Mary Kenneth Keller es considerada una de las pioneras de la programación y una de las figuras más influyentes en la historia de la informática. Fue la primera mujer en obtener un doctorado en informática en los Estados Unidos y una de las creadoras del lenguaje de programación BASIC, el cual permitió democratizar el acceso a la computación.
A lo largo de su vida, Keller logró equilibrar su vocación religiosa con su pasión por la tecnología, logrando una destacada trayectoria en ambos campos. Según National Geographic, su legado perdura como un ejemplo de cómo la religión y la ciencia pueden coexistir de manera armoniosa.
Un inicio en la religión y las matemáticas
Mary Kenneth Keller nació el 17 de diciembre de 1913 en Cleveland, Ohio, en una familia religiosa y humilde. National Geographic afirma que, a pesar de las limitaciones sociales y educativas para las mujeres en la época, Keller desarrolló un profundo interés por las ciencias desde joven.
En 1932, se unió a la congregación de las Hermanas de la Caridad de la Santísima Virgen María, una orden conocida por su énfasis en la educación. Fue dentro de este entorno religioso que Keller comenzó su formación en Matemáticas, ingresando a la Universidad DePaul de Chicago en 1940.
En 1943, obtuvo su licenciatura en Matemáticas, comenzando una carrera que la llevaría a desafiar los estándares de su tiempo. National Geographic menciona que Keller, al mismo tiempo que profesaba sus votos religiosos, continuó su educación en un campo que, para las mujeres de su época, no era accesible.
La incursión en la informática y su doctorado
En la década de 1960, Keller se adentró en el mundo de la informática, un campo que según National Geographic era casi exclusivo de los hombres en ese entonces.
Se unió al programa de posgrado en Ciencias de la Computación en la Universidad de Wisconsin-Madison, donde consiguió su doctorado en 1965, convirtiéndose en la primera mujer en los Estados Unidos en lograr esta distinción.
Su investigación se centró en el desarrollo de algoritmos para la diferenciación analítica de expresiones algebraicas.
Según National Geographic, fue durante esta etapa cuando Keller comenzó a experimentar con diferentes lenguajes de programación, como FORTRAN, y consolidó su lugar en la historia de la computación.
El desarrollo de BASIC y la democratización de la informática
En 1965, Keller fue parte fundamental del equipo que desarrolló el lenguaje de programación BASIC (Beginners' All-purpose Symbolic Instruction Code), diseñado para hacer la programación más accesible para estudiantes y personas sin experiencia previa en computación.
National Geographic destaca que este lenguaje permitió que la informática dejara de ser exclusiva de los laboratorios de investigación y oficinas, extendiéndose a los hogares y a las aulas de miles de estudiantes en todo el mundo.
La revista agrega que gracias a BASIC, la informática se democratizó, convirtiéndose en una herramienta accesible para todos, independientemente de su nivel de conocimiento técnico.
Fomento de la educación y la investigación interdisciplinaria
A lo largo de su carrera, Keller no solo se dedicó a la investigación, sino que también fue una defensora activa de la educación en ciencias de la computación. Fundó y dirigió el Departamento de Ciencias de la Computación en la Universidad de Clarke, en Iowa, donde trabajó durante más de 20 años promoviendo el uso de computadoras en la enseñanza.
Según National Geographic, en esta institución Keller fomentó un enfoque interdisciplinario, uniendo la tecnología con otros campos del conocimiento para generar un aprendizaje más integral.
También fue cofundadora de la Asociación de Usuarios de Pequeñas Computadoras en Educación (ASCUE), una organización que facilitó la integración de las herramientas tecnológicas en los planes de estudio de muchas universidades y colegios.
El legado de Keller
Mary Kenneth Keller dejó un legado perdurable tanto en el campo de la informática como en la educación tecnológica. National Geographic asegura que su capacidad para integrar su profunda vocación religiosa con su dedicación a la tecnología es un testimonio de su visión única y transformadora.
National Geographic subraya que su trabajo sigue vivo hoy a través de instituciones como el Keller Computer Center and Information Services, una organización asociada a la Universidad de Clarke que honra su visión de un mundo donde la informática es una herramienta accesible para todos.