Los propietarios que han transformado sus pisos en punto de recogida de paquetes: “Ganamos hasta 200 euros al mes”

En el corazón de París y la región de Île-de-France, los pasillos, vestidores y salones de muchos hogares se han transformado en improvisados puntos de relevo para la entrega de paquetes. Este fenómeno, impulsado por el crecimiento del comercio electrónico, permite a particulares recibir y almacenar paquetes para sus vecinos a cambio de una pequeña remuneración. Esta práctica, gestionada principalmente a través de plataformas como Welco y Pickme, está ganando popularidad entre personas que buscan complementar sus ingresos mientras permanecen en casa.

Esta actividad se ha convertido en una opción atractiva para teletrabajadores, trabajadores nocturnos y personas que pasan la mayor parte del tiempo en sus hogares. Por ejemplo, Salim Sabir, un crupier de casino que trabaja de noche, ha encontrado esta actividad una manera de aprovechar sus días libres. Tal y como ha informado Actu Paris, desde 2022, Sabir recibe paquetes para sus vecinos, lo que le genera entre 40 y 60 euros al mes. Aunque no es una suma significativa, este ingreso adicional le permite cubrir pequeños gastos para su familia. “Si voy a estar en casa, también puedo ayudar a los vecinos y conocer gente nueva”, ha explicado Sabir al medio francés.

El modelo de negocio detrás de esta tendencia está liderado por dos plataformas principales: Welco y Pickme, ambas fundadas en 2019. Welco, con sede en Lyon, cuenta con aproximadamente 50 puntos de relevo activos en París y sus alrededores, gestionando un promedio de 1.600 paquetes al mes. Los usuarios de esta plataforma recibe una compensación de 20 céntimos por paquete entregado.

Por su parte, Pickme ha experimentado un crecimiento notable en la región parisina, con 65.000 usuarios registrados, de los cuales 121.000 se encuentran en la capital. Esta plataforma ofrece una remuneración más atractiva, de 40 céntimos por paquete, además de bonificaciones por volumen. Según explicó Sabir, “cuantas más entregas hagas, mejor te pagan. Ganas 5 euros después de 10 recepciones”. Estas cifras reflejan cómo estas plataformas están incentivando a más personas a unirse a esta red de puntos de relevo privados.

Además de los beneficios económicos, esta práctica también tiene un impacto social y ambiental. Según las plataformas, los puntos de relevo privados ofrecen horarios de apertura más flexibles que los puntos de entrega tradicionales, lo que facilita la recogida de paquetes para los clientes. Asimismo, contribuyen a reducir el número de entregas fallidas, un problema común en el comercio electrónico, y fomentan el contacto humano entre vecinos.

Sandra Soares, conserje de un edificio en el centro de París, es un ejemplo de cómo esta actividad puede integrarse en la vida cotidiana. Desde diciembre de 2022, Soares ha convertido su vestidor en un punto de relevo para Pickme, recibiendo hasta 25 paquetes diarios en épocas de alta demanda, como el Black Friday o las festividades navideñas. Este ingreso adicional, que oscila entre 150 y 200 euros al mes, le permite cubrir gastos esenciales como la compra de alimentos. “La gente cada vez hace más pedidos por internet, no para nunca”, comentó Soares al medio.

Aunque la mayoría de los participantes en esta actividad destacan los aspectos positivos, también enfrentan desafíos. Chloé Gérardie, una antigua diseñadora de vestidos de novia que ahora trabaja desde casa, señaló que, aunque disfruta del contacto humano, ocasionalmente debe lidiar con clientes impacientes o exigentes. “Algunos se enfadan porque tienen que concertar una cita conmigo para recoger su paquete”, explicó Gérardie. Sin embargo, esta parisina treintañera valora la oportunidad de ganar unos 60 euros al mes mientras conoce a nuevas personas y realiza una labor útil para su comunidad.

Por otro lado, la logística puede ser un reto, especialmente cuando se reciben grandes volúmenes de paquetes. Sabir, por ejemplo, contó que en una ocasión recibió hasta 60 paquetes al mismo tiempo, lo que lo llevó a organizar su pasillo en dos áreas separadas: una para los paquetes en espera y otra para los que están listos para ser entregados. Además, algunos paquetes pueden ser especialmente voluminosos, como un sillón o incluso un paquete del tamaño de una pequeña nevera, según compartió Soares.