Cuatro razones por las que la batería del portátil se descarga muy rápido mientras estudias o trabajas

Con el inicio de un nuevo año y el regreso a las actividades académicas y laborales tras las vacaciones decembrinas, muchas personas enfrentan nuevamente jornadas intensas frente a la pantalla de su computador portátil, siendo un problema recurrente que afecta a estudiantes y profesionales por igual, el rápido consumo de la batería.

Diversos factores pueden acortar la autonomía de este componente que esté diseñado para ser duradero y eficiente. Desde configuraciones internas hasta hábitos de uso, pueden influir en el rendimiento de todo el dispositivo.

Por esta razón, se analizan varias razones que explican por qué la batería de un portátil puede descargarse rápidamente, junto cómo evitar que siga pasando.

Los programas y procesos que se ejecutan en segundo plano son una de las causas más comunes del consumo excesivo de batería en los portátiles. Programas como servicios de almacenamiento en la nube, mensajería instantánea o programas de actualización automática operan de manera continua, incluso cuando no se utilizan directamente.

Según información de organizaciones expertas como Microsoft y Apple, muchos programas no optimizan su uso de recursos, lo que genera un drenaje constante de energía.

Revisar los procesos activos y cerrar aquellos innecesarios puede contribuir a prolongar la duración de la batería. Asimismo, utilizar herramientas integradas como el monitor de actividad de macOS o el administrador de tareas de Windows permite identificar aplicaciones que consumen más energía de lo necesario.

El brillo de la pantalla y el uso de conexiones inalámbricas tienen un impacto alto en la autonomía de la batería. Una pantalla con el brillo ajustado al máximo puede ser responsable de hasta un 30% del consumo total de energía. A esto se suma el uso continuo de conexiones WiFi y Bluetooth, que mantienen activos los adaptadores inalámbricos.

Reducir el brillo de la pantalla a un nivel adecuado para las condiciones de iluminación y desactivar funciones inalámbricas cuando no sean necesarias son medidas sencillas pero efectivas.

Además, la configuración de modos de ahorro de energía, disponibles en la mayoría de los sistemas operativos, puede optimizar el uso de recursos y extender la duración de la batería.

El uso de sistemas operativos y controladores desactualizados puede afectar negativamente el rendimiento de la batería. Los fabricantes de portátiles destacan en sus manuales que las actualizaciones frecuentes mejoran la seguridad y el rendimiento general del dispositivo e incluyen optimizaciones para el consumo de energía.

Ignorar las actualizaciones de software puede resultar en un uso ineficiente de los recursos del dispositivo, lo que genera un mayor desgaste de la batería.

Asegurarse de instalar las últimas actualizaciones por el fabricante y mantener al día los controladores de hardware puede ayudar a mejorar la autonomía y la eficiencia del portátil.

Con el tiempo las baterías de iones de litio que usan la mayoría de portátiles experimentan una disminución de su capacidad. Una batería puede mantener su rendimiento óptimo durante aproximadamente 500 ciclos completos de carga.

Sin embargo, factores como el uso intensivo, la exposición a altas temperaturas y el empleo de cargadores no originales pueden acelerar su deterioro. Si la batería se descarga rápidamente incluso después de realizar ajustes en las configuraciones y el software, podría ser necesario cambiarla.

Utilizar baterías y cargadores certificados por el fabricante del dispositivo y evitar aquellos que son más económicos, es fundamental para garantizar un rendimiento adecuado y evitar daños frecuentes.

También hay que tener en cuenta que, aunque algunos factores están relacionados con malas configuraciones del dispositivo, otro punto puede ser el desgaste natural de este elemento.