Los bebés que duermen la siesta en el exterior a temperaturas bajo cero: así es la curiosa tradición de los países nórdicos

Esta práctica aporta beneficios como una mejor calidad de sueño o la reducción de la exposición a gérmenes en comparación con el sueño en espacios cerrados

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Un bebé duerme dentro del
Un bebé duerme dentro del cochecito en la nieve.

Encontrarse un bebé durmiendo en el exterior, incluso cuando las temperaturas descienden por debajo de los 0 °C, no es una cosa extraña en países como Finlandia, Dinamarca o cualquier otro país nórdico. Al contrario. En estos países, es común que los padres dejen a sus hijos haciendo la siesta en el exterior, bien sea en el jardín o terraza de su vivienda o en espacios públicos o de establecimientos dedicados a este fin. Esta costumbre, tan inusual en otras partes del mundo, se basa en la creencia de que los bebés duermen mejor y durante más tiempo si están expuestos a aire fresco. Eso sí, abrigados con la ropa necesaria.

La conversación sobre esta tradición cultural ganó atención en redes sociales después de que la música danesa Amalie Bruun compartiera una imagen en Instagram con su hijo Otto, de cuatro meses. Aunque en la foto el bebé estaba despierto, Bruun explicó que su hijo “duerme afuera la mayor parte del tiempo”. Este comentario generó una ola de respuestas de otros padres nórdicos, quienes confirmaron que también siguen esta práctica y compartieron sus razones para hacerlo.

En países como Dinamarca, donde enero es el mes más frío, las temperaturas que de promedio pueden alcanzar los 3 °C no impiden llevar a cabo esta tradición. De igual modo, en Finlandia, esta práctica se lleva a cabo incluso en condiciones extremas, con temperaturas que pueden descender hasta los -27 °C. No obstante, los beneficios que aporta dormir expuesto al aire fresco, como mejor calidad del sueño para estos bebés, con un descanso más profundo y prolongado, o la reducción de la exposición a gérmenes en comparación con el sueño en espacios cerrados, son motivos de peso para llevarla a cabo por los padres nórdicos.

Una mujer pasea con su
Una mujer pasea con su bebé en el exterior para dormirlo.

Riesgos asociados a la práctica

Esta práctica no está exenta de riesgos. Los bebés que duermen al aire libre en invierno podrían enfrentar el peligro de desarrollar hipotermia si no están adecuadamente abrigados contra el frío. En verano, por otro lado, se exponen a sufrir quemaduras solares y agotamiento por calor si no van debidamente protegidos.

En cualquier época del año existen preocupaciones relacionadas con la seguridad, como el riesgo de secuestros o la exposición a la contaminación del aire en áreas urbanas. Por eso, los padres suelen tomar precauciones para garantizar la seguridad de sus hijos. Por ejemplo, es común que los bebés estén vestidos con ropa térmica y que las siestas al aire libre se realicen en cochecitos diseñados para protegerlos de las inclemencias del clima. Asimismo, también es frecuente el uso de monitores de vídeo para poder vigilar a las criaturas si no se está a su lado.

Pese a que esta tradición puede resultar sorprendente para todos aquellos que no están acostumbrados a ella, en los países nórdicos se promueve como una forma de fortalecer la salud física, e incluso emocional, del bebé. Además, se valora el contacto con la naturaleza y el aire fresco como parte imprescindible para un estilo de vida saludable, lo cual se fomenta desde el principio de la vida.

Nace en España el primer bebé de Europa gestado por dos mujeres.

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