Cuál es el tiempo de cocción de un huevo duro

Tal y como subraya la Fundación Española de Nutrición (FEN), el huevo es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas y minerales esenciales, cualidades que lo convierten en un componente clave para una dieta equilibrada.

En consecuencia, y teniendo en cuenta que no es lo mismo el aporte nutricional de un huevo frito que de uno cocido, hay que señalar que estos últimos contienen vitamina B12, vitamina D, hierro y colina, nutrientes fundamentales para el desarrollo cerebral, la salud ósea y el sistema inmunológico. Así pues, agregar un huevo a tus comidas habituales, enriquecerá enormemente tu dieta.

El tiempo de cocción de un huevo duro suele ser de 10 a 12 minutos, dependiendo de su tamaño y de la temperatura inicial del huevo. A continuación, se explicará paso a paso cómo conseguir unos huevos duros cocidos a la perfección:

1. Preparar los huevos: Saca los huevos del frigorífico unos minutos antes de cocerlos. Esto ayuda a que no se rompan al introducirlos en agua caliente.
2. Hervir el agua: Llena un cazo o una olla con suficiente agua para cubrir los huevos por completo y ponla a hervir a fuego medio-alto.
3. Agregar los huevos: Una vez que el agua haya comenzado a hervir, introduce los huevos con cuidado usando una cuchara.
4. Cocción: Deja cocer los huevos entre 10 y 12 minutos. El tiempo dependerá de la consistencia que prefieras:
   1. Si los dejas 10 minutos, la yema queda cocida, pero ligeramente cremosa.
   2. Si los dejas 12 minutos, la yema queda completamente firme y sin rastros de líquido.
5. Enfriar los huevos: Una vez alcanzado el tiempo deseado, saca los huevos del agua caliente y colócalos inmediatamente en un recipiente con agua fría y hielo. Déjalos reposar durante 5 minutos para detener la cocción y facilitar el pelado.

Uno de los errores más comunes al cocer huevos es dejarlos demasiado tiempo en el agua. Cocerlos durante más de 12 minutos provoca que la yema adquiera un borde verdoso poco atractivo. Este fenómeno se debe a una reacción química entre el azufre presente en la clara y el hierro de la yema. Aunque no afecta el sabor ni supone un riesgo para la salud, puede arruinar la presentación del plato.

Para pelar los huevos con facilidad, el truco está en enfriarlos correctamente. Sumergirlos en un recipiente con agua fría y hielo detiene la cocción y facilita que la cáscara se desprenda. Un truco adicional consiste en rodar suavemente los huevos sobre una superficie plana después de enfriarlos para romper la cáscara de manera uniforme antes de retirarla.

Finalmente, la frescura de los huevos también influye en el resultado. Los huevos frescos tienen un sabor y una textura superiores al cocerse, pero pueden ser más difíciles de pelar. Por el contrario, los huevos que llevan unos días almacenados suelen desprenderse de la cáscara con mayor facilidad, lo que los convierte en una opción más práctica para preparar huevos duros.