Cómo hacer calamares veganos a la romana: una versión innovadora de un aperitivo clásico

El domingo es sinónimo de paseo al sol por la mañana, vermú y aperitivo en la terraza de un bar. Qué mejor acompañamiento que unos calamares a la romana pintados de dorado por la fritura, con ese toque ligero a limón y con un fino alioli al lado. A pesar de que su nombre nos pueda llevar a equivocación, este plato no viene de Roma. Se cree que se le añadió lo de “romana” por una costumbre adoptada por los misioneros jesuitas romanos.

Durante los periodos de vigilia, especialmente en torno a la Cuaresma, estos religiosos buscaban maneras de hacer más llevadero el ayuno o la abstinencia. Para ello, solían consumir verduras y pescado, generalmente rebozados y fritos, con el objetivo de aportar más sabor y consistencia a sus comidas, tal y como se detalla en la página de La Tasquita de Min.

Una posible explicación sobre el origen de los calamares a la romana se remonta al siglo XVI y se vincula a un misionero jesuita que partió de Portugal hacia Japón, concretamente a Nagasaki, con la misión de evangelizar. Aunque su labor religiosa no tuvo un gran impacto, su método de preparación culinaria llamó la atención de los cocineros locales. Estos observaron su hábito de rebozar pescado en los llamados tempora ad quadragesimae (tiempos de vigilia). De ahí deriva la palabra “tempura”, utilizada en la cocina japonesa. La expresión “a la romana”, por su parte, está relacionada con el origen latino de tempora, reforzando el vínculo entre esta técnica y la tradición romana.

A lo largo de los años, la receta de este plato típico de la gastronomía española poco ha variado; sin embargo, sí que se ha adaptado para que las personas que tienen una dieta vegana los puedan consumir. La magia de esta preparación reside en el uso de productos vegetales que imitan tanto el sabor como la textura del calamar, logrando un resultado sorprendente.

El tiempo de elaboración total de este plato es de una hora. La preparación de ingredientes llevará 15 minutos, el marinado 30 minutos y el rebozado y fritura 15 minutos.

• 2 latas de palmitos (o 300 g de seitán firme).
• 1 hoja de nori triturada (para el sabor marino).
• 1 taza de harina de garbanzo.
• 1/2 taza de agua fría.
• 1 cucharadita de cúrcuma (para el color).
• 1 cucharadita de ajo en polvo.
• Sal y pimienta al gusto.
• 1 taza de pan rallado.
• Aceite vegetal para freír
• Limón en rodajas (para servir)

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1. Lo primero es preparar el sustituto del calamar. Para ello, corta los palmitos en anillos de aproximadamente 1 cm de grosor. Si usas seitán, haz rodajas y utiliza un molde circular para dar forma de aro.
2. En un bol, mezcla la hoja de nori triturada, agua y una pizca de sal. Coloca los aros en la mezcla y deja marinar durante 30 minutos para que absorban el sabor marino.
3. En otro recipiente, combina la harina de garbanzo con agua fría, cúrcuma, ajo en polvo, sal y pimienta. Remueve hasta obtener una textura de masa espesa, similar a la de un yogur.
4. Pasa cada aro marinado por la masa de garbanzo, asegurándote de cubrirlo bien, y luego por el pan rallado.
5. Calienta abundante aceite en una sartén profunda. Fríe los aros rebozados durante 2-3 minutos por lado, hasta que estén dorados y crujientes. Colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
6. Presenta los calamares veganos acompañados de rodajas de limón y tu salsa preferida, como alioli vegano o mayonesa de soja.

Con las cantidades indicadas, esta receta rinde 4 porciones como aperitivo o tapa.

Cada porción contiene aproximadamente:

• Calorías: 210
• Grasas: 8 g
• Grasas saturadas: 1 g
• Carbohidratos: 30 g
• Azúcares 1 g
• Proteínas: 6 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados.

Los calamares a la romana veganos se conservan bien en el refrigerador hasta 3 días, guardados en un recipiente hermético. Para disfrutar su textura crujiente, se recomienda recalentarlos en el horno o en una freidora de aire.