Los hongos en el cuidado de la piel: una tendencia con respaldo científico

Durante siglos, la medicina tradicional china ha utilizado los hongos por sus propiedades curativas. Ahora, este tesoro natural conquista el mundo de la belleza, integrándose en innovadoras fórmulas cosméticas que prometen transformar el cuidado de la piel.

Según expertos citados en Women’s Health, estos compuestos pueden aportar beneficios significativos a la piel, desde hidratación hasta reducción de manchas oscuras y signos de envejecimiento.

A diferencia de otros componentes efímeros, los extractos de hongos han sido objeto de estudios que demuestran su eficacia en diversos problemas cutáneos.

La química cosmética Ginger King señala que los hongos pueden compararse con ingredientes clave como el ácido hialurónico o los antioxidantes, conocidos por sus propiedades hidratantes y protectoras. Asimismo, sostiene que los extractos fúngicos pueden iluminar, proteger y reafirmar la piel, convirtiéndose en un complemento poderoso dentro de la rutina de belleza.

Según Women’s Health, los hongos contienen una combinación única de compuestos bioactivos que les otorgan propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e hidratantes. Diversos estudios han demostrado que pueden abordar múltiples problemas cutáneos, incluyendo:

El ácido kójico, un compuesto derivado de los hongos, es ampliamente utilizado en la cosmética por su capacidad para aclarar la piel.

La dermatóloga Marisa Garshick explica que este ácido inhibe la producción de melanina, ayudando a reducir hiperpigmentaciones y unificando el tono de la piel. Un estudio en animales mostró que ciertos hongos comestibles tienen efectos despigmentantes significativos, lo que refuerza su uso en productos para el tratamiento de manchas.

Según la dermatóloga Dendy Engelman, los hongos son humectantes naturales que ayudan a la piel a retener la humedad.

Un estudio analizó el efecto de tres extractos de hongos —maitake, reishi y melena de león— en geles de ducha y encontró que reducían la pérdida de agua transepidérmica, mejorando la hidratación cutánea.

Además de sus propiedades humectantes, los hongos pueden estimular la producción de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para la firmeza de la piel.

Engelman señala que los extractos de hongos también tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios, lo que contribuye a la estabilidad del colágeno y retrasa la aparición de arrugas y flacidez.

Los hongos son adaptógenos, lo que significa que pueden ayudar a la piel a resistir el estrés ambiental y mantener el equilibrio. Engelman afirma que sus propiedades antiinflamatorias pueden ser beneficiosas para tratar afecciones como la dermatitis, la psoriasis y el eccema, además de reducir el enrojecimiento y la irritación.

No todos los hongos tienen los mismos efectos en la piel. Algunos destacan por su acción antioxidante, mientras que otros son más eficaces en la hidratación o la reparación de la barrera cutánea.

• Hongo Chaga: conocido por su alto contenido de antioxidantes, el hongo Chaga puede ayudar a iluminar la piel y protegerla del daño ambiental. El dermatólogo Joshua Zeichner explica que bloquea la acción de la enzima responsable de la hiperpigmentación y contiene más antioxidantes que el acai y los arándanos, lo que lo convierte en un potente agente contra el envejecimiento prematuro.
• Tremella (Hongo de nieve): es rico en polisacáridos, que actúan como humectantes naturales. Engelman señala que puede retener hasta 500 veces su peso en agua, lo que lo hace ideal para pieles secas. Además, Zeichner agrega que contiene ácidos grasos que ayudan a reparar la barrera cutánea.
• Trufa: además de su uso en la gastronomía, las trufas son ricas en antioxidantes y ácidos grasos esenciales para la piel. Según Zeichner, pueden calmar, proteger e iluminar la cutis, convirtiéndolos en un ingrediente de lujo en tratamientos faciales.

Los extractos de hongos están presentes en diversas formulaciones cosméticas, como sueros, cremas y lociones. Ginger King recomienda combinarlos con otros ingredientes activos, como la vitamina C o el retinol, ya que no suelen causar irritación y se integran fácilmente en la rutina diaria.

Sin embargo, Engelman advierte que las mujeres embarazadas o en período de lactancia deben consultar a un médico antes de usar productos con hongos. Aunque la mayoría son seguros, algunos pueden atravesar la barrera cutánea y entrar en el torrente sanguíneo, lo que podría afectar al bebé.

A diferencia de muchas modas pasajeras en la industria de la belleza, los hongos tienen una base científica que respalda sus beneficios. Su capacidad para hidratar, iluminar, combatir el envejecimiento y reducir la inflamación los convierte en un ingrediente prometedor para el cuidado de la piel.

Con más marcas incorporándolos en sus formulaciones, los extractos de hongos podrían consolidarse como un pilar en la cosmética moderna.