En el fondo del Mar del Norte yace Doggerland, una vasta extensión de tierra que hace miles de años albergó prósperas civilizaciones prehistóricas. Esta región que conectaba lo que hoy es el Reino Unido y el continente europeo, desapareció bajo el agua debido al aumento del nivel del mar tras la última Era de Hielo. Un artículo publicado por Esquire, compartió detalles sobre los trabajos de científicos e historiadores que buscan desentrañar los vestigios de sus antiguos habitantes antes de que el desarrollo de infraestructuras marítimas dificulte su exploración.
Entre el año 8.000 y el 6.000 a.C., los mares del Norte y Báltico (del océano Atlántico) no existían tal como se conocen en el presente. En su lugar, extensas llanuras y bosques se extendían sobre un territorio fértil y habitable. Doggerland, ubicado en el actual Mar del Norte, era una de esas tierras donde grupos humanos encontraron un entorno propicio para establecerse y prosperar.
Sin embargo, el fin de la última glaciación provocó un drástico cambio ambiental. A medida que las temperaturas aumentaron, los glaciares se derritieron y el nivel del mar subió, cubriendo progresivamente estas regiones bajas. El fenómeno climático culminó con un evento catastrófico: hace unos 8.200 años, con el deslizamiento de tierra submarina en la costa de Noruega, conocido como el evento Storegga.
Pese a la magnitud del desastre que generó un tsunami que aceleró la desaparición de Doggerland, algunos rastros de las civilizaciones que habitaron la zona perduraron. Algunos restos de herramientas de piedra, huesos y fragmentos de estructuras fueron recuperados por arqueólogos en diferentes expediciones. Los hallazgos sugieren que la región pudo haber sido un epicentro de actividad humana, con asentamientos organizados y un uso sofisticado de los recursos naturales.
Ahora, la investigación sobre este mundo desaparecido cobra una nueva urgencia. El avance de la infraestructura marítima, impulsado en gran medida por el desarrollo de parques eólicos en el Mar del Norte, amenaza con reducir las oportunidades para explorar estos vestigios antes de que se pierdan definitivamente. Científicos e historiadores trabajan contrarreloj para rescatar la memoria de una civilización borrada por el tiempo y el océano.
La exploración de un pasado oculto
Para avanzar con el estudio de Doggerland y otras regiones sumergidas, un equipo internacional de científicos puso en marcha el proyecto SUBNORDICA. Esta iniciativa liderada por el Submerged Landscapes Research Centre de la Universidad de Bradford, en colaboración con el TNO Geological Survey de los Países Bajos, el Flanders Marine Institute y la Universidad de York, busca reconstruir los paisajes prehistóricos perdidos y obtener información sobre las sociedades que los habitaron.
Uno de los principales objetivos es comprender cómo era la vida en estos territorios antes de su desaparición bajo el agua. La investigación se centrará en analizar la geología del lecho marino, identificar posibles asentamientos humanos y recuperar materiales que puedan brindar respuestas sobre la organización social y el aprovechamiento de los recursos naturales en la región. Doggerland, en particular, representa un punto clave para el análisis, ya que se cree que fue un área densamente poblada hace unos 8.200 años.
El profesor Vincent Gaffney, líder del Submerged Landscapes Research Centre, hizo énfasis sobre la magnitud del desafío. “Hace veinte mil años, el nivel del mar global era 130 metros más bajo que en la actualidad. Con el progresivo calentamiento global y el aumento del nivel del mar, desaparecieron paisajes únicos”, explicó. De acuerdo con el investigador, todavía se desconoce casi todo sobre las poblaciones que habitaron estas tierras, lo que convierte a SUBNORDICA en un esfuerzo crucial para llenar esos vacíos históricos.
La urgencia de la investigación también responde a un contexto actual frente el desarrollo de infraestructuras costeras, impulsado por la transición hacia energías renovables. “A medida que Europa y el mundo se acercan al objetivo de emisiones netas cero, el desarrollo de las plataformas costeras es ahora una prioridad estratégica”, apuntó Gaffney. Frente a este escenario, el proyecto busca equilibrar la exploración arqueológica con la implementación de soluciones sostenibles, utilizando tecnología avanzada para minimizar el impacto en el ecosistema marino.
Investigación subacuática en Dinamarca para reconstruir el pasado
Dentro de las acciones de SUBNORDICA, se llevarán a cabo estudios en la bahía de Aarhus (Dinamarca), con el objetivo de comprender la distribución de los asentamientos prehistóricos en las antiguas costas. El arqueólogo subacuático Peter Moe Astrup, del Museo Moesgaard, subrayó que la investigación busca determinar la relación entre las poblaciones costeras y las del interior, así como analizar la explotación de los recursos marinos entre los años 9.000 y 8.500 a.C.
Los descubrimientos en esta región servirán como modelo para orientar futuras excavaciones en áreas menos accesibles. Mientras que la información obtenida en Dinamarca complementará la exploración de Doggerland y contribuirá a una visión más amplia sobre la adaptación humana en los entornos que hoy permanecen ocultos bajo el océano.