Steve Jobs no dejó nada de su fortuna a sus hijos: la herencia de líderes como Musk y Sam Altman también deja de lado a la familia

La decisión del genio responsable de Apple de no dejar la fortuna a sus hijos impulsó una visión filantrópica que hoy financia educación, equidad y cambio climático

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El legado de Steve Jobs,
El legado de Steve Jobs, una fortuna destinada a transformar la tecnología y la sociedad - (Reuters)

En 2011, cuando Steve Jobs murió, dejó tras de sí no solo un legado en la industria tecnológica, sino también una decisión que desafiaría las tradiciones familiares sobre la acumulación de riqueza.

En lugar de repartir su fortuna entre todos sus hijos, optó por un camino poco convencional: su esposa, Laurene Powell Jobs, se convirtió en la principal heredera de su patrimonio, mientras que su hija mayor, Lisa Brennan-Jobs, recibió una suma significativamente menor. Sus otros tres hijos, en cambio, quedaron fuera de la distribución.

Por qué no heredad su gran fortuna

Esta decisión no fue accidental. Jobs y su esposa compartían la convicción de que una gran herencia podría convertirse en un obstáculo para el crecimiento personal. “No estamos interesados en construir riqueza generacional”, ha explicado en varias ocasiones Powell Jobs, quien administra los fondos heredados con una visión filantrópica.

Sin herencias millonarias, los hijos
Sin herencias millonarias, los hijos de Steve Jobs construyen su propio camino - (Reuters)

A través de Emerson Collective y la Waverley Street Foundation, ha canalizado recursos hacia la educación, la equidad social y la lucha contra el cambio climático, con el objetivo de que su fortuna desaparezca con ella.

La idea de que la riqueza no debe heredarse sin restricciones no es exclusiva de los Jobs. En los últimos años, otros multimillonarios han tomado decisiones similares. Bill Gates, cofundador de Microsoft, ha dejado claro que la mayor parte de su fortuna irá a su fundación, en lugar de a sus hijos.

Junto con Warren Buffett, Gates creó en 2010 “The Giving Pledge”, un compromiso para que los más ricos del mundo donen al menos la mitad de su dinero a causas benéficas. Más de 240 multimillonarios han firmado este acuerdo, incluidos Mark Zuckerberg, Elon Musk y MacKenzie Scott.

El confundador de Apple durante
El confundador de Apple durante su vida persona y profesional mantuvo una filosofía de vida en aprender del fracaso - (REUTERS/Joshua Roberts/File Photo)

Para algunos, la decisión de Jobs y otros empresarios puede parecer drástica. Sin embargo, hay un principio común en sus elecciones: el deseo de que sus hijos construyan sus propias vidas, sin depender de una fortuna heredada.

Warren Buffett lo expresó con una frase que se ha vuelto emblema de esta filosofía: “Quiero que mis hijos tengan suficiente para hacer algo, pero no tanto como para que no hagan nada”.

En la música y el entretenimiento, figuras como Sting y Mick Jagger también han adoptado esta postura. Sting ha declarado que sus hijos no recibirán la mayor parte de su fortuna porque “tienen que ganársela”. Jagger, por su parte, ha destinado la mayoría de sus ingresos a causas sociales. Esta visión también ha permeado a nuevas generaciones de empresarios.

Sam Altman, CEO de OpenAI, es uno de los firmantes de “The Giving Pledge” y ha manifestado su intención de utilizar su riqueza para el beneficio de la sociedad, en lugar de legarla directamente.

Adiós a la riqueza heredada,
Adiós a la riqueza heredada, la tendencia entre los gigantes tecnológicos - (Reuters)

Mientras el debate sobre la acumulación de riqueza persiste, los hijos de estos multimillonarios han tomado caminos diversos. Reed Jobs se ha enfocado en la investigación oncológica, Erin Jobs en la arquitectura y Eve Jobs en el modelaje. Lisa Brennan-Jobs, la única que recibió una herencia directa de su padre, ha optado por una carrera en la literatura, narrando en sus escritos su relación con Jobs.

Lo que queda claro es que la dinámica de la herencia entre las grandes fortunas está cambiando. Lo que antes se consideraba una obligación familiar, hoy es visto por algunos como una oportunidad de redistribución. Para los Jobs, Gates, Buffett y otros, la mayor fortuna que pueden dejar no es una cuenta bancaria llena, sino la posibilidad de generar un impacto duradero en el mundo.

Cuál era la percepción de Jobs sobre el salario

Steve Jobs, cofundador de Apple, adoptó un salario simbólico de un dólar anual desde su regreso a la compañía en 1997 hasta 2011. Su verdadera compensación provenía del valor de sus acciones en Apple, Pixar y Disney, acumulando una fortuna de 8.300 millones de dólares.

Jobs creía en vincular su éxito al crecimiento de Apple, priorizando la innovación sobre el beneficio inmediato. Su liderazgo impulsó productos como el iPhone y el iPad, redefiniendo industrias.