En 1967, Steve Jobs, futuro cofundador de Apple, era un niño de 12 años con una curiosidad inusual por la electrónica. Un día, impulsado por su deseo de construir un contador de frecuencia, encontró el número de teléfono de Bill Hewlett, cofundador de Hewlett-Packard (HP), en la guía telefónica de Palo Alto.
Sin dudarlo, decidió llamarlo, un acto que sería crucial en su vida profesional. En esa conversación, Jobs pidió piezas de repuesto para su proyecto escolar, y Hewlett no solo accedió a dárselas, sino que le ofreció un trabajo de verano en HP.
Esta anécdota, que Steve Jobs recordó durante una entrevista en 1994 con la Asociación Histórica del Valle de Santa Clara, hace parte de su audacia y la influencia de ese encuentro temprano en su trayectoria.
“Nunca he conocido a nadie que me haya dicho que no o que me haya colgado el teléfono cuando he llamado”, reflexionó Jobs. Este incidente no solo marcó el inicio de su carrera en tecnología, sino también moldeó su filosofía de apertura hacia quienes buscan oportunidades.
Qué motivó a un joven Steve Jobs a contactar a Bill Hewlett
Desde temprana edad, Steve Jobs demostró una fascinación por la electrónica y la ingeniería. Creciendo en el entorno tecnológico del Valle del Silicio, Jobs tenía acceso a recursos e inspiración que pocos niños de su edad podían imaginar.
Sin embargo, lo que realmente impulsó su decisión de contactar a Hewlett fue su deseo de aprender y crear. El proyecto que estaba desarrollando, un contador de frecuencia, requería piezas específicas que no podía conseguir de otro modo.
La decisión de llamar a Hewlett se podría tratar de una estrategia arriesgada. Durante la conversación, Jobs mencionó: “Hola, soy Steve Jobs, tengo doce años. Soy estudiante de secundaria y quiero construir un contador de frecuencia”. Esta introducción directa muestra cómo su entusiasmo y determinación supo impresionar al cofundador de HP.
Cuál fue la respuesta Bill Hewlett a las peticiones del joven Steve Jobs
La respuesta de Bill Hewlett fue generosa hacia un niño que no conocía pero que lo dejó asombrado por sus palabras. Hewlett no solo proporcionó las piezas necesarias para el proyecto de Jobs, sino que fue más allá y le ofreció un trabajo de verano en HP. “Me consiguió un trabajo en el lugar que los construía y yo estaba en el paraíso”, recordó Jobs.
El gesto de Hewlett no solo dio a Jobs su primera experiencia laboral en tecnología, sino que también le permitió observar de cerca la innovación y el trabajo en equipo en una de las empresas más importantes del sector. Este acto de mentoría tuvo un impacto duradero en la forma en que Jobs concebía el liderazgo y las oportunidades.
Cómo cada experiencia tiene un impacto en el éxito de Steve Jobs
El verano que pasó trabajando en HP dejó una impresión indeleble en Steve Jobs. Durante ese tiempo, aprendió no solo sobre tecnología, sino también sobre el valor del trabajo arduo y la importancia de rodearse de personas talentosas. Estas lecciones se convirtieron en pilares claves de su filosofía empresarial.
Además, la experiencia motivó en Jobs lo crucial de ser receptivo con los demás. “Cuando me preguntan, trato de ser lo más receptivo posible para saldar esa deuda de gratitud”, dijo. Este principio lo guió a lo largo de su carrera, influenciando cómo dirigía a sus trabajadores y respondía a quienes buscaban su consejo.
Qué precedente dejó esta conversación en la vida de Steve Jobs
La historia de la llamada a Hewlett revela cómo Jobs desarrolló una mentalidad que combinaba audacia, curiosidad y gratitud. Su voluntad de tomar riesgos y buscar ayuda cuando lo necesitaba se convirtió en una característica definitoria de su liderazgo en donde trabajó.
Este incidente refleja su creencia en el poder de las conexiones personales, junto con la importancia de rodearse de personas que contribuyan al crecimiento personal y profesional.
Jobs también demostró una profunda apreciación por las oportunidades que recibió. Este reconocimiento lo llevó a fomentar una cultura de creatividad y colaboración en Apple, donde buscó constantemente inspirar a su grupo de trabajo a desafiar los límites de lo convencional.