Aprender a lavar y almacenar los alimentos en nuestras despensas y frigoríficos es un paso imprescindible para garantizar una dieta saludable y segura. Especialmente las frutas y verduras, como, por ejemplo, las fresas o las uvas, pueden contener restos de pesticidas, tierra y otras formas y suciedad, lo que hace imprescindible lavarlas correctamente antes de consumirlas.
Aunque lavar las frutas simplemente con agua corriente puede hacer mucho por eliminar la suciedad en frutas y verduras, hay otras formas de desinfectar nuestros frescos de una manera aún más efectiva. Eso sí, hay que hacerlo correctamente, de lo contrario, correremos el riesgo de estropear nuestros alimentos antes de tiempo.
¿Cómo lavar las uvas en profundidad?
Para conseguir un producto limpio y saludable no es necesario recurrir a productos especiales. Así lo advierta la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que aclara que no es necesario recurrir a jabones, detergentes o limpiadores comerciales para lavar frutas y verduras. Según la FDA, no existe evidencia alguna de que estos productos sean más efectivos que el agua corriente, y su uso podría representar un riesgo para la salud, ya que las frutas y verduras podrían absorber los químicos presentes en estos productos.
Si, más allá del agua, queremos recurrir a un ingrediente más potente para deshacernos de los posibles restos perjudiciales en nuestra fruta, el tecnólogo de alimentos Xiaonan Lu, PhD, profesor de la Universidad McGill y miembro de la División de Microbiología Alimentaria del Instituto de Tecnólogos Alimentarios, tiene la solución. Según el investigador, el bicarbonato de sodio es un aliado perfecto para esta misión. El profesor recomienda disolver una cucharadita de bicarbonato en dos tazas de agua. Las uvas deben reposar en esta mezcla durante 15 minutos y, posteriormente, enjuagarse a fondo bajo agua fría.
“El bicarbonato de sodio es especialmente eficaz para eliminar los residuos de pesticidas”, dice Lu, que también sugiere utilizar vinagre blanco destilado para limpiar las uvas. “También puedes remojar las uvas en una solución de una parte de vinagre por tres de agua durante 10 o 15 minutos. Este método ayuda a inactivar ciertas bacterias y a eliminar algunos pesticidas”, asegura el experto.
El cuándo también importa
No solo es importante saber cómo limpiar la fruta, sino también en qué momento hacerlo. De elegir un mal momento para ello, podemos llegar a comprometer la durabilidad de nuestros productos, haciendo que maduren o se estropeen antes de tiempo.
Lo explica Ben Thomas, director de medio ambiente en Waitrose, la principal cadena de supermercados en Reino Unido. “Si lavas la fruta blanda y luego la metes en la nevera, la humedad puede acelerar el proceso de descomposición y acabará rápidamente hecha papilla”. Si quieres lavar los alimentos frescos, especialmente frutas como las fresas, los frutos rojos o las uvas, será preferible hacerlo justo antes de comerlos y no antes de guardarlos en nuestro frigorífico.
Si, igualmente, decides lavar tus piezas de fruta con anticipación, asegúrate de secarlas completamente con una servilleta de papel para así evitar que absorban más humedad de la necesaria, lo que fomentaría el crecimiento de moho y bacterias.