Parejas de fin de semana, de match a la distancia a romper con la rutina: ¿tienen la fórmula del éxito amoroso?

Se lo conoce como Only Weekend Couples, un paradigma que desafía las relaciones tradicionales. Tres expertos consultados por Infobae, analizaron esta fórmula que suma adeptos. Pros y contras de “protocolizar” los encuentros

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Las relaciones amorosas han evolucionado
Las relaciones amorosas han evolucionado con el tiempo, marcadas por inicios y finales, rupturas y reconciliaciones, mientras nuevos modelos de pareja desafiaban la convivencia tradicional y priorizan la independencia (Imagen Ilustrativa Infobae)

El terreno de las relaciones amorosas es, desde tiempos inmemoriales, un universo tan vasto como particular. La frase, cada pareja es un mundo, sintetiza con cierta amabilidad las idas y vueltas que puede tener los vínculos, y que se materializan en un ecosistema infinito de historias marcadas por comienzos y finales, rupturas y reconciliaciones, amores no correspondidos y medias naranjas perfectas. En todos los casos, cuando San Valentín llama a la puerta, la vida cambia definitivamente.

Tener un vínculo amoroso que dé flexibilidad, autonomía y tiempo para respetar los —cada vez más ponderados— espacios individuales, es el objetivo de muchas personas que se detienen a pensar el camino de una relación: nunca como ahora las “cuestiones del corazón” y las emociones tuvieron tan visible su cara más racional. Las parejas OWC (Only Weekend Couples), o parejas de fin de semana, son ahora “el nuevo must” de las relaciones.

Esta tendencia se manfiesta, muchas veces, mediante el camino de la inteligencia emocional, el escenario de estos “nuevos raros peinados” del amor. Explica el doctor Daniel López Rosetti en una nota anterior de Infobae: “La inteligencia emocional se refiere a las capacidades y habilidades psicológicas que implican el sentimiento, entendimiento, control y modificación de las emociones propias y ajenas”.

La inteligencia emocional influye en
La inteligencia emocional influye en las relaciones amorosas actuales, donde las emociones adquieren una cara más racional y las parejas buscan mantener un equilibrio entre el vínculo compartido y los espacios individuales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ahora bien, ¿es conveniente pensar o esquematizar tanto aquello que en un punto también se recomienda tal vez que fluya? ¿Cómo se aplica la inteligencia en el campo de la rutina amorosa real, la de todos los días y que más trabajo conlleva?

Los tiempos cambian y aquello de la canción que reza “dos que se quieren se dicen cualquier cosa”, perdió ya quizás algo de romanticismo o quedó fuera de las nuevas formas de pensar al amor. No da todo lo mismo. Más, cuando la experiencia deja algunas marcas. Las relaciones, que han evolucionado junto con los cambios sociales, culturales y laborales de los últimos años, se ponderan bajo este paraguas inteligente en un modelo que desafía la convivencia tradicional y prioriza la independencia de sus integrantes.

Yendo en contramano a la idea de que el amor no puede reducirse al encuentro; pues es una construcción”, como ha dicho una vez el filósofo y dramaturgo francés, Alain Badiou, este fenómeno irrumpe en el mundo de las relaciones con cierto grado de esquematización. Las parejas OWC mantenienen una vida independiente durante el resto de la semana. En países como España y Estados Unidos, este modo ha ganado popularidad gracias a las exigencias laborales, la movilidad geográfica y las nuevas concepciones sobre el compromiso.

¿Qué es ser una pareja OWC?

“Los jóvenes de nuestra época se muestran escépticos ante el amor porque la inmensa mayoría tiene la sensación de que es imposible encontrarlo”, escribió en el año 1999 la autora Bell Hooks en su ensayo Todo sobre el amor.

El concepto de pareja ha
El concepto de pareja ha cambiado con el tiempo, y hoy algunas relaciones se estructuran en función del tiempo compartido, priorizando la calidad por sobre la cantidad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tema central en innumerables poemas, canciones, películas y obras de teatro, el amor ha sido fuente de preguntas y anhelos. Pero, ¿hay una fórmula para que una relación perdure? ¿Por qué el amor en la pareja es para muchos un sentimiento difícil de alcanzar? Son incontables las variables que se ponen en juego.

