Steve Jobs y su hija Lisa: esta es la verdad detrás de una relación fría y distante

El creador de Apple negó su paternidad hasta que una prueba de ADN lo desmintió. Años después, su hija escribió un libro que reveló el lado más duro del hombre detrás de la revolución tecnológica

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Steve Jobs y su mayor
Steve Jobs y su mayor error, la relación que no pudo reparar - Infobae

La hija primogénita de Steve Jobs, Lisa Brennan-Jobs plasmó en su libro Small Fry (2018) los altibajos de su relación con su padre, el icónico fundador de Apple. En sus memorias, describe el rechazo inicial de Jobs, su frialdad emocional y los intentos tardíos de acercamiento antes de su muerte en 2011.

A través de anécdotas personales, reflejó cómo la figura del visionario tecnológico contrastaba con la de un padre distante que tardó años en reconocerla y brindarle apoyo.

Al inicio Jobs negó su paternidad

Lisa Brennan-Jobs nació el 17 de mayo de 1978, fruto de la relación entre Steve Jobs y Chrisann Brennan. Sin embargo, Jobs no solo se mantuvo al margen, sino que negó ser su padre.

De la negación a la
De la negación a la herencia, la historia oculta entre Steve Jobs y su hija (Captura de YouTube de Juan Carlos Villacorta)

Durante sus primeros años, Lisa y su madre vivieron con dificultades económicas, mientras Jobs se negaba a brindarles apoyo.

La situación llegó a un punto crítico en 1980, cuando el fiscal de distrito del condado de San Mateo, California, presentó una demanda para que Jobs asumiera la responsabilidad financiera de su hija, de acuerdo con el relato de Small Fry.

Bajo juramento, el cofundador de Apple afirmó que era estéril y que no podía haber tenido una hija. Incluso señaló a otro hombre como posible padre.

Sin embargo, las pruebas de ADN lo desmintieron, confirmando que Lisa era su hija. Ante esto, el tribunal lo obligó a cubrir el seguro social y pagar una pensión mensual de aproximadamente 500 dólares.

El creador de Apple transformó
El creador de Apple transformó la tecnología con su visión, pero no supo construir un vínculo sólido con su primogénita, quien reflejó en su libro la complejidad de su relación - (Foto: REUTERS)

Con el paso de los años, Lisa comenzó a pasar tiempo con su padre, aunque la relación nunca fue cercana. Durante su adolescencia, pasaba algunas noches a la semana en casa de Jobs mientras su madre asistía a la universidad.

Sin embargo, los momentos compartidos no lograron romper la barrera emocional que existía entre ellos.

Uno de los episodios más recordados ocurrió cuando Lisa, al escuchar que su padre reemplazaba sus autos en cuanto tenían un rasguño, le preguntó si podía quedarse con su Porsche cuando ya no lo necesitara.

La respuesta de Jobs fue tajante y cruel: “Claro que no”, le dijo en un tono amargo. Cuando llegaron a casa, se giró y remató la conversación con una frase aún más dura: “No recibirás nada. ¿Entiendes? Nada. ¡No recibirás nada!”, así lo reflejó la escritora en su relato del 2018.

Apple Lisa, el homenaje que
Apple Lisa, el homenaje que Steve Jobs negó durante décadas - (Apple)

¿El Apple Lisa fue llamado en su honor?

Durante su infancia, Lisa pensó que el computador Apple Lisa, que su padre lanzó al mercado en 1983, llevaba su nombre en su honor. Cuando se lo preguntó directamente, Jobs lo negó.

La confirmación tardó más de dos décadas en llegar. En un viaje en yate por el Mediterráneo, cuando Lisa tenía 27 años, Jobs se encontró con Bono, el vocalista de U2. Durante una conversación, el músico le preguntó si el Apple Lisa realmente había sido bautizado así por su hija. En ese momento, por primera vez, Jobs dijo que sí.

El reconocimiento llegó demasiado tarde, y aunque Lisa nunca dejó de buscar la aprobación de su padre, su relación se mantuvo distante hasta el final.

Cómo fueron los últimos años de relación

Cuando Jobs fue diagnosticado con cáncer de páncreas, Lisa comenzó a visitarlo con más frecuencia. Aunque no hubo una gran reconciliación al estilo de las películas, como ella misma lo describe, sí estuvo presente en sus últimos días.

Al momento de su muerte, Steve Jobs había formado una familia con Laurene Powell, con quien tuvo tres hijos: Reed Paul, Erin Sienna y Eve Jobs. Sin embargo, a diferencia de lo que muchos esperaban, Jobs decidió que tres de sus hijos no recibirían su herencia.

Lisa fue la única que obtuvo parte de su fortuna. Se estima que recibió entre 20 y 23 millones de dólares, además de cientos de miles en costos de manutención. Esta decisión ha sido interpretada como un intento de compensar el abandono y rechazo que Lisa sufrió en su infancia y juventud.