Este es el accesorio que Steve Jobs nunca quiso, pero Apple se fue en su contra cuando murió y lo lanzó al mercado

Ocho años después de las palabras de Jobs, la compañía adoptó un dispositivo que hoy es clave para su ecosistema creativo

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La ironía detrás del Apple
La ironía detrás del Apple Pencil, el accesorio que Jobs rechazó en público - (Photo by Justin Sullivan/Getty Images)

En enero de 2007, sobre el escenario del Moscone Center de San Francisco, Steve Jobs cambiaba para siempre la historia de la telefonía móvil. Con un iPhone en la mano y su característico suéter negro, presentaba al mundo un dispositivo que combinaba teléfono, navegador de internet y reproductor musical.

Qué accesorio le parecía innecesario a Jobs y por qué

Pero no fue solo el producto lo que marcó ese momento. También fue la filosofía con la que Jobs defendió su diseño sin teclas físicas, sin botones innecesarios y, sobre todo, sin stylus. Su desprecio por ese accesorio fue explícito, directo y tajante.

“¿Quién quiere un stylus? Tienes que tomarlo, guardarlo, se te pierde. Nadie quiere uno”, afirmó durante la presentación, mientras hacía un gesto de desagrado. La propuesta de Apple, según él, era mucho más simple.

El lápiz que Steve Jobs
El lápiz que Steve Jobs nunca quiso es ahora parte del ADN de Apple - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En lugar de un lápiz óptico, el iPhone usaría el mejor puntero posible, aquel con el que todos nacemos: los dedos. En ese momento, las tímidas risas del público validaron una postura que rápidamente se volvió parte del ADN de Apple.

Durante años, la compañía se mantuvo firme en esa decisión. Nunca incluyó un stylus en sus dispositivos, incluso cuando otras marcas ya lo habían convertido en estándar.

La negativa a usar lápices ópticos no era nueva en la industria. El stylus era común en dispositivos anteriores, especialmente en las Palm y algunos modelos de Pocket PC. Representaban una forma de interactuar con pantallas resistivas que no respondían bien al tacto. Pero Jobs insistía en que el futuro debía ser diferente.

Steve Jobs convirtió su rechazo
Steve Jobs convirtió su rechazo al stylus en una declaración de principios, pero años después, su propia compañía adoptó aquello que él ridiculizó con fuerza

El iPhone introdujo una pantalla capacitiva, mucho más sensible y adecuada para el uso con los dedos. Esa transición no solo redefinió la forma en que se diseñaban los teléfonos, también consolidó una postura que parecía inquebrantable.

La llegada del Apple Pencil: el accesorio resistido por Jobs

Todo cambió en 2015. Cuatro años después de la muerte de Steve Jobs, y bajo la dirección de Tim Cook, Apple decidió avanzar en una dirección completamente opuesta.

En un evento centrado en el lanzamiento del iPad Pro, la compañía presentó un nuevo accesorio que capturó todas las miradas. Su nombre era Apple Pencil, y aunque ofrecía funciones muy distintas a los stylus tradicionales, el paralelismo fue inevitable. Apple, por primera vez, lanzaba al mercado un lápiz óptico.

El nuevo dispositivo funciona con
El nuevo dispositivo funciona con las últimas generaciones de iPad. (Apple)

“El Apple Pencil te permite recrear cualquier tipo de efecto, hasta el mínimo píxel, dándote más creatividad y libertad que antes”, explicó Tim Cook durante la presentación. El dispositivo no solo respondía al tacto, sino que reconocía niveles de presión, inclinación y gestos específicos.

Cuál es la utilidad del Apple Pencil

Estaba diseñado para ilustradores, diseñadores, arquitectos y estudiantes. La precisión que ofrecía era notable, especialmente en tareas donde los dedos no alcanzaban. Su integración con apps creativas reforzaba su utilidad y justificaba su existencia, al menos para un sector profesional.

La reacción del público fue mixta. Por un lado, hubo elogios por la calidad del producto y su utilidad en entornos específicos. Por otro, no faltaron quienes recordaron las palabras de Jobs, casi como un eco incómodo.

El Apple Pencil se convirtió en un éxito comercial. Hoy cuesta 79 dólares en su versión básica y 129 en su versión Pro. Es compatible con varios modelos de iPad y sigue siendo una de las herramientas más valoradas por profesionales creativos.

Más allá del debate técnico, la historia del Apple Pencil expone un conflicto que va más allá del diseño. Representa el momento en que Apple dejó de guiarse exclusivamente por las ideas de su fundador y comenzó a definir su rumbo de forma más pragmática. Steve Jobs había sido claro. Para él, el stylus era símbolo de una era superada. Pero el mercado evolucionó, y con él, las expectativas de los usuarios.

Hoy, el Apple Pencil no solo existe, sino que ocupa un lugar importante en el ecosistema de Apple. Su lanzamiento marcó una ruptura con el pasado, pero también reveló la capacidad de la compañía para reinterpretar ideas, incluso aquellas que habían sido descartadas por su propio creador.