El error que nadie notó de la icónica frase de Apple y Steve Jobs: Think Different

La campaña de 1997 homenajeaba a figuras históricas que cambiaron el mundo por pensar diferente, como Einstein y Gandhi

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Apple resurge en 1997 con
Apple resurge en 1997 con el eslogan 'Think Different', marcando un hito en la historia publicitaria y empresarial. (AP Foto/Paul Sakuma, Archivo)

En agosto de 1997, Apple se encontraba en la cuerda floja empresarial, perdida entre un complicado catálogo de productos y la ausencia de una identidad clara. En este escenario, el regreso de Steve Jobs propició uno de los giros más inesperados de la historia empresarial reciente, motivado en gran parte por un detalle aparentemente menor: la elección de dos palabras cuyo impacto trascendió incluso las reglas del idioma.

La histórica frase: ‘Think Different’, se convirtió en el emblema de una compañía y en la forma de decirle al mundo que tenían algo más por dar, marcando el regreso de la marca al mercado competitivo. Aunque lo que muchos no notaron, es que aquel eslogan tenía un error gramatical.

De dónde surge la frase ‘Think Different’ de Apple

La etapa previa a la campaña ‘Think Differen’ estuvo marcada por la confusión interna. Desde la salida de Jobs más de una década antes, diversos directivos intentaron reflotar la empresa con estrategias que priorizaron la diversificación de productos: se comercializaron decenas de modelos de Mac, impresoras e incluso experimentos como cámaras digitales y consolas de videojuegos.

Esta multiplicidad de opciones no aportó claridad, sino que deterioró la coherencia de la marca. Apple quedó atrapada en una competencia de precios, perdiendo la fuerza que le permitía desmarcarse de rivales como IBM, Dell y Compaq.

El regreso de Steve Jobs
El regreso de Steve Jobs y la campaña 'Think Different' redefinen la identidad de Apple y su posicionamiento en el mercado. (Europa Press)

Los usuarios históricos comenzaron a abandonar el barco, el entorno bursátil evaluaba seriamente una posible desaparición y Microsoft afianzaba su predominio con el lanzamiento de Windows 95. Aquella Apple rebelde y vanguardista, que había desafiado al gigante azul en el anuncio 1984, parecía haber quedado en el olvido.

Al retomar el liderazgo, Steve Jobs comprendió rápidamente que los problemas de la marca iban mucho más allá del hardware o el software. Era preciso recuperar la percepción diferencial de Apple, tanto en el imaginario del público como dentro de la propia empresa.

Para ello, decidió reanudar vínculos con la agencia TBWA Chiat/Day, responsable original de la mítica publicidad de 1984. Esa decisión abriría el camino para uno de los lemas publicitarios más recordados del cambio de siglo.

El detonante conceptual apareció cuando Craig Tanimoto, redactor de la agencia, se topó con una imagen de Thomas Edison. La frase ‘Think Different’ emergió como reacción espontánea, primero junto al inventor estadounidense, después con personalidades como Einstein, y finalmente bajo el icónico logo de Apple.

El impacto de 'Think Different'
El impacto de 'Think Different' trasciende la publicidad y consolida a Apple como referente de innovación y pensamiento disruptivo.(REUTERS/Aly Song/File Photo)

Aunque la gramática dictaba que lo correcto era ‘Think Differently’, el eslogan planteado tenía una resonancia mucho más potente, directa y provocadora.

Por qué la frase ‘Think Differently’ tiene un error

Desde su primera aparición pública el 8 de agosto de 1997, en la conferencia Macworld Expo, Steve Jobs apostó de lleno por estas dos palabras.

Cualquier hablante conocedor del idioma inglés advirtió de inmediato que lo adecuado según las reglas era “Think Differently”, al tratarse de un modificador que tradicionalmente exige un adverbio.

Frases como “run fast” o “sing well” —donde “fast” y “well” funcionan como adverbios— ilustran el uso gramatical canónico. La polémica en torno a la forma elegida por Apple pronto cobró protagonismo en ambientes académicos y mediáticos.

La polémica gramatical en torno
La polémica gramatical en torno a 'Think Different' refuerza la estrategia de Apple de romper con lo establecido. (REUTERS/Romeo Ranoco)

No obstante, argumentos lingüísticos rehúyen la simplicidad. De acuerdo con el diccionario Merriam-Webster, “different” no solo es un adjetivo, sino que también puede funcionar como adverbio desde al menos 1744, equivalentes a “differently”.

El lema, por tanto, podría calificarse, según prescripciones tradicionales, como incorrecto, pero hallaría precedentes válidos en la evolución del inglés. Ejemplos como “Think big” —donde “big” opera informalmente como adverbio— y viejos anuncios como el “Think Small” de Volkswagen en 1959 demuestran que el lenguaje publicitario ejerce un margen de licencia artística que rara vez se cuestiona cuando proviene de creadores reconocidos.

La “incorrecta” elección gramatical respondió a más que un capricho estético. Según los registros, la frase “Think Different” reforzó explícitamente la idea de rebeldía y originalidad, no solo en el contenido del mensaje, sino quebrantando deliberadamente las reglas del idioma, reflejando así la voluntad de Apple de desmarcarse de lo establecido.

La campaña de Apple homenajea
La campaña de Apple homenajea a figuras históricas que cambiaron el mundo por pensar diferente, como Einstein y Gandhi. (Apple)

Cuál el impacto de esta frase de Apple

El lanzamiento oficial de la campaña, pocas semanas después de la presentación inicial, incluyó un manifiesto que homenajeaba a “los locos, los inadaptados, los rebeldes, los problemáticos”, figuras que desafiaron el statu quo y, a menudo, cambiaron la historia por ver el mundo con otros ojos.

En los anuncios aparecieron imágenes de Einstein, Picasso, Gandhi, John Lennon, Muhammad Ali, y otros referentes cuya genialidad radicó en ir contra la corriente. Apple así no solo rindió tributo al pensamiento diferente, sino que se posicionó como abanderada de una filosofía que celebraba el inconformismo.

El debate gramatical no tardó en recibir réplicas: profesores de inglés y puristas del idioma escribieron para señalar el error, proponiendo sustituirlo por “Think Differently”. Sin embargo, la campaña demostró que la conexión emocional, la fuerza conceptual y la ruptura estética impactaron más que cualquier formalismo.

El propio Jobs validó el eslogan, favoreciendo su efecto provocativo: hacer de la incorrección una virtud coherente con los valores disruptivos de la compañía.