los que se encuentran los arroces, pero también hay carnes y pescados propios de una parrilla contemporánea.
La barra de Doña Inés
Este local nace como una segunda parte de Doña Inés, esta vez en forma de taberna con un toque tradicional pero innovador. El producto estrella son las tapas, en las que utilizan la base de las recetas tradicionales, pero dándoles un giro de lo más original. Priman los sabores de Andalucía, con recetas como tortilla, boquerones, flamenquines o gazpacho. El objetivo es recrear la esencia más tradicional de las tabernas y hacerlo en una de las calles más emblemáticas de Málaga, la Alameda Principal.
Atrezzo
En Atrezzo (C/ Casas de Campos, 2), el grupo Tercer Acto hace una incursión en la que es una de las gastronomías más populares del mundo; la italiana. En un gran espacio abierto de cerca de 300 metros cuadrados, la carta del restaurante nos traslada al corazón de Italia con sus pizzas, de estilo Napolitano, su amplia gama de antipasti y pastas elaboradas de forma artesanal.
La Pérgola del Mediterráneo
En el Real Club Mediterráneo de Málaga podemos encontrar La Pérgola del Mediterráneo, la última apertura de Grupo Tercer Acto. Su seña de identidad es la cocina tradicional malagueña, elaborada con el mejor producto local. Desde pescados capturados en el día hasta una selección extraordinaria de arroces, su carta se acompaña de una selección de cócteles, marca personal de la casa.
El Pimpi, desde 1971
Antonio Banderas también cuenta con una participación importante de uno de los emblemas gastronómicos de la ciudad de Málaga: El Pimpi. Las puertas de esta taberna tradicional se abrieron por primera vez en 1971 y, incluso antes de que comprara las acciones, ya era uno de los establecimientos favoritos del actor. Banderas no será accionista mayoritario del establecimiento, al que va con frecuencia a tomar un vino o a comer con su familia.
Se trata de una de las bodegas con más solera de la capital, donde es posible disfrutar de la gastronomía local y de los vinos de la tierra pero, sobre todo, de la tradición y cultura propias del sur de España. Su pringá es uno de los productos más legendarios del mundo, un guiso de carne de cerdo, morcilla y chorizo.
De la mano de este icónico local, Banderas y otros accionistas se adentraban el pasado 2024 en la apertura de un nuevo establecimiento en el complejo hotelero de gran lujo de Puente Romano, en Marbella (Málaga). El Pimpi ha trasladado hasta allí su carta llena de carisma y esencia andaluza, fruto de sus más de 50 años de tradición.