Aunque el calendario marcó el final del verano hace ya varios días, Osvaldo Laport y su esposa Viviana Sáez siguen disfrutándolo como si fuera enero. Lejos de las luces del estudio y de cualquier compromiso laboral, la pareja se refugió en la playa para compartir juntos una jornada de descanso, amor y entrenamiento. Y como suele suceder cada vez que el actor aparece en las redes, las imágenes no pasaron desapercibidas.
“Disfrutándonos a full siempre”, escribió Viviana en su cuenta de Instagram junto a un video que capturó uno de los momentos más inesperados del día: ambos, en traje de baño, haciendo ejercicio sobre la arena bajo un sol implacable. Ella, con un traje de baño con top y bikini y el actor con una sunga negra que se llevó todos los comentarios.
En el clip se los pudo ver entrenando con pesas en la arena: mientras Viviana eleva los brazos con fuerza, él realiza sentadillas y deadlifts, todo bajo el sol del mediodía que brilla sobre el mar y las risas fluyen con naturalidad. La escena, más que una rutina, parece un juego íntimo entre dos personas que disfrutan de estar juntas.
Pero como no puede faltar el humor, Laport respondió en los comentarios con una frase que desató las carcajadas de sus seguidores: “¡La próxima comprame unas chipas al menos!”, escribió, con el tono relajado de quien encuentra en lo simple un motivo de felicidad.
Lejos de cualquier pose, la pareja dejó ver su costado más auténtico. Juntos desde hace más de cuatro décadas, siguen mostrando una química que se sostiene en los pequeños gestos: entrenar en la playa, compartir el mate o intercambiar chistes en redes. Nada que demostrar, todo por disfrutar.
Las diferentes imágenes lo confirman: el actor, solo frente al mar, con el torso bronceado, los lentes de sol y una expresión de plenitud. A su lado, la vegetación silvestre del médano. En otro momento, con los músculos tensos, sostiene dos pesas con firmeza. En todos, el mismo espíritu: vital, sereno, auténtico.
Porque si algo quedó claro en este final de temporada estival es que Laport y Sáez no necesitan ni cámaras ni guiones para contar su historia. Solo un día de sol, una playa vacía y la certeza de que el verano, si se lo propone, puede durar un poco más. En especial cuando se trata de plasmar su amor ante sus seguidores, quienes pudieron apreciar los entretelones de su relación en reiteradas ocasiones.
A mediados de febrero, la pareja compartió un posteo que no necesitó de grandes producciones ni declaraciones para conmover a sus seguidores. Un gesto simple, íntimo y profundamente auténtico: abrazados en una piscina al atardecer, en silencio, dejando que la imagen hable por sí sola. La publicación, que rápidamente se llenó de corazones y comentarios, mostraba a Osvaldo y Viviana de espaldas, en una actitud serena, sostenidos el uno al otro mientras el sol teñía de oro el paisaje. La luz natural, la quietud del agua y la cercanía física construían una escena de paz, compañerismo y amor maduro. En un rincón de la imagen, un mate completaba el cuadro. No había poses ni filtros, solo dos personas que eligen seguir eligiéndose.
“Entrando en Piscis”, escribió él, con un guiño astrológico que fue interpretado como un ingreso no solo a un nuevo signo, sino a una etapa más contemplativa y emocional de su vida en pareja.
La repercusión fue inmediata. Cientos de usuarios celebraron el momento, con comentarios cargados de afecto y admiración: “Preciosuras”, “Qué maravilla que una pareja de años se gusten, se mimen y celebren el amor”, “Veo una hermosa pareja que se ama y se sigue valorando y eligiendo a pesar de los años y eso lo tienen muy pocos”, “Osvaldo crack”. Una avalancha de cariño para un vínculo que, sin estridencias, sigue generando identificación y respeto.
Entre rutinas de entrenamiento en la arena, tardes de piscina o paseos compartidos, los dos artistas siguen escribiendo una historia que resiste el paso del tiempo. Un relato de amor tranquilo, pero profundo que traspasa las pantallas de los celulares.