Un estudio reciente publicado en Human Nature indica que el amor romántico es ampliamente valorado a nivel global al considerar relaciones a largo plazo. El estudio analiza el amor romántico como un mecanismo de compromiso evolutivo que favorece la estabilidad de las parejas y el éxito reproductivo. Basado en una muestra de 86.310 individuos en 90 países, los resultados indican que las personas con mayores riesgos ante la disolución de una relación (individuos de menor nivel socioeconómico, mujeres y personas con más hijos) valoran más el amor romántico.

Cada vez más investigaciones analizan a su vez cómo, por qué y en qué momento las personas establecen y mantienen relaciones de convivencia separada.

Aunque este estilo de vida suele asociarse a los jóvenes, también es adoptado por mayores de 60 años. Un estudio británico de la Universidad de Lancaster y el University College London, indicó que esta práctica contribuye al bienestar mental en este grupo etario. “La convivencia en hogares distintos mientras se mantiene una relación íntima y estable es una opción que disfrutan las personas mayores de 60 años”, informó la Universidad de Lancaster.

La tecnología ha modificado la
La tecnología ha modificado la forma en que las personas inician y gestionan sus relaciones amorosas, con aplicaciones de citas que permiten ampliar las posibilidades de encuentro, aunque algunos expertos sostienen que la multiplicación de opciones ha generado mayor confusión y menos estabilidad (Imagen ilustrativa Infobae)

En este contexto, el término Living Apart Together (LAT) se utiliza para describir a parejas que mantienen una relación sin compartir vivienda. Para algunos, representa un modelo de vínculo en expansión que busca preservar la individualidad. En muchos casos, los integrantes de estas parejas residen en la misma ciudad, barrio o incluso edificio, pero sin compartir hogar.

En otros, este modelo, se adapta bien a aquellas parejas que viven en ciudades diferentes y buscan una estructura clara para verse, sin que eso implique una convivencia permanente.

“Muchas parejas están optando por este modelo de relación sin proponérselo, empezando por aquellas que han pasado por convivencias anteriores con o sin hijos”, analiza a Infobae el sexólogo Walter Ghedin, sobre este fenómeno que, aclara, no implica una separación emocional ni infidelidad, sino una manera distinta de construir un vínculo que busca equilibrio entre la autonomía y la conexión afectiva.

La flexibilidad es una característica
La flexibilidad es una característica central en las parejas de fin de semana, donde la falta de rutina compartida permite organizar los encuentros de acuerdo con la agenda de cada persona

“La vorágine diaria y las responsabilidades los van llevando a verse solo los fines de semana y se dan cuenta de los beneficios que obtienen, —sigue el experto—. Aquellos que conceptualizan las relaciones OWC como un modelo posible son los que ponen pautas para enriquecerlo y sacarle beneficios que redundan en una mejor calidad relacional. Por ejemplo, no sentirse presionados para verse de lunes a viernes, disponer cada uno de los espacios personales (actividades, amistades, familia, etc) y mantener un acuerdo de fidelidad (en aquellas parejas que son monógamas)”.

Otro de los rasgos distintivos de este modelo es la flexibilidad: al no existir una rutina en común, los encuentros se organizan según las agendas de cada persona, lo que evita la sensación de monotonía y otorga mayor libertad para desarrollar proyectos individuales.

Beatriz Goldberg, psicóloga y escritora, especialista en crisis individuales y de pareja, sostiene que esta tendencia funciona cuando se busca lograr cierta simetría. “Una pareja creativa tiene que tener un equilibrio entre los espacios individuales, —postula a Infobae —. A la mayor parte de las parejas le cuesta eso. Son muy simbióticas. O a veces, sospechosamente independientes: pasan demasiado tiempo con proyectos individuales y no concuerdan”.

Algunos especialistas señalan que las
Algunos especialistas señalan que las relaciones amorosas actuales están marcadas por un temor a perder la individualidad, lo que lleva a algunas parejas a buscar modelos de convivencia distintos a los tradicionales (Imagen Ilustrativa Infobae)

En lugar de centrarse en la cantidad de tiempo compartido, las parejas OWC priorizan la calidad de los momentos juntos. Los encuentros están diseñados para ser significativos, lejos de las obligaciones y distracciones cotidianas.

Este enfoque refuerza el deseo y el entusiasmo dentro de la relación, pero para Goldberg también tiene que ver —lo ve todo el tiempo en su consultorio, dice—, con la sensación de miedo a perder los espacios: “En el fondo, todo es un temor de estos últimos tiempos que podemos justificar racionalmente. Es un temor a perder la individualidad en este siglo. Se trata, justamente, de perder el espacio propio, perderse en el otro, como decían los boleros”.

Ghedin va un poco más allá y analiza los factores psicológicos de esta decisión de verse los fines de semana. Según explica, se pueden dividir en externos e internos: “Dentro de los externos podría citar la ruptura con el modelo tradicional de pareja qué ayuda a que cada vínculo sexoafectivo con compromiso encuentre su propio estilo sin caer en patrones rígidos. Las parejas “cama afuera”, las que duermen en cuartos separados, las que deciden abrir la pareja, las que acuerdan no tener hijos, las familias homoparentales, las monoparentales, etc., son algunos ejemplos de nuevas formas para vincularse sin caer en las reglas clásicas de pareja o familia”.

La transformación de las relaciones
La transformación de las relaciones amorosas está atravesada por factores psicológicos y sociales, donde cada vínculo se adapta a su propio esquema sin responder necesariamente a los modelos clásicos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Y suma: “Los factores internos, de orden psicológico o de personalidad son: personas independientes, se autoafirman con las decisiones que toman. Si bien la pareja es fundamental en el aspecto afectivo, lo es también su desarrollo personal y la defensa de su mundo propio. No son personas narcisistas ni egoístas, son empáticos siempre y cuando el otro no sea un obstáculo para su crecimiento. Por supuesto que si su compañero o compañera necesitan de su presencia o ayudan van a estar ahí presentes, pero no soportan los controles externos ni las demandas injustificadas”.

Ahora, ¿qué lleva a una pareja a elegir otros tipos de convivencia, por llamarlos de algún modo, no tradicionales? “Tiene que ver con los registros y las experiencias familiares, de las cuales hemos sido testigos. Somos hijos de relaciones que se sostuvieron, muchas veces, con un nivel de esfuerzo muy grande, en convivencias que no eran buenas, y que resultaban ser traumáticas para el entorno. También, la convivencia tradicional, implica estructuras de pareja que cada vez existen menos. No digo que la gente hoy no se case, pero sí es cierto que se casa menos. Y también lo hace mucho más tarde”, explica a Infobae, la psicóloga Alaleh Nejafian, autora del libro, Por amor: por qué pasamos de soportarlo todo a no soportar nada.

En este sentido, Nejafian sostiene que las personas se pueden inclinar a este tipo de formato de pareja, “por todo el desgaste anímico que implica, vamos a decirlo así, el esfuerzo psíquico, que significa estar en un vínculo con alguien. Tengo que decir que lamentablemente el vínculo es eso, un trabajo. Implica un esfuerzo psíquico habitar un vínculo. Porque no solo es armonía y no solo viene a sumar a nuestras vidas, sino que también viene a desestabilizarlas”.

La búsqueda de equilibrio en
La búsqueda de equilibrio en las relaciones amorosas implica desafíos distintos para cada pareja, ya sea en un esquema de convivencia tradicional o en un modelo con mayor independencia, donde la clave radica en encontrar acuerdos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Nejafian, deja un punto de vista: “Para mí este tipo de formato, que además está como muy importado de Estados Unidos, me hace pensar que se quiere excluir el grado tal vez de compromiso e implicancia, el esfuerzo en términos de trabajo psíquico, la capacidad de poder lidiar con lo conflictivo de estar con otros, y quedarse con la otra parte. Habría que ver, de todos modos, caso por caso”.

Protocolizar el vínculo

En cuanto al amor a distancia, Nejafian analiza: “Me parece que la independencia personal, dentro de este tipo de relaciones, puede tener un impacto a nivel del compromiso a largo plazo, si hablamos de relaciones a distancia o de relaciones que están muy protocolizadas a la hora de encontrarse. Tienen un protocolo de encuentro, cada 15 días, por ejemplo. Siempre en tu casa, o en la mía, haciendo lo mismo, o no compartiendo otros entornos de interacción. En principio, la autonomía y la libertad personal, no deberían afectar el desarrollo de un vínculo. Estamos en un problema si eso ocurre. Pero si yo no estoy tan disponible, y estoy muy rígido en la manera en que me quiero encontrar con un otro, y probablemente eso tenga una fecha de vencimiento”.

En un contexto donde las
En un contexto donde las reglas de la pareja han cambiado, algunos modelos como las relaciones OWC buscan conciliar la autonomía con la conexión emocional (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Muchas veces, se pueden hacer contratos de pareja, tener esa individualidad—suma Goldberg—. Otros, están todo el tiempo pegoteados, pero después también a veces sienten que si no hacen algo propio, les parece que están mucho con el otro. Se asfixian. Por eso, se tiende a un acuerdo como puede ser este formato del fin de semana”.

En medio del debate sobre la autonomía y la libertad personal, las reglas cambiaron ya desde el terreno de la conquista: muchos eligen las aplicaciones de citas como punto de partida para este tipo de relaciones a distancia, que se llevan en determinados días como puede ser el fin de semana o bajo alguna estructura distinta.

Y es aquí donde las relaciones vuelven a gestarse mediante formas y códigos que antes no había. Solo por dar un ejemplo, el ghosting, que surge cuando los vínculos que trascienden lo virtual, cobran cierta estabilidad en el tiempo y de repente se desvanecen cuando uno de los integrantes interrumpe el contacto, es parte del glosario emocional de este nuevo universo.

Los vínculos amorosos atraviesan transformaciones
Los vínculos amorosos atraviesan transformaciones constantes, y si bien la convivencia tradicional sigue vigente, emergen nuevos modelos como las parejas LAT o OWC, donde el amor se construye desde la autonomía y la flexibilidad (Imagen ilustrativa Infobae)

La socióloga franco-israelí, Eva Illouz, quien es una referencia mundial en el análisis de las relaciones afectivas en el siglo XXI, ha escrito varios ensayos sobre el mercantilismo de los afectos y las relaciones en las redes.

“No me esperaba que las relaciones románticas se volvieran tan caóticas en tan poco tiempo. Me ha sorprendido el poder de la tecnología, de los sitios de citas a través de internet, para modelar las relaciones románticas de una manera completamente radical a las que existían antes de su aparición (...) Solemos creer que cuantas más opciones tengamos a nuestra disposición, mejor. Personalmente, pienso que el hecho de que las opciones se hayan multiplicado no han mejorado en absoluto las condiciones para el encuentro romántico. En realidad, las ha hecho mucho más confusas y peores”, expresó en una nota reciente con el diario español El Mundo.

¿Qué garantiza el éxito de una pareja entonces? A esta pregunta, seguramente formulada por una gran parte de la humanidad en la vida moderna, se le puede ensayar algún tipo de respuesta —tal vez y solamente— con la vara que mide el paso del tiempo.

Una joven médica profesional encuentra
Una joven médica profesional encuentra el amor en un visitador médico, dando vida a una historia de amores reales dentro del entorno hospitalario. Este vínculo afectivo destaca la importancia de las relaciones y el enamoramiento en la vida cotidiana, incluso en lugares menos esperados. Su unión, basada en citas y encuentros significativos, refleja la belleza de las parejas formadas en circunstancias únicas. (Imagen ilustrativa Infobae)

“Nada garantiza el éxito”, responde tajante Nejafian.La convivencia trae consigo un desgaste propio del roce cotidiano y el desafío de no caer en la deserotización. Y la no convivencia también trae lo suyo, por ejemplo: hacer el espacio para que el encuentro acontezca. Con o sin convivencia, la clave está en saber qué hacer con el conflicto de modo que lo conflictivo pueda ser motor de crecimiento vincular. Las parejas que buscan otro modo de vincularse tienen desafíos nuevos porque carecen de modelos a seguir. Con esto, tienen que estar dispuestos a ponerse a prueba, fracasar y aprender”, explica la experta.

Goldberg resume: “Sea la relación que sea, siempre hay que decir la verdad. Y que haya diálogo. Verse los fines de semana es una forma inteligente del amor siempre y cuando estén los dos de acuerdo. No está bueno cuando son totalmente rígidas. Uno dice, solo te veo sábado y domingo. ¿Y si tengo ganas otro día?, o ¿si estoy mal o tengo un problema? Lo que garantiza el éxito del amor es cuando uno encuentra paz en el otro, cuando encuentra satisfacción, alegría, ganas de encuentro y donde existan, más o menos, las mismas metas”.