El desafiante papel de la madrastra: claves para construir una familia armónica

La llegada a una familia reconstituida implica retos. Adaptarse a roles indefinidos y equilibrar relaciones es clave para crear un ambiente armónico

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La madrastra enfrenta el desafío
La madrastra enfrenta el desafío de integrarse a una familia reconstituida (Imagen Ilustrativa Infobae)

El rol de la madrastra en una familia reconstituida es complejo y desafiante. Las madrastras se enfrentan a la difícil tarea de adaptarse, equilibrar su relación con su pareja y ganar la aceptación de los hijos del otro. Esta situación puede sentirse como un “abismo emocional”, destaca la revista Pregnancy, donde la mujer debe fusionarse con una nueva familia sin un papel claramente definido.

Según la psicoterapeuta infantil Mary-Anne Tandy; ”las madrastras a menudo se sienten inseguras y desconcertadas, sin saber si deben actuar como una madre o como una amiga”. Una “confusión normal -acota la psicóloga Jade Paterson-, pero lo que no debe subestimarse es el impacto positivo que pueden tener en el bienestar emocional de los niños”, dado que la madrastra tiene un rol parental significativo.

El desafío es encontrar un equilibrio donde no se compita con la madre biológica, sino que se establezca una relación única y respetuosa con los hijos. Para lograrlo, es necesario tiempo, paciencia y una actitud constante de empatía, con la comprensión de que el papel de la madrastra es ser una figura de apoyo en la vida de los niños.

Celos, culpa y la complejidad de la aceptación

El papel de la madrastra está cargado de emociones complejas, donde los sentimientos de celos, inseguridad y exclusión son comunes. Mary-Anne Tandy, psicoterapeuta infantil, explica que estos sentimientos, “aunque pueden parecer infantiles o vergonzosos, son reacciones humanas naturales. Además, las tensiones con la expareja pueden agregar más presión emocional, dificultando aún más la adaptación”.

Otro desafío importante es la culpa que muchas madrastras experimentan al no sentir un amor inmediato por los hijos de su pareja. Tandy subraya que este sentimiento es normal: ”El amor no siempre surge de inmediato, y la presión de demostrar afecto puede llevar a comportamientos erróneos, como ceder ante los deseos de los niños o intentar ganarse su cariño a toda costa”.

Heidi van der Merwe advierte que intentar “comprar” el afecto de los niños o romper las reglas de la casa no es útil. “Es más efectivo ser honesta sobre estos sentimientos con la pareja, ya que la comunicación abierta ayuda a evitar conflictos y a mantener una unidad familiar”, asegura.

Aceptar la complejidad emocional del rol es clave para una integración exitosa en la familia. Aunque las emociones difíciles son parte del proceso, reconocer que tanto la madrastra como los niños atraviesan un proceso de ajuste puede facilitar la adaptación y fortalecer la relación a largo plazo.

El resentimiento infantil

Los niños enfrentan un proceso
Los niños enfrentan un proceso de adaptación en la nueva estructura familiar (Imagen Ilustrativa Infobae)

Mary-Anne Tandy aconseja que las madrastras mantengan la calma y la empatía, reconociendo que los niños también están lidiando con un proceso de adaptación. En lugar de reaccionar defensivamente o imponer su autoridad, es importante que las madrastras ayuden a los niños a sentirse aceptados dentro de la nueva estructura familiar.

Esto implica escuchar sus emociones sin juzgarlas y validar sus sentimientos, lo que, a largo plazo, contribuirá a reducir la percepción de la madrastra como una amenaza. El apoyo emocional y la paciencia son esenciales para crear un ambiente donde los niños no se sientan desplazados, sino que aprendan a ver a la madrastra como una figura que complementa, no reemplaza, a su madre biológica.

Establecer límites y ganar confianza en la nueva familia

Establecer un lugar propio dentro de la familia es esencial para las madrastras, pero requiere un enfoque gradual y cuidadoso. Heidi van der Merwe recomienda que “las madrastras no intenten reemplazar el rol de la madre biológica”.

Jade Paterson subraya que “es importante establecer nuevas reglas y límites familiares, lo que contribuye a que los niños comprendan que la familia no se está rompiendo, sino evolucionando. Al crear una estructura de apoyo, donde todos los miembros del hogar entienden su lugar, se reduce la sensación de amenaza y se facilita la integración de la madrastra en el núcleo familiar”.

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