El pan es uno de los pilares fundamentales de la gastronomía española. Sempiterno en nuestras mesas, para desayunar, comer o cenar, la tradición que rodea a este alimento ha tomado un nuevo rumbo en los últimos años, dándole cada vez más valor al proceso artesanal, los ingredientes de calidad y el tiempo de fermentado. Son muchos los artesanos que trabajan la harina en todo el país, pero, al menos durante lo que queda de este 2025, el honor de ser el mejor panadero de toda España lo tiene el propietario de un obrador situado en un pequeño pueblo de Toledo.
Ángel Ruiz, propietario de la panadería Ruiz Benayas en Maqueda, ha sido galardonado con el título de Mejor Panadero de España 2024, un concurso organizado por Panàtics y Pan de Calidad, dos plataformas que cada año premian la excelencia en el sector con sus reconocidas “estrellas Michelin” del pan. Este reconocimiento llega tras un riguroso proceso de selección que incluyó catas anónimas de casi 700 panaderías de todo el país, tras las cuales el jurado premió a este panadero toledano.
El jurado, compuesto por expertos como Carlos Martín, Florindo Fierro, Pere Fàbrega, Eduardo Úbeda y Manuel Flecha, evaluó aspectos clave como la forma, greña, cocción, aroma, aspecto visual, sabor, crocancia y estructura en boca. La hogaza de masa madre de Ángel Ruiz, elaborada con harina de trigo, harina ecológica molida a la piedra y centeno integral ecológico, destacó por encima del resto de opciones por su calidad excepcional. Este pan, que se fermenta durante 48 horas para mejorar la digestión al degradar el gluten, ha colocado el pueblo toledano de Maqueda en el mapa de la panadería de autor en España.
Este no es el primer reconocimiento a la labor artesanal de Ruiz, quien ya había sido destacado otras ocasiones. En 2021, recibió el premio “Miga de Oro”, consolidando su reputación como uno de los mejores panaderos del país. Su pasión por el pan es una tradición familiar que se remonta cuatro generaciones atrás. Tanto él como su hermano decidieron seguir la estela de sus antepasados y dedicarse a la panadería. Mientras que su hermano se quedó con la panadería de sus padres en La Puebla de Montalbán, Ángel se trasladó a Maqueda y abrió su propio obrador.
Esta panadería no solo destaca por su galardonada hogaza de masa madre. El obrador de Ruiz cuenta en sus estanterías con una oferta de lo más diversa; los clientes pueden encontrar más de 40 variedades de pan, todas elaboradas de manera artesanal y con procesos de amasado lento. Entre las opciones más populares se encuentran el pan de chorizo, el de queso, el de espelta integral, el de aceituna, el de tomate y el de pistacho. Sin embargo, el pan candeal, hecho a mano en un horno tradicional de leña, es el más demandado por los consumidores. Además del pan, Ruiz también se dedica a la elaboración de productos dulces, como pastas, matecados, galletas, roscones, panetones y otros postres tradicionales.
Un pueblo toledano con encanto... Y buen pan
Las maravillas que Ángel Ruiz hornea en su obrador son solo una razón más por la que visitar Maqueda, un bonito pueblo toledano a tiro de piedra de Madrid ideal para una escapada rápida de fin de semana.
Este municipio, con 504 habitantes (INE, 2024), se sitúa al norte de la provincia de Toledo. Quien visite Maqueda podrá descubrir los restos de su antigua muralla árabe y otros elementos de interés como la Iglesia de Santa María de los Alcázares. Pero, sin duda, lo que atrae todas las miradas es el imponente Castillo de la Vela, que presume de una conservación inmejorable.
Ubicada en un punto estratégico, sobre un cerro y en un cruce de caminos, Maqueda ha sido testigo del paso de culturas y civilizaciones diversas a lo largo de su extensa historia. Es probable que, en sus orígenes, esta localidad sirviera de asiento a un castro ibero-celta, tras lo cual los romanos se asentaron, como reflejan testimonios arqueológicos y numismáticos. También los árabes dejaron su impronta imborrable en la arquitectura y en el nombre de la villa, denominándola “Maqqada”, que significa “estable, fija, firme”. Ganada por los cristianos durante la reconquista, no fue hasta llegado el siglo XV que sus calles y su castillo lograron su espectacular aspecto actual.