Aumenta la participación de mujeres en cargos directivos en empresas de tecnología: cómo seguir cerrando la brecha

En Colombia, uno de los sectores que ha logrado integrar con mayor fuerza a las mujeres en el ámbito tecnológico y digital es el BPO (Business Process Outsourcing), una industria enfocada en la subcontratación de procesos de negocio, como atención al cliente, soporte técnico, gestión documental y servicios financieros, mediante plataformas digitales.

Este sector se ha consolidado como un motor de empleo para las mujeres, quienes hasta la fecha representan el 59% de la fuerza laboral, según datos de BPrO, lo que equivale a unas 445.000 trabajadoras.

Asimismo, el impulso hacia una mayor equidad se ve favorecido por la transformación digital. La incorporación de herramientas de inteligencia artificial, análisis de datos y plataformas de gestión abiertas de experiencia del cliente ha creado nuevas rutas de formación y especialización para las trabajadoras, lo que les permite fortalcer su perfil profesional.

Según María del Pilar Barrios, Chief Growth Officer LATAM de Intelcia, “la equidad de género no solo es una cuestión de justicia, sino un factor determinante para la innovación y la competitividad del sector BPO”.

La transformación digital del sector BPO ha sido una palanca clave para el ingreso de más mujeres a espacios laborales históricamente liderados por hombres.

Gracias a esta evolución, se han generado oportunidades en áreas técnicas donde las mujeres adquieren habilidades en análisis de datos, inteligencia artificial y automatización de procesos, mejorando sus condiciones de empleabilidad.

También, las compañías del sector han integrado modelos de trabajo híbrido, políticas de bienestar, flexibilidad horaria y esquemas de conciliación laboral.

Estas condiciones han facilitado la permanencia de mujeres en el empleo, incluyendo a madres cabeza de hogar, quienes encuentran en estas empresas un entorno propicio para equilibrar su vida personal y profesional sin renunciar al desarrollo de carrera.

Aunque algunos sectores como el BPO presentan indicadores positivos, la realidad global muestra una marcada disparidad: apenas el 30% de los profesionales en el sector digital son mujeres. Esta cifra evidencia una brecha persistente que sigue limitando el acceso, la permanencia y el ascenso profesional de las mujeres en áreas tecnológicas.

Según la doctora Laura García Cuenca, experta en inteligencia artificial y docente de la Universidad Europea, los principales obstáculos se concentran en “estereotipos de género, falta de visibilidad, barreras estructurales en la educación y el empleo, sesgos de género, escasa representación en equipos de trabajo, falta de confianza y síndrome del impostor”.

De esta forma, la acumulación de barreras configura un entorno restrictivo, que desincentiva el ingreso de mujeres a estudiar carreras digitales.

Diversos expertos coinciden en que el aumento de la participación femenina en campos digitales debe comenzar desde las primeras etapas de formación.

Las instituciones académicas y las empresas tienen un rol clave al promover programas de mentoría, referentes femeninos en tecnología y políticas inclusivas que impulsan la confianza y el sentido de pertenencia.

De acuerdo con García Cuenca, “es esencial que tanto instituciones académicas como empresas sigan avanzando en la implementación de políticas inclusivas, la formación de redes de mentoría y el desarrollo de programas específicos que fomenten la participación femenina”.

El acceso equitativo a becas, la eliminación de sesgos en procesos de selección y la incorporación de contenidos curriculares inclusivos forman parte del camino necesario para fomentar vocaciones tecnológicas desde edades tempranas.

Las organizaciones que operan en sectores tecnológicos y digitales, están llamadas a desempeñar un papel activo en la transformación cultural hacia la equidad.

En ese sentido, compañías como Intelcia, que cuenta con un 59% de mujeres en su equipo en Colombia, es uno de los muchos casos que muestran que es posible construir estructuras que visibilicen el talento femenino.

Además, el establecimiento de políticas de equidad de género, auditorías salariales, formación continua y promoción interna con enfoque de género, así como mecanismos para prevenir el acoso y la discriminación, son elementos indispensables para garantizar el acceso y desarrollo que las mujeres no solo en un empleo tecnológico sin limitaciones.