Steve Jobs tenía esta visión de la riqueza, muy impopular, pero ayudó al éxito de Apple

Cuando el empresario tenía apenas 23 años de edad, en 1978, ya había acumulado un patrimonio de un millón de dólares

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Steve Jobs falleció en 2011.
Steve Jobs falleció en 2011. En ese momento, continuaba siendo de las personas más ricas del mundo. (AP Foto/Paul Sakuma, Archivo)

Steve Jobs, cofundador de Apple, fue una de las personas más ricas del mundo, cuando falleció en 2011 ocupaba el puesto 110 en el ranking de riqueza de Forbes. Esto hace que sea interesante conocer su perspectiva sobre la riqueza y el éxito.

En una entrevista realizada en 1995 por Robert Cringely para el programa ‘El triunfo de los nerds’, Jobs ofreció una visión muy personal sobre su relación con el dinero, que distaba de la típica obsesión por la acumulación de riqueza.

A pesar de que Jobs ya había logrado amasar una fortuna considerable en su juventud, con un patrimonio superior a un millón de dólares a los 23 años, más de 10 millones a los 24 y más de 100 millones a los 25, destacó que el dinero nunca fue su motivación principal. En sus palabras, “no era tan importante porque nunca lo hice por el dinero”.

Steve Jobs se enfocó en
Steve Jobs se enfocó en el crecimiento de Apple y nunca en el dinero. REUTERS/Lucas Jackson/File Photo

Para él, el verdadero valor del dinero radicaba en su capacidad para permitir inversiones en ideas a largo plazo, sin la presión de obtener un retorno inmediato. Según explicó, el dinero es “maravilloso, porque te permite hacer cosas y te da la libertad para invertir en ideas que no tienen un retorno a corto plazo”.

Sin embargo, Jobs señaló que lo más importante en ese momento de su vida era la compañía, el equipo que había formado y los productos que estaban desarrollando. En sus propias palabras, lo que realmente le motivaba era cómo esos productos “iban a permitir a las personas hacer cosas con ellos”.

Este enfoque en la misión de la compañía, más que en la acumulación de dinero, fue una constante en su carrera. A pesar de su éxito financiero, Jobs nunca dejó de concentrarse en el futuro de Apple y en el impacto que tendría en el mundo.

Además, Jobs reveló que nunca vendió ninguna de sus acciones en Apple, confiando plenamente en el éxito a largo plazo de la compañía. “Yo realmente creía que la compañía le iría muy bien a largo plazo”, afirmó, reafirmando su visión a muchos años y su enfoque en la construcción de una empresa sólida, más allá de cualquier interés inmediato por el dinero.

Jobs dijo que nunca había
Jobs dijo que nunca había vendido una acción de Apple porque creía profundamente en este proyecto. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuál fue el papel de Steve Jobs en Apple

Steve Jobs desempeñó un papel crucial en la creación, desarrollo y éxito de Apple, una de las compañías más influyentes y valiosas del mundo. Como cofundador de la empresa, Jobs fue la fuerza visionaria detrás de productos que revolucionaron la industria tecnológica.

Su enfoque en la simplicidad, el diseño innovador y la experiencia del usuario marcó la diferencia en la evolución de Apple, haciendo que sus productos no solo fueran funcionales, también atractivos y fáciles de usar.

Jobs fue fundamental en la creación de productos emblemáticos como el iPhone, iPad, Macintosh y iPod, los cuales no solo cambiaron la industria de la electrónica, influyeron en otras áreas, como la música, las telecomunicaciones y el entretenimiento.

Jobs regresó a Apple en
Jobs regresó a Apple en 1997. Desde ese momento, la compañía, se posicionó aún más. REUTERS/Dino Vournas/File Photo

A lo largo de los años, fue el principal responsable de dar forma a la visión de Apple, guiando a la empresa desde sus primeros días en un garaje hasta convertirse en una de las mayores corporaciones tecnológicas del mundo.

Además, se destacó por su estilo de liderazgo único, a menudo descrito como exigente y perfeccionista. Si bien este enfoque a veces fue criticado, también permitió a la compañía mantener un nivel de calidad y consistencia.

Aunque Jobs dejó la compañía en 1985 tras un conflicto interno, regresó en 1997 cuando Apple estaba en serios problemas financieros. Su regreso marcó el inicio de una nueva era para la empresa, que, bajo su liderazgo, alcanzó nuevos niveles de innovación y crecimiento.